El tristemente célebre “caso 98″ de Mendoza recibió hoy el alta médica luego de 16 días internado por coronavirus en el hospital Español, según informaron desde el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes. El hombre de 33 años, quien es quizás la persona más nombrada del historial de pacientes por la enfermedad en la provincia y el organizador de una fiesta clandestina que desató una ola de contagios con epicentro en Luzuriaga y una causa en la Justicia Federal por tenencia de droga, un arma y municiones en su casa, es uno de los ocho recuperados de este domingo.
Entre las pacientes que superaron el Covid-19 también se encuentran el ginecólogo que se desempeña como prestador externo en el hospital Español -no es personal de planta- y que se contagió por una paciente vinculada a la comerciante de 55 años de Luzuriaga (esta última también dada de alta hoy).
El resto de las personas que ahora integran la lista de 96 recuperados está compuesta por dos hombres de 34 y uno de 47 años que superaron la enfermedad en el nosocomio de Godoy Cruz; otro de 22 años que estaba en el hospital Lencinas y uno restante de 35 años, en el hospital El Carmen.
Del contagio a la Justicia
La novela del “caso 98” empezó el viernes 12 de junio, cuando se confirmó que “el gordo Maxi”, como se lo conoció en los audios de WhatsApp que se viralizaron, tenía coronavirus. El hombre se habría contagiado en su lugar de trabajo al haber estado en contacto con algún transportista proveniente de una zona con circulación comunitaria del SARS-CoV-2. Al día siguiente, se dieron a conocer cinco casos relacionados a él, cifra que no pararía de crecer hasta 11 por el momento.
Así se inició una investigación epidemiológica que derivó en una causa judicial relacionada con el narcotráfico. Según se pudo saber, el paciente había organizado una reunión -cuando todavía estaban prohibidas en Mendoza- junto a 20 personas, que duró un par de días y ahí nacieron los primeros contagios.
La fiesta en cuestión comenzó el 4 de junio y terminó el 6 a la mañana. Se desarrolló en una vivienda del barrio González Galiño de Maipú, en donde había alcohol y algunas sustancias ilícitas que no solo se habrían vendido, sino también consumido.
A raíz de estos detalles, durante los últimos días, el juez federal Walter Bento abrió un expediente de oficio y ordenó a Narcocriminalidad de la Policía de Mendoza que investigara al hombre de 33 años. Es que tras un allanamiento en su casa, realizado el jueves por la noche, se halló un arma de fuego, nueve envoltorios que contenían en total 14,7 gramos de cocaína y dos envoltorios que contenían 2,8 gramos de marihuana, además de dos balanzas de precisión, municiones y dinero en efectivo.
La comerciante contagiada de Luzuriaga y el médico del Español
El viernes 19 de junio se anunció que una mujer de 55 años había dado positivo al test de coronavirus. Si bien ella también reside en Maipú, en un barrio aledaño al del “caso 98″, cómo contrajo el virus es todavía un misterio.
La mujer, que atiende un local de ropa en Luzuriaga, se convirtió en el caso 112 y construyó su propia cadena de contagios que incluye de manera indirecta al médico ginecólogo que se desempeña como prestador externo del hospital privado -no es personal de planta- de Godoy Cruz, el cual se informó el martes 23.
Es que el galeno se contagió a través de una paciente que había ido a una consulta, cuando ya estaba contagiada por una persona que había estado en contacto con la vendedora de ropa.
Estos contagios siguen sumando eslabones a sus cadenas, ya que en la jornada de hoy, el ministerio de Salud local informó los positivos de dos mujeres, una de 61 y otra de 67, ambas contagiadas por contacto estrecho con pacientes con coronavirus.
Según informaron las fuentes de la cartera que dirige Ana María Nadal, uno de ellos está relacionado con la embarazada que se contagió en la consulta al ginecólogo del hospital Español, mientras que la segunda se conecta con la comerciante de Maipú.
