Homero es un perro mestizo, de pelaje claro similar al de un labrador o Golden. Pero es más pequeño, quizás del tamaño de un cocker. Tiene 11 años y padece epilepsia emocional, por lo que cuando experimenta un susto u otra situación traumática, se paraliza todo su cuerpo y deben suministrarle con una jeringa un medicamento específico. Es, además, el gran compañero de vida de Imanol Lemos, un DJ mendocino que lo busca desesperadamente desde el domingo por la noche.
“Se perdió en el Parque Metropolitano, de Maipú, en la zona de las churrasqueras el domingo 29 de septiembre a las 23:15. No es muy de alejarse a mí, porque hemos estado juntos toda la vida. Así que no sé si alguien se lo llevó o si, efectivamente, se distrajo y se fue. Porque él tiene preferencia por los caniches, y justo frente a nosotros había un caniche”, reconstruye Imanol.
Aún se lo escucha agitado cuando habla, y es por esa sensación de vértigo de haber llegado desde San José, Guaymallén (donde vive) hasta el Metropolitano (Maipú) en tiempo récord y haberse bajado corriendo del auto luego del llamado de alguien que creyó haberlo visto en este amplio espacio verde.
“Era igual, ¡te juro! Pero no era”, agrega Imanol, con una mezcla de angustia y, a la vez, sin abandonar la esperanza de encontrar a su gran amigo.
Imanol está desesperado buscando a Homero, a quien bautizó con ese nombre como indica la biblia del buen fanático de “Los Simpson”. Ofrece una recompensa económica a quien encuentre –o le devuelva- a su compañero y ha empapelado virtualmente las redes sociales con fotos y flyers donde se ve a Homero y el teléfono al que ruega que se comuniquen con información (2614689124).
Y también está pegando las hojas impresas con la foto de Homero en distintas zonas de Maipú.
Homero llevaba un chaleco tipo pretal con la palabra “Policía” escrita cuando, en un descuido de no más de 5 minutos (Imanol se había juntado a cenar unas hamburguesas con sus amigos) se perdió de la vista de su compañero humano el domingo por la noche en el Parque Metropolitano.
“Nunca se aleja tanto de mí, no es muy desapegado”, repite una y otra vez Imanol, quien –agrega- lleva tres noches sin dormir más de 3 o 4 horas, y pendiente a su teléfono y a las redes por si tiene alguna noticia de Homero.
COMPAÑERO DE VIDA
Con solo 3 meses, Homero llegó a la vida de Imanol y su familia. Rescatado de un entorno de violencia doméstica, el perrito –siendo un cachorro- fue desde el primer momento un compañero fiel.
Tanto que durante los 8 años en que la madre de Imanol la peleó contra un cáncer de pulmón, el perro fue el compañero inseparable de la mujer. Pero cuando ella falleció, Homero fue a vivir con el DJ, con quien también el vínculo había sido muy estrecho desde siempre.
“Es muy asustadizo, justamente por lo que sufrió antes de que lo rescatemos. Con decirte que se asusta con un ruido fuerte y hasta si yo, de repente, me levantó rápido”, describe Imanol.
Hace muy poquito, el perro cumplió 11 años. Y nunca se separó por tanto tiempo de su familia. Por eso es que le sorprende –y preocupa- al mendocino que su compañero de 4 patas lleve ya más de dos días (y contando…) lejos de él.
Más allá de sus 11 años y de la epilepsia nerviosa, Homero está en muy buen estado, Tiene la dentadura perfecta, no tiene el pelaje descuidado o desarreglado, ni tampoco los ojitos caídos que comienzan a evidenciarse en aquellos perros ya longevos.
Pesa 6 kilos (aproximadamente) y no es de raza, sino “pichicho pichicho, como un caniche, un poco más grande”. Así lo describe en detalle su compañero humano, sabiendo que cualquier detalle es clave por si alguien llega a cruzarlo en la vía pública.
“Maldigo el momento en que fui a comer las hamburguesas en el Parque Metropolitano, y esos 5 minutos –o menos- en que me descuidé y lo perdí de vista. Nunca había estado tanto tiempo sin nosotros”, agrega Imanol.
Y, una vez más, repite el teléfono al que cualquier persona puede comunicarse en caso de tener noticias de Homero (2614689124).
“Es impresionante la repercusión que está teniendo la búsqueda en las redes, lo está compartiendo mucho la gente. Y yo no puedo dejar de agradecer a todos por ello”, concluye.
