Mucho se advierte sobre los efectos negativos del consumo de tabaco pero lo cierto es que los fumadores en general los conocen y no por ello dejan el hábito.
Quizás es más convincente pararse desde una perspectiva positiva y señalar los beneficios de dejar el consumo: el asunto es que ni bien se decide dejar de hacerlo el cuerpo empieza a mostrar mejoras y tal medida repercute directamente en la salud y la calidad de vida.
Esto independientemente de la edad o el tiempo que se lleve fumando. Viene bien repasarlo justamente hoy, el Día Mundial Sin Tabaco, que puede actuar quizás como una invitación.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la agencia nacional de salud pública de Estados Unidos realiza una enumeración de las virtudes de tal decisión.
Entre ellos, expresan cómo el organismo reacciona positivamente tan solo unas horas después.
“Después de que usted fuma su último cigarrillo, se comienza a producir una serie de cambios positivos en su cuerpo, que continúan por años”, afirma en la publicación. Advierten que se trata de reducciones en los riesgos a partir de la cesación del tabaquismo comparada con seguir fumando.
1) Luego de unos minutos: se reduce la frecuencia cardiaca
A las 24 horas: El nivel de nicotina en la sangre se reduce a cero y el nivel de monóxido de carbono en la sangre se reduce al de una persona que no fuma
2) De 1 a 12 meses: Se reduce la tos y la dificultad para respirar
3) De 1 a 2 años: El riesgo de ataque cardiaco decrece intensamente
4) De 3 a 6 años: El riesgo añadido de cardiopatía coronaria se reduce a la mitad
5) De 5 a 10 años: El riesgo añadido de cáncer de boca, garganta y laringe se reduce a la mitad. Además, se reduce el riesgo de tener un accidente cerebrovascular
6) 10 años: El riesgo añadido de cáncer pulmonar se reduce a la mitad después de entre 10 y 15 años. Por otra parte, se reduce el riesgo de tener cáncer de vejiga, esófago y riñón.
7) 15 años: El riesgo de cardiopatía coronaria se reduce a casi el de una persona que no fuma
8) 20 años: El riesgo de cáncer de boca, garganta y laringe se reduce a casi el de una persona que no fuma. Además, el riesgo de cáncer de páncreas se reduce a casi el de una persona que no fuma. Hay que agregar que el riesgo añadido de cáncer de cuello uterino se reduce a aproximadamente la mitad.