El Gobierno de Mendoza avanza en la creación de un masterplan para el manejo inteligente del agua, tomando la experiencia de la empresa de agua israelí Mekorot, cuyos referentes están en la provincia para hacer una capacitación al principal actor, que es la Superintendencia General de Irrigación.
Los primeros cambios en la gestión de la demanda se verán de aquí a mediados de 2023 y a la par se confeccionará un Código de Aguas para armonizar la legislación que está dispersa.
El superintendente general de Irrigación Sergio Marinelli reconoció que hace varios años se cambió el eje de la gestión del recurso hídrico, poniendo el acento en la creciente demanda del recurso y previendo mayores etapas de escasez.
“Desde el viaje a Israel (que se concretó en abril) a hoy hemos trabajado rápidamente para poder aplicar la experiencia de Mekorot en Mendoza y en San Juan. Vamos a aplicar un masterplan y, a la par, a implementar un código armonizando la legislación dispersa y que debemos modernizar”, dijo Marinelli en una conferencia de prensa en el cuarto piso de Casa de Gobierno, junto al ministro de Infraestructura Mario Isgró y el coordinador de Proyectos Especiales Internacionales de Mekorot, Diego Berger.
Marinelli también destacó que, de manera paralela a los proyectos para la eficiencia hídrica, se buscará crear un fondo permanente para obras de aprovechamiento del recurso y resaltó que no sólo se concentrará en la permeabilización de canales, “sino en un círculo virtuoso para que se proyecten varias soluciones a lo largo del tiempo”.
De acuerdo al detalle que brindó el Gobierno de Mendoza, el trabajo comenzará a plasmarse a mediados de 2023 con una política de permanencia y proyección en el tiempo.
En la charla con los medios de comunicación, Isgró también valoró la participación en este nuevo esquema de Agua y Saneamiento de Mendoza (Aysam), el principal operador del Gran Mendoza.
“Gestionar la escasez”
Berger relató la experiencia de Israel que ahora se replicará en Mendoza y en San Juan, dos provincias que tienen similares características y atraviesan períodos de sequía, lo que ha complejizado la entrega de agua para la producción agropecuaria y en el verano también se siente la falta de agua para el consumo público.
“Israel nació con la escasez de agua y aprendimos a manejarnos de esta manera. No fue que lo vimos como un período o como una crisis, sino que nos concibió para hacer un manejo eficiente de lo que teníamos”, afirmó el representante israelí.
El Gobierno nacional propició los convenios que serán financiados a través del Consejo Federal de Inversiones (CFI).
La nueva política tiene por delante los desafíos que implica el cambio climático, un crecimiento de la demanda para el desarrollo socioeconómico con garantías de seguridad hídrica.
A partir de ahora se abren análisis de proyecciones de la oferta y la demanda hídricas, ordenamiento territorial y matriz económica, la creación de balances hídricos prospectivos y una propuesta de diversos aprovechamientos como la reutilización del agua de lluvia, de aguas grises -desechos de las piletas- con tratamientos para un uso inteligente del recurso. A la vez, entregar el agua necesaria conforme a los cultivos y el tipo de hectáreas para un reparto equitativo.
Para la realización de estos trabajos, que se desarrollarán durante 18 meses, está prevista la conformación de equipos técnicos conformados por expertos de Israel junto a técnicos locales del Departamento General de Irrigación.
Mal pronóstico de caudales en los ríos
La Superintendencia de Irrigación pospondrá hasta el 15 de octubre la presentación del pronóstico de caudales de los ríos con la expectativa de que en septiembre se produzcan nevadas en la cordillera y se alimente la capacidad de las fuentes de agua que abastecen a la producción y al consumo público.
Los estudios que se hicieron hasta ahora de las precipitaciones en distintos puntos de la montaña, desde el organismo arrojan el análisis de que el 2023 será un año malo para entregar agua a los distintos usos, y a pesar de que hay algo de recuperación, en estos próximos 30 días no llegará a alcanzar los promedios históricos.
Es por ello que Mendoza apura el trazado de una estrategia con todos los actores en el manejo del agua, frente a un escenario adverso de una sequía que se perpetúa y con mayores niveles de demanda por el crecimiento de la población y los planteos de una economía que se dinamiza para la producción de alimentos, como el debate de la minería que siempre está abierto en Mendoza.