Diez difíciles posiciones sexuales para disfrutar y divertirse en pareja

Algunas de las posturas requieren entrenamiento previo o, al menos, buen estado físico. Sin embargo la posibilidad de probar distintas formas y lugares para tener sexo ya es de por sí un estímulo, con el plus de potenciar el encuentro y la diversión en la pareja. Primera parte de una serie de notas.

Diez difíciles posiciones sexuales para disfrutar y divertirse en pareja
imagen ilustrativa

Las posturas sexuales son un tema recurrente, ya que muchas veces por rutina o por desconocimiento, la pareja termina teniendo siempre el mismo tipo de acercamiento. Por otra parte, en el caso de las personas solteras, la búsqueda de información que les permita enriquecer su vida sexual es siempre motivo de consulta.

En esta primera nota, acercamos 10 posturas que ponen a prueba la imaginación y la resistencia física. Siempre vale la pena intentarlo.

El abrazo

Esta posición es complicada porque requiere fuerza y equilibrio por parte de ambos integrantes de la pareja, y además es una de las pocas que se practica de pié. Estando uno frente al otro, el hombre debe cargar a la mujer en brazos, sosteniéndola de los glúteos mientras la penetra. Ella a su vez, debe abrazar la cadera del hombre con las piernas, mientras que con los brazos se sostiene rodeando los hombros de él. Aunque sea una postura muy difícil de practicar también es una de las más placenteras ya que el contacto físico entre ambas personas es absoluto, por lo que los niveles de excitación pueden llegar a ser muy intensos.

Recargados

Otra postura de pie que puede ser muy placentera es aquella en la que la mujer apoya los hombros y la parte alta de la espalda contra una pared (puede ser la ducha) mientras mientras hunde el abdomen y levanta la pelvis, separada de la pared. Esta posición es ideal para que ella reciba sexo oral de su pareja, que deberá estar en cuclillas frente a ella. También es muy estimulante si la pareja con pene decide penetrarla, ya que deberá hacerlo recargando un poco su cuerpo sobre el de ella, que estará apoyada contra la pared. Es una postura ideal también para juegos con masturbadores y dildos.

El helicóptero

Es una posición compleja no tanto por la postura sino por la ejecución: el hombre tendrá que acostarse en la cama o en otra superficie plana mirando hacia arriba con las piernas totalmente estiradas. Luego la mujer se pondrá encima de él, introduciendo dentro de ella el miembro viril de su pareja para que dé comienzo la penetración. Ahora la mujer comenzará a dar vueltas de 360 grados manteniendo el pene dentro de ella y utilizando sus manos y talones para hacer los círculos. Mientras tanto, el hombre siempre puede aprovechar para acariciar a su chica y subir el nivel de excitación. Claro, siempre que no les gane la risa.

Mantequera

Una postura propia de contorsionistas, pero que por las sensaciones que provoca vale la pena intentar. La mujer debe, en una superficie plana y blanda como la cama o una colchoneta, apoyarse sobre la cabeza , el cuello y los hombros, elevando el resto del cuerpo en forma vertical y doblando un poco las piernas hacia adelante (es decir, en la misma dirección que la cabeza) para que su vulva quede “mirando al techo”. Mientras tanto el hombre debe colocarse encima y sentarse suavemente sobre ella. Por supuesto que los movimientos deben ser lentos y cuidadosos para no provocar lesiones en las cervicales

La X

Lo que hace a esta posición sexual difícil es la penetración, pues las piernas de la mujer quedan muy cerradas. Sin embargo esto facilita una mayor sensación de placer para ambos. Para realizar esta postura la mujer debe colocarse de espaldas sobre una superficie alta, como una mesa o una encimera, para quedar a la altura de la pelvis de la pareja. Ella debe elevar las piernas hasta los hombros de la pareja, para luego cruzar las piernas formando una x, de ahí el nombre. Esta posición sexual es algo complicada, pero permite mucho control de penetración al hombre.

El limbo

Ideal para los que disfrutan el sexo fuera de la cama. Se requiere un sillón individual o silla cómoda en la que el hombre debe sentarse, para que la mujer se ubique encima, de frente a él, introduzca el pene en su vagina y coloque las piernas sobre los hombros de su compañero.. Por último, el hombre levantará a la chica agarrándola de los glúteos para poder comenzar la penetración.

David Copperfield

Esta pose requiere mucha flexibilidad en la cadera de la mujer. Ella, recostada sobre la cama, apoyará sus glúteos sobre una almohada o almohadón alto, recogiendo las piernas abiertas hacia ella de modo tal que su vulva quede en primer plano desde el punto de vista de él. Las más flexibles hasta pueden descansar sus rodillas sobre la cama, a la altura de su cabeza. Es importante que el hombre no recargue su peso contra el cuerpo de ella, porque se dificulta la respiración.

El puente

Esta posición requiere, entre otras cosas, equilibrio y fuerza en la zona media del hombre, ya que es exactamente igual que la postura de “La vaquerita” para la mujer, mientras que él permanece en la postura de “puente”. Esta última, es idéntica al ejercicio de pesas que lleva el mismo nombre. El hombre recostado boca arriba, flexiona las rodillas a 90 grados y levanta la pelvis, dejando como puntos de apoyo solo las plantas de los pies y los hombros, la nuca y la cabeza. nuca-cabeza. Esta postura permite una penetración muy profunda en la mujer, pero es complicada para ambos, puesto que el hombre debe permanecer en una postura complicada y la mujer aguantar el equilibrio.

La catapulta

Es similar a la anterior, pero esta vez es la mujer la que queda boca arriba apoyada sobre sus hombros y eleva la cadera. La diferencia es que debe apoyar una pierna en el hombro de su pareja y la otra debe quedar flexionada y ser sostenida por él. El hombre, obviamente tendrá que estar de rodillas enfrente de su chica para que ella consiga mantener esa posición y poder comenzar la penetración. La mujer, al quedar con las manos libres, puede estimular su clítoris.

Araña

El hombre debe estar sentado en una superficie plana, con las rodillas flexionadas y el torso levemente hacia atrás, sostenido por sus manos. Ella, acerca su pelvis a la de él, pasando las piernas por encima y dejándolas también flexionadas. En este caso la mujer puede adoptar la misma postura del hombre o directamente apoyar su espalda contra la cama. Lo sexy de esta postura es que la pelvis de ella debe estar levantada mientras sus piernas rodean la cintura de él. Ambos apoyados con sus brazos, podrán controlar sus movimientos y pueden de ir de atrás hacia adelante en un ritmo específico.

La próxima semana, publicaremos las siguientes diez posiciones difíciles.

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