El pasado 12 de marzo, cuando bajaba de un tren en Mar del Plata, una mujer de 62 años sufrió el robo de un dispositivo que controla un chip cerebral que disminuye los síntomas del Parkinson. La paciente, que se había sometido a esta cirugía en enero de este año, se encuentra en la desesperada búsqueda del controlador y pidió que quien lo tenga se solidarice y lo devuelva, ya que es “de vital importancia” para su salud.
Belinda Bruno, oriunda de La Feliz, sufre de Parkinson desde hace más de 20 años, Tras ser diagnosticada con distonía parkinsoniana en 2022, en enero de este año se sometió a una cirugía de alta complejidad en el hospital Rivadavia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí, los galenos le colocaron un implante cerebral que detiene el avance de la enfermedad y disminuye sus síntomas.
El exitoso procedimiento constó de la colocación de dos electrodos que “salen del cerebro y van hasta la mano derecha, donde tengo el motor que comanda lo que hay en el cerebro”, expresó la paciente. Por medio de un controlador valuado en US$43.000 -aunque sin valor de venta-, la mujer podía monitorear los parámetros del implante.
Esto lo hacía a través de reuniones virtuales con el personal médico, las cuales se extendían hasta unas dos horas. Ahora, como consecuencia del hurto, Belinda deberá viajar desde Luján, donde reside, hasta Buenos Aires, para realizar este procedimiento.
Sin embargo, una de las mayores preocupaciones de Belinda es encontrar lo antes posible el dispositivo, ya que, según confesó a TN, no hace “otra cosa que pensar en eso, estoy muy nerviosa. Pienso que si lo tiraron a la basura, ya sé que no lo tengo más. Porque puede ser que lo hayan abierto y ahí mismo lo hayan tirado a la basura. Prefiero que alguien lo tenga, que lo haya encontrado”.
Un agravante de esta desesperante situación, es que los síntomas “están volviendo”. Antes de viajar en tren a Mar del Plata, donde Belinda tiene un departamento, la mujer había solicitado la aprobación de los galenos y dejaron los parámetros del dispositivo de forma que le “resultaba cómodo para que no tuviera ningún síntoma fuerte”.
No obstante, ahora los efectos de la enfermedad están regresando y Belinda confesó estar aguantando “los síntomas que son leves y soportables”. “Ahora se me entumece la mano derecha según el movimiento que esté haciendo, y eso va acompañado con parte de la cara y del cuello, donde tengo un hormigueo”, agregó.
La desesperada búsqueda de Belinda
Tras bajarse del tren en la tumultuosa Estación Ferroautomotora en la ciudad de Mar del Plata el pasado 12 de marzo, Belinda se percató de que el maletín negro, con las siglas PINS, en el que había guardado el dispositivo ya no se encontraba a su lado.
Rápidamente, la mujer alertó al personal del transporte y comenzó a pedir ayuda. Según la paciente, el ladrón fue “alguien que estaba arriba del tren y se bajó”. Al encontrar a efectivos de la Policía Federal, Belinda solicitó su asistencia, ya que pensaba que quien robó el vital aparato estaría huyendo en ese momento de la estación, pero la fuerza no le dio ninguna respuesta favorable.
“Pensé que iban a dar aviso a la entrada, pero no tuvieron ninguna reacción y la policía tampoco. Me decían que tenía que hacer la denuncia y yo les decía que la persona se estaba yendo con mi maletín”, recordó.
Tras apersonarse en diferentes dependencias para pedir ver las cámaras de seguridad, la paciente no tuvo éxito y ahora depende de la solidaridad de la gente, o de la propia persona que se haya llevado el dispositivo, para encontrarlo.
En esta línea, Belinda emitió un mensaje para quien tenga el maletín en su posesión: “No le sirve de nada eso y para mí es de vital importancia. Ni siquiera quiero que me lo dé a mí, que lo deje por ahí. Que lo lleve a alguna ventanilla de la boletería de Mar del Plata o en cualquier lugar para que alguien pueda levantarlo. Es parte mía eso, es mi salud, es lo que tanto les costó hacer a los médicos”.
La obra social de la paciente cubrió el costo del aparato, el cual se encuentra en US$43.000, pero la paciente aseguró que ella no puede comprarlo y las instancias para obtener uno nuevo son escasas. “No sé cómo se sigue, pero comprarlo no puedo. Hablé con la empresa y me dijeron que no saben si pueden traer solo la parte que me robaron porque viene todo junto. Tampoco es que puedo usar cualquier control remoto, eso viene del exterior y es muy costoso”, manifestó.
“Estoy muy mal, desesperada. Lo que me robaron no tiene valor de venta, es algo muy específico y para mí es invaluable. Pido por favor que si alguien lo tiene que lo devuelva”, suplicó la paciente.