En el calendario litúrgico de la Iglesia Católica, el 11 de julio es el día para conmemorar la memoria de San Benito de Nursia, fundador del monacato occidental, patriarca de los monjes de Occidente y patrono de Europa. También conocido como San Benito Abad, él y su identificadora medalla son conocidos como protectores contra el diablo.
En la historia católica son numerosos los cristianos que han portado la medalla y la cruz de San Benito para contrarrestar las fuerzas del diablo. Se trata de objetos que poseen mucha tradición e historia, vinculadas al gran santo que vivió entre los años 480 y 547.
En principio, es oportuno aclarar que se desconoce el origen de la medalla. En el siglo XVII, durante un juicio de brujería en Alemania, unas mujeres acusadas testificaron que no tenían poder sobre la Abadía de Metten porque estaba bajo la protección de la cruz.
Cuando se investigó, se hallaron en las paredes del recinto varias cruces pintadas rodeadas por las letras que se encuentran ahora en las medallas. Más adelante, se encontró un pergamino con la imagen de San Benito y las frases completas que sirvieron para escribir esas abreviaturas.
La medalla, tal como se la conoce ahora, se oficializó en el Jubileo de 1880 en el contexto de los 1400 años del nacimiento del santo. Con ella, los católicos pueden obtener la indulgencia plenaria en la Fiesta de San Benito, que se celebra justamente cada 11 de julio.
Su poder de exorcismo y significado
La medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia como un elemento con gran poder de exorcismo. De hecho, las letras que tiene la medalla corresponden a oraciones utilizadas para esas ocasiones y ritos contra las fuerzas del diablo.
La medalla cuenta con dos lados, uno con la imagen de San Benito y la otra con la cruz. En la primera, a ambos lados del santo se lee: “Crux Sancti Patris Benedicti”, que significa “Cruz del Santo Padre Benito”.
Se puede ver también una copa de la cual salen una víbora y un cuervo. De manera circular aparece la oración “Eius in obitu nro. praesentia muniamur”: “A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia”. En la parte inferior central se lee: “Ex. S. M. Cassino MDCCCLXXX” (Del Santo Monte Cassino 1880).
En el reverso, en los alrededores de la cruz, estas son las letras y sus significados:
- C.S.P.B.: “Cruz del Santo Padre Benito”.
- C.S.S.M.L.: “La santa Cruz sea mi luz” (crucero vertical de la cruz).
- N.D.S.M.D.: “Que el dragón infernal no sea mi guía” (crucero horizontal).
En círculo, comenzando arriba hacia la derecha:
- PAX: “Paz”.
- V.R.S.: “Retrocede, Satanás”.
- N.S.M.V.: “No me aconsejes cosas vanas”.
- S.M.Q.L.: “Es malo lo que me ofreces”
- I.V.B.: “Traga tú mismo tu veneno”.
Un santo milagroso
La Iglesia Católica afirma que San Benito realizó muchos milagros en vida, como curar enfermos. Los testimonios cuentan que se enfrentó al demonio personalmente y practicó exorcismos, siempre con la cruz en la mano -de allí la devoción a la Cruz de San Benito-.
También fue conocido por recolectar limosna para asegurar el alimento a sus hermanos y ayudar a los necesitados. Cuenta la historia que era habitual en él consolar a muchos que se hundieron en la tristeza para devolverles el ánimo.
El “gran abad” murió el 21 de marzo del año 547, pocos días después de su hermana, Santa Escolástica. San Benito murió en la capilla de su monasterio, con las manos levantadas al cielo, como en un gesto orante.