Despedida definitiva: retiran el cableado del trole en Dorrego

Vecinos notaron el desarme de la conexión eléctrica y lamentaron la situación del histórico transporte. La STM sólo dejará los cables del recorrido Centro-Parque como un recuerdo del servicio.

Despedida definitiva: retiran el cableado del trole en Dorrego
Los troles canadienses New Flyer fueron uno de los últimos modelos en recorrer las calles de Mendoza. Se compraron 80 unidades durante el gobierno de Celso Jaque. | Foto: archivo / Los Andes

Desde el pasado jueves, operarios de la Sociedad de Transporte de Mendoza (STM) comenzaron a trabajar sobre la calle Dorrego desde Darwin hasta Amado Nervo, en Guaymallén, para desmantelar el cableado por donde circulaba el servicio del trole.

Según Daniel Vilches, presidente de la STM, la medida obedece a que el servicio no se presta desde hace años. “No hay más circulación de troles por Dorrego. No es nuestra intención borrar la memoria del trole, entendemos la nostalgia de la gente, pero hay otros grupos de transporte realizando los mismos recorridos y en este momento es difícil dar marcha atrás con este proceso, ya que hay una alta satisfacción de los usuarios de Mendotran con el servicio”, apuntó el funcionario.

Una de las ventajas del cambio es la independencia del transporte. “Si hay obras o cortes de calle, se imposibilita el cambio de curso para los trolebuses. En algunos lugares es inexplicable el uso de este sistema”, continuó Vilches en diálogo con Los Andes.

Vecinos de Dorrego notaron en los últimos días la intervención de operarios de la STM en el costado Oeste de la calle Dorrego, por donde circulaba el servicio hasta hace unos años. “Sólo han retirado el cableado y dejan los postes y el mástil de donde se sostenían los cables sobre la calle”, contó Néstor, habitante de la zona.

“El viernes siguieron trabajando desde la calle Blanco Encalada hacia el Sur, por la altura de Zapala”, sumó Gustavo Triep, otro vecino.

Foto: Archivo / Los Andes
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Vilches adelantó que el desmantelamiento del cableado continuará donde circulaban otras líneas de troles, como la de Villa Nueva y la de Godoy Cruz-Las Heras. “Sólo quedaría el recorrido céntrico (Centro-Parque); queda a definir si será un anillo abierto o cerrado”, adelantó respecto de conservar el cableado en ese sector para dejarlo como un recuerdo histórico.

Un valioso servicio

Los especialistas ya habían remarcado la importancia de revalorizar este sistema de transporte, dado que la provincia tiene una estructura de cableado única, lo cual, a su entender, hace que sea un despropósito su abandono y no requiere mayores inversiones. “Mendoza no tiene que descolgar ni un metro de los cables que tiene actualmente instalados. Debe valorar que tiene la segunda red de trolebuses más grande de Sudamérica. Hay que ver lo que pasa en otras ciudades donde hay otra mirada hacia los troles. Es una falacia considerarlos un medio de transporte obsoleto; en Suiza se utilizan”, indicó a este diario Mariano Antenore, referente de la Asociación Rosarina Amigos de Riel, en una nota publicada en 2021.

El especialista, además, destacó que hace 17 años se realizó la renovación de todo el sistema de cableado en la provincia, incluyendo la instalación de la línea Las Heras-Godoy Cruz y con eso se sumaron 100 kilómetros de redes, que tienen menos de tres lustros de instaladas. “Es una picardía que no se usen porque se puede considerar que las instalaciones están nuevas y, en extensión, la red de trolebuses de Mendoza en cuanto a cableado es la segunda de América del Sur luego de la de San Pablo, Brasil”, sentenció Antenore.

En el mismo sentido opinó Jorge Chávez, ex delegado sindical de ATE en la por entonces Empresa Provincial de Transporte Mendoza (EPTM). “El servicio de trole era el único que unía el Sur con el Norte, de Este a Oeste y siempre fue más económico y accesible para los mendocinos. Además cumplía con su función social, daba abonos para los chicos y los mayores de 70 años no pagaban, luego con Cobos se instauró la tarifa oficial”, apuntó.

Un poco de historia

En la década de 1950 inició la expansión del sistema de transporte en la provincia. Era de vital importancia debido al crecimiento demográfico. En la etapa de la posguerra, 112.778 personas se sumaron a la población de Mendoza, por lo que se decidió copiar el modelo que estaba dando muy buenos resultados en Buenos Aires: los trolebuses.

El objetivo era que el Gran Mendoza tuviera como uno de los principales medios de transporte un sistema eléctrico y ecológico, que inició con los recorridos Villa Nueva y Dorrego. Los primeros modelos fueron unos Mercedes Benz cero kilómetro que llegaron a la ciudad en tren, desde Buenos Aires. Desafortunadamente algunos fueron destrozados en el Mendozazo y quedaron fuera de servicio.

Después de los Mercedes Benz llegaron los Toshiba, en 1962, directo de Japón. Luego “los rusos” llegaron en 1984, que fueron una compra a la Unión Soviética a cambio de mosto producido por la bodega provincial Giol. Estos fueron sólo 17, pero se usaron como refuerzo de la flota. “No funcionaban para la Ciudad de Mendoza, eran herméticos porque estaban preparados para tolerar menos de 45 grados de temperatura, pero no tenían aire acondicionado”, recordó Daniel Vilches.

Foto: archivo / Los Andes
Foto: archivo / Los Andes

Más tarde,en 1988, llegaron los Krupp-Essen de Solingen, alemanes y con 15 años de uso. A pesar de eso eran considerados bastante buenos y silenciosos.

En 2008 el gobierno de Celso Jaque compró 80 troles canadienses New Flyer. Fue la compra más grande de vehículos de la historia de Mendoza. Alguna vez habían sido buenos, pero rápidamente tuvieron problemas difíciles de solucionar, producto de años de uso en un clima muy hostil, y se rompían con frecuencia. “Son demasiado viejos y no tienen buenos accesos para los pasajeros, pero los 80 troles retirados por el Metro de Vancouver son bienvenidos en una ciudad de Argentina”, se podía leer en los diarios de Canadá. Así comenzaba un artículo del diario “The Vancouver Sun” publicado en septiembre de aquel año, en el que se alegraban y sorprendían de la decisión del Gobierno de Mendoza de comprar unidades que la empresa TransLink estaba a punto de convertir en chatarra.

Los últimos modelos fueron orgullosamente argentinos: los Materfer. Se trató de un proyecto mendocino, que fue ejecutado en Córdoba.

Reemplazo por coches eléctricos

A partir de 2015, durante la gestión de Alfredo Cornejo, la flota fue perdiendo coches conectados al tendido eléctrico aéreo, que fueron reemplazados por vehículos a explosión. Así comenzaron a despedirse los típicos troles.

Durante ese período se probaron algunos coches eléctricos chinos con motores autónomos, pero la flota nunca volvió a ser ambientalmente limpia. “En la década del ‘50 el trole tuvo una época de apogeo en el mundo, pero se desmadró por malas negociaciones, compras de vehículos usados y en mal estado, se transformó en una empresa deficitaria”, sentenció Vilches.

Foto: Los Andes
Foto: Los Andes

Respecto a la infraestructura actual, el referente de la Asociación Rosarina Amigos de Riel, Mariano Antenore, declaró que es potencialmente útil. “Es obligación del Estado mantenerla porque se gastaron muchísimos millones de dólares en reponer todas esas instalaciones hace menos de 15 años”, apuntó en la nota antes citada.

Francisco Pagano, usuario y licenciado en Ciencia Política y Administración Pública, realizó una nota de opinión el año pasado en Los Andes denunciando la situación del trolebús. “Necesitamos urgentemente la recuperación de este servicio, no sólo por estético y tradicional, sino además por ecológico y económico. En un mundo altamente inestable y contaminado, los troles siguen siendo irremplazables”, analizaba.

La Sociedad de Transporte de Mendoza incorporó a su flota 18 colectivos eléctricos en julio de 2019, también llamados autobús urbano. “Si bien no es del todo energía limpia, el uso de coches eléctricos es un avance para la operación”, sentenció el presidente de la STM.

La compra se realizó porque durante 2019 y 2020 se tuvo que sacar troles ya que se incendiaban por el uso y ponían en peligro a los usuarios y a los que circulaban, según admitió Vilches.

Estos colectivos eléctricos se caracterizan por utilizar baterías de ferrofosfato y poseen freno regenerativo, que permite almacenar energía adicional en ella. Además, los vehículos cuentan con sistema de climatización frío-calor, rampa automática, inclinación lateral y cámaras de movimiento y de cobertura en puertas, para más seguridad.

Por otro lado, en diciembre de 2022 se realizó la presentación e incorporación de 20 unidades propulsadas 100 % GNC a la flota, que son las que vemos circular. Así las cosas, estas unidades parecen ser el reemplazo definitivo de los añorados troles.

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