Tras un año marcado por el virus Sars CoV-2 y sus devastadoras consecuencias, hoy es el día D. Comienza de manera simultánea en todo el país la vacunación, el primer paso en la batalla para frenarlo. Tras el arribo, ayer, de las primeras 5.500 dosis de la vacuna rusa Sputnik V, en Mendoza se hará el lanzamiento oficial en el hospital Lagomaggiore. Sin embargo, el proceso se da en un contexto no excento de dudas y con decisiones tomadas contrarreloj.
Para dar el puntapié inicial, hoy, a media mañana, será inoculada la ministra de Salud de la Provincia, Ana María Nadal, junto con médicos y enfermeros que se desempeñan en las áreas señaladas como prioritarias: las Unidades de Terapia Intensiva y las Guardias generales.
La Argentina recibió 300 mil dosis de la vacuna rusa y el Gobierno nacional se encargó de la distribución. A Mendoza, por el momento, le asignaron 11.000, de las cuales 5.500 llegaron este lunes por la mañana y las otras 5.500 se esperan para el 5 de enero.
En toda la provincia
Desde la Nación se determinó priorizar en la vacunación a los grandes aglomerados urbanos, donde la evidencia indica que se presenta una mayor proporción de casos confirmados, con transmisión comunitaria sostenida y las mayores tasas brutas de mortalidad.
En Mendoza, en tanto, se ha decidido hacer llegar las vacunas a todos los efectores públicos de la provincia, tal cual destacó la jefa del Departamento de Inmunizaciones, Iris Aguilar.
Ayer comenzó a distribuirse en el Gran Mendoza, así, llegó al Hospital Central y hoy continuarán en esta región. Luego se extenderán al resto de los departamentos y, según destacó Aguilar, aspiran a que la próxima semana todos los efectores públicos cuenten con las primeras dosis que les correspondan. Están destinadas a los trabajadores de las dos áreas señaladas como prioritarias y la idea es que se vacunen en el mismo lugar donde trabajan. En cuanto al sector privado, ayer por la tarde se mantuvo una reunión entre el Gobierno y la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados para comenzar a delinear cómo se procederá. Una de las particularidades es que hay personal que se desempeña en ambos sectores.
Aunque no se pudo informar a ciencia cierta cuántos son los médicos que deben vacunarse, se realizó un relevamiento de cuántos serían en cada nosocomio y se enviarán dosis para todos. Luego, por ser voluntario, habrá libertad para hacerlo o no. “La función de los vacunatorios de los hospitales es saber quién se va vacunar tal día y los citarán de a 5 porque se descongelan de a 5 dosis”, dijo Aguilar.
Mientras, ayer mismo, fueron vacunados quienes se desempeñan en en la guardia respiratoria y en la terapia intensiva de Covid del Hospital Central. Hoy estarán llegando al Notti al menos.
Hugo Vitale, médico intensivista del Central, fue uno de quienes se inocularon: “Estoy muy contento porque viví toda la pandemia trabajando en la terapia y tuve Covid leve. Se prende una luz de esperanza para protegernos, me parece que es un acto de responsabilidad porque tenemos compañeros a cargo y enfermos”, comentó.
El profesional dijo que, como la vacunación es voluntaria, debieron inscribirse en una lista y admitió que, entre trabajadores que conoce, la actitud respecto de la vacunación es muy disímil. Estimó que 50% está interesado y que muchos lo están evaluando. Asimismo, consideró que influye mucho la desinformación en redes sociales y que quizás incide que está muy politizado el tema.
Incertidumbres
La vacuna rusa es la primera que llega al país pero hay otras con posibilidades de incorporarse. La que ya fue aprobada de emergencia por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) es la del laboratorio Pfizer, que se está aplicando en la mayoría de los países que iniciaron la vacunación. Sin embargo, el acuerdo entre el Gobierno con la farmacéutica se empantanó y aún no se ha cerrado. La vacuna de AstraZéneca es otra que la Anmat estaría próxima a autorizar.
Respecto de la distribución, la Provincia está supeditada a lo que reparta la Nación. Por ello no saben cuándo llegarán más. Desde el Ministerio de Salud, que coordina la campaña nacional, tampoco supieron informar si de las 300 mil dosis que llegaron al país, a Mendoza le tocarán más que las 11.000 ya comprometidas. En cuanto a las segundas dosis que deberán recibir el 19 de enero quienes se inoculen hoy tampoco hay precisiones. Es que estas aún no han sido enviadas por el gobierno ruso.
Otro de los puntos sobre los que no hay información es cuándo podrá comenzar a vacunarse a los mayores de 60 años. Para el Ejecutivo nacional era prioritario, pero la demora en la publicación de los resultados por parte del centro de investigación Gamaleya, que desarrolló el inoculante, obligó a tomar precauciones. Por eso, no han sido incluídos en la estrategia de la campaña que se inicia sino que habrá que esperar que la Anmat termine de estudiar los documentos rusos.
La velocidad con que se hicieron los desarrollos, sumados a la escasa información que los laboratorios han hecho pública sobre los ensayos, ha generado cierta desconfianza entre los probables usuarios de la vacuna. Eso hace difícil anticipar qué proporción de quienes están incluidos en la población objetivo se vacunará y qué posibilidades hay de alcanzar un 60% de inmunidad para atenuar la transmisión del virus.
Pero no sólo eso, tampoco hay información clara sobre cuánto tiempo dura esa inmunidad adquirida sino que hay que esperar cómo se comporta el sistema de defensas cuando se enfrente con el virus salvaje.
La aparición de nuevas cepas en el hemisferio norte, de la mano de la segunda ola, también ha generado dudas sobre si estas vacunas pueden ser protectoras. Sin embargo, las farmacéuticas han salido a llevar calma al señalar que, o bien, la mutación es menor y por ende sí sería efectiva o, en algunos casos, por lo mismo, pueden hacer ajustes fácilmente.
Contraindicada
La jefa de Inmunizaciones de la Provincia, Irís Aguilar, detalló que la vacuna no está indicada en embarazadas, mujeres lactantes, menores de 18 años y hasta que no haya evidencia tampoco en inmunosuprimidos ni pacientes que viven con VIH.