El Gobierno nacional oficializó esta semana, a través del Decreto N°476/21 publicado en el Boletín Oficial, el acceso al DNI y al pasaporte no binario para aquellas personas que no se identifican con el género femenino o masculino. Esto abrió el debate sobre un sinnúmero de interrogantes que se deberán tratar, discutir y modificar a partir de la medida.
Entre ellos, a qué edad se jubilan estas personas, en un país, como el nuestro, en que la jubilación está diferenciada por género. Otra de las consultas fue qué ocurrirá en caso de que una persona no binaria cometa un delito: a qué cárcel las enviarán, cómo actuarán los jueces en casos de femicidio, cómo funcionará el tema del cupo laboral o electoral, entre otras.
La primera respuesta a estos interrogantes es, precisamente, que no hay respuestas. Y, si bien la medida ya entró en vigencia, todos los organismos que integran la Administración Pública Nacional cuentan con un plazo de 120 días para “realizar las adecuaciones normativas, tecnológicas y de sistemas que resulten necesarias para su efectiva implementación’'.
Pero los problemas que abre esta medida no son tan sencillos y seguramente la adecuación llevará más tiempo. Porque esta nueva documentación, que viene a responder una demanda de un sector de la sociedad, de alguna manera afecta u obliga a modificar reglamentaciones ya plasmadas en leyes del Congreso de la Nación.
“Ha sido una medida muy apresurada e inconsulta, hasta con las mismas personas que se consideran no binarias”, opinó, al respecto, el diputado alvearense del PJ Gustavo Majstruk. Y agregó: “No sé cómo van a resolver los grises. Al apurarse con una medida, hay todo un debate que se tiene que comenzar a dar, y da para mucho, porque no hay respuestas rápidas”.
Desde el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación tomaron como válido el debate porque, dijeron, “hemos pensado y razonado hasta acá en términos binarios”. Pero pusieron en valor que no tiene que cambiar la sociedad para que se reconozca un derecho: “se tiene que reconocer un derecho para que cambie la sociedad”.
En tanto, el juez de la Suprema Corte, Omar Palermo, consideró “poco relevante” fijarse en los problemas que esto puede traer y que se irán resolviendo: “Festejemos el reconocimiento de la identidad no binaria. Lo demás son adaptaciones a la decisión política y nos vamos a ir acomodando en el camino con las dificultades que puedan surgir, porque son insignificantes en relación a los beneficios que otorga”.
Jubilaciones para personas no binarias
Según indica el sistema previsional vigente, podrán acceder a una jubilación las mujeres de 60 años y los hombres de 65 -que acrediten 30 años de servicio-, aunque existen excepciones. Sin embargo, desde ANSES Cuyo confirmaron que aún no hay definiciones para las personas no binarias.
Ante eso, está claro que hay opiniones encontradas. Hay quienes consideran necesario unificar la edad jubilatoria. Es decir, que el régimen previsional no haga distinción entre hombres y mujeres, y ya existen proyectos sobre el tema.
Cercana a esa postura es la de Majstruk, quien sugiere que, para que exista igualdad, se debe equiparar la edad jubilatoria a 60 años. “Bajemos todas las jubilaciones y se terminó el problema. Sino va a haber una migración masiva de personas a pedir este nuevo DNI”, dijo.
Desde el Ministerio de las Mujeres van a apoyar la idea de que las personas no binarias “puedan anotarse bajo el sistema previsional que así lo deseen, y que así lo exprese su identidad de género”. “Son edades jubilatorias, no es un dato identificatorio de quién es varón y quién es mujer” expresó a Los Andes Alba Rueda, subsecretaria de Políticas de Diversidad de la Nación.
También se suma al debate el poder computar años de trabajo con perspectiva de género, por fuera del binario, y que se considere dentro del régimen jubilatorio poder “determinar una edad en la que se tengan en cuenta criterios, como el cuidado, el parto, las diferencias de acceso de mujeres y personas LGBT”, propuso Eleonora Lamm, doctora en Derecho y Bioética y subdirectora de Derechos Humanos de la Corte local.
En tanto, el juez Palermo explicó que, antes de esta situación, habrá que hacer reformas legislativas y consideró que mientras tanto “se deberá garantizar el derecho a la jubilación de la mejor manera posible y aplicar el régimen más beneficioso”.
En definitiva, hasta que no se modifique la ley de jubilaciones, va a haber una gran dicotomía entre lo que indica el DNI de las personas binarias y lo que el organismo previsional debe hacer para cumplir con la ley.
“Todo el sistema está concatenado y termina afectado por un decreto que pareciera que fuera aislado, y no lo es. Porque, aún cuando sea antipático, hace falta una modificación que iguale a los géneros y que directamente se hable de la persona con derecho a jubilación”, explicó la presidenta de la Comisión de Derecho Previsional del Colegio de Abogados de Mendoza, Marcela Micames.
Y resaltó que “un organismo como la ANSES no puede empezar a jubilar a gente con una edad jubilatoria distinta porque el Gobierno lo dispone. Se tiene que modificar la ley, y no es el organismo del Estado, sino el Congreso el que tiene que sacar una ley para modificar la 24.241”.
A qué cárcel irán las personas no binarias
Otra de las consultas recurrentes es sobre el tema de las cárceles y en Mendoza ya hay un abordaje sobre el tema desde hace tiempo, porque se rigen por la Ley de Identidad de Género.
En el proceso de las personas detenidas hay una clasificación conforme al sexo asignado al nacer, edad e incorporaron la identidad con la que se autopercibe. La primera premisa para ubicarlos en un pabellón es el resguardo de la integridad física, y siempre intentan que sea consensuada.
El Sistema Penitenciario cuenta con un pabellón propio del colectivo LGTBIQ+, que se ubica en el interior de Boulogne Sur Mer. Allí se alojan las disidencias, siempre que este lugar no implique un riesgo para esa persona.
Nahír Otero, abogada y directora de las Mujeres y Disidencias del Servicio Penitenciario provincial, explicó que hasta tanto las instituciones comiencen a hacer la transición a este nuevo escenario, la prioridad del Estado es el resguardo de la integridad física de las personas, respetando su identidad de género.
Y resaltó: “No es una complicación el alojamiento de una persona no binaria. Porque no se identifica desde el género, ni desde lo genital. Y generalmente eligen donde saben que no van a correr riesgo”.