El 22 de noviembre es el Día de la Música, fecha en que la que músicos, artistas, instrumentistas, compositores y más celebran su día por su aporte al arte. Su origen se remonta a la historia de vida de Santa Cecilia (180-230 d.C.), venerada por la comunidad católica.
Por qué Santa Cecilia es patrona de la música
Santa Cecilia o Cecilia de Roma es conocida como “la patrona de la música” y una de las mártires más veneradas de la Iglesia Católica. Su historia está envuelta en tradiciones y leyendas, ya que los datos históricos sobre su vida son limitados. Vivió en Roma entre los siglos II y III y es recordada tanto por su fe inquebrantable como por su asociación con la música.
Según la tradición, Cecilia provenía de una familia noble romana y desde joven consagró su virginidad a Dios. Fue obligada a casarse con un noble pagano llamado Valeriano, pero en la noche de bodas le confesó su voto de castidad y le habló de su fe cristiana. El hombre, impresionado por su devoción, decidió convertirse al cristianismo junto con su hermano Tiburcio. Ambos se dedicaron a ayudar a los pobres y a enterrar a los mártires cristianos, actividades que los llevaron a ser perseguidos y, finalmente, ejecutados por las autoridades romanas.
Cecilia también fue arrestada por practicar su fe en secreto. La tradición señala que la mujer fue condenada a muerte y, tras sobrevivir a varios intentos de ejecución, finalmente murió como mártir en el año 230. Durante su martirio, se dice que continuó cantando a Dios, lo que fortaleció la asociación de su figura con la música.
La conexión de Santa Cecilia con la música fue oficializada en el Renacimiento, cuando artistas y músicos comenzaron a venerarla como su patrona. Más de mil años después de su fallecimiento, en 1594, el Papa Gregorio XIII la canonizó y la declaró formalmente patrona de la música, inspirando siglos de arte, composiciones y celebraciones en su honor. La festividad quedó establecida el 22 de noviembre, en memoria de su fallecimiento fechado ese día en el año 230.
Santa Cecilia tiene su basílica en Trastévere, un barrio de Roma. Las representaciones más antiguas de Cecilia la muestran en la actitud usual de los mártires en el arte cristiano de los primeros siglos: o con la corona del martirio en su mano o en actitud de oración.
Además de arquitectura, escultura y pintura, la santa despertó inspiración para himnos, obras musicales, cuentos y mucho más.