Cada 1 de junio se celebra el Día Mundial de la Leche desde que así lo estableció la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, con la intención de reconocer la importancia de la leche como alimento mundial.
Más allá de que miles de estudios lo avalan, es de público conocimiento que el consumo de leche es primordial para la vida diaria, sobre todo para los niños. Entre otras cosas por su alto contenido en calcio, que ayuda a fortalecer los huesos y dientes y reduce el riesgo de osteoporosis o debilidad de los huesos en la edad adulta.
Además, la leche y sus derivados aportan nutrientes como proteínas, vitaminas A, B1, B2, B12 y D. Es importante destacar también que las necesidades de productos lácteos dependen de los requerimientos de calcio, por lo que las porciones variarán según edades. En población escolar (2 a 9 años) y en adultos, de 3 a 4 porciones al día; mientras que durante el periodo de adolescencia (10 a 18 años), embarazo y lactancia, se deben alcanzar 4 porciones.
Mientras que en la adultez es más fácil consumirla, motivados conscientemente de los beneficios que tiene; no sucede lo mismo con los más chicos. Muchas veces, a los niños no les gusta consumir leche como tal y se hace difícil que la incorporen a su dieta diaria, lo que puede traer problemas en su crecimiento y salud en general.
Ante esos casos, más que imponerla como alimento a la fuerza, es recomendable buscar alternativas y diferentes formas para que los niños la consuman, con recetas que tengan a la leche como protagonista.
Cinco preparaciones para que los niños consuman leche
- Yogur: es una de las maneras más apropiadas para que cualquier niño se anime a tomar leche. Es cierto que en cualquier supermercado puede comprarse este alimento, pero hacerlo en el hogar es sencillo y además permite conseguir un producto mucho más natural. Para elaborarlo sólo se hace necesario contar con un litro de leche, un yogur casero y una cucharada de leche en polvo.
- Arroz con leche: es un postre popular para adultos y niños por igual. Incluso los bebés pueden consumirlo sin problemas. En esos casos, es mejor utilizar una receta casera formulada para niños para controlar mejor el contenido de azúcar y, obviamente, también de la leche.
- Frutas licuadas con leche: se trata de una de las maneras más simples de dar leche a los niños, ya que lo aceptarán como un simple licuado de su fruta favorita. Generalmente se prepara con banana o frutilla, aunque cualquier opción viene bien y hasta pueden funcionar mezclándolas. En estos casos es recomendable no agregarle azúcar, ya que las frutas la tienen por sí solas.
- Flan: es uno de los postres más ricos para cualquier pequeño, gracias a su sabor y a su textura. Lógicamente, es mejor preparar uno casero para asegurarse que sea más saludable, y que así así pueda tomar leche sin darse cuenta. Los otros ingredientes necesarios son huevos, azúcar y agua.
- Natillas: a los pequeños de cualquier casa les encantan y el proceso de elaboración es muy sencillo. Solo es necesario contar con leche, yemas de huevo, azúcar, harina y una cáscara de limón. Es importante que se realice bien el momento de la mezcla, ya que si quedan grumos es una de las cosas que causa el rechazo de los niños.
