Desde hoy, 169.000 alumnos de toda la provincia regresan a la presencialidad absoluta. Esto implica que acudirán a clases en las escuelas todos los días y con todo el curso completo.
Se trata del primer paso en este sentido del Gobierno de Mendoza, que ha defendido con uñas y dientes la presencialidad en las aulas, aún en contra en algún momento de las recomendaciones del Ejecutivo nacional, en función de las condiciones epidemiológicas por la pandemia.
La medida fue anunciada la semana pasada e involucra a 1.200 escuelas. Será habilitada para el grupo de alumnos más pequeños, es decir, salas de 4 y 5 años, del jardín y primero, segundo y tercer grado de primaria, de establecimientos públicos y privados.
El retorno ocurre tras 504 días o un año, 4 meses y 13 días. El domingo 15 de marzo de 2020 el presidente Alberto Fernández anunció la suspensión del dictado de clases presenciales en todas las escuelas del país debido a la pandemia. En principio, era por 14 días pero la medida se extendió y fue la antesala del aislamiento social preventivo y obligatorio que se implementó desde el 20 de marzo. A fin de año volvieron a las aulas algunos grupos y este año el ciclo lectivo se transitó en la bimodalidad y por grupos o burbujas.
El criterio obedece a que se ha considerado que estos alumnos tienen menor autonomía pedagógica y, por lo tanto, necesitan acompañamiento para tomar clases virtuales.
También regresarán a las aulas alumnos de Educación Especial en atención temprana, SEOS y Centros de Apoyo Educativos.
Según se ha anunciado desde la Dirección General de Escuela (DGE), el regreso se hará manteniendo las medidas preventivas y en el marco de la defensa que hacen tanto entidades médicas como autoridades sobre que se trata de entornos cuidados respecto de la posible infección con el virus Sars CoV-2.
“Este regreso a la presencialidad absoluta será cumpliendo estrictos protocolos estipulados por el Ministerio de Salud provincial. De este modo, persiste el uso obligatorio de tapabocas durante todo el horario de cursado, el lavado de manos, la ventilación cruzada en las aulas o en los espacios cerrados y el distanciamiento entre los alumnos”, subrayan desde la DGE.
Se considerará cada grado o sala como un agrupamiento único.
Por el momento, el resto de los alumnos mantendrá el formato que tienen hasta ahora, con asistencia a las aulas por grupos y, en general, semana por medio, a lo que se suma la actividad virtual.
Desde el gobierno escolar han prometido que a mediados de este mes o en septiembre, el resto de los niveles educativos también alcanzará la presencialidad absoluta.
En marzo del año pasado, 377.000 alumnos de nivel inicial, primario y secundario de la provincia pasaron a las clases virtuales. Esto implicó dificultades para muchas trayectorias afectadas por falta de conectividad y recursos, por un contexto que no colaboró y otros factores. En noviembre, habían regresado alumnos de sexto año de escuelas técnicas para realizar las prácticas profesionalizantes.
Contexto epidemiológico
La decisión se da en el marco de un impasse en el embate del virus tras la segunda ola, que tuvo un pico en mayo. Se aprecia una mejora de los parámetros epidemiológicos las últimas semanas. Sin embargo, los especialistas anticipan inevitable una tercera ola, que podría ser durante agosto. A esto hay que sumar la amenaza de la variante Delta, en este momento una de las que más preocupa por el impacto que tiene en la cantidad de contagios.
Por el momento, cuatro provincias han identificado infecciones con ella asociados a viajeros. En tanto la Ciudad de Buenos Aires notificó dos casos sin nexo epidemiológico conocido con viajeros. En Mendoza no ha habido aún noticias al respecto pero se cree que es bastante inevitable que se disemine.
En este contexto, es que se ajustó la campaña de vacunación y es esencial llegar a la mayor cantidad de población posible con esquema completo. Esta es justamente una de las fortalezas que esgrimen las autoridades locales: sostienen que todos los docentes de estos niveles han recibido dos dosis, dado que se vacunaron de manera prioritaria.
Por otra parte, se advierte que el impacto de los contagios es bajo en este segmento. Entre los menores de 9 años, este año la proporción de contagios de Covid-19 es de 1,49% sobre el total de los casos, según detalla la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa). “Es el segmento de niños que menos se contagia y transmite el virus. Según datos estadísticos del Ministerio de Salud de Mendoza, la tasa de contagios en niños es muy baja comparada con la de los adultos. Menos del 1% de los contagios detectados semanalmente corresponde a niños de 3 a 9 años”, argumenta la DGE.
La virtualidad ha tenido impacto negativo en los aprendizajes de una proporción de alumnos pero, además, entidades médicas, psicopedagogos y autoridades educativas defienden el aporte de las escuelas en cuanto a la sociabilización, la resolución de situaciones de vulnerabilidad y acompañamiento.
Justamente la provincia ha mantenido esta postura. En ese marco hace referencia a que entidades como Unicef y la Asociación Argentina de Pediatría han avalado la presencialidad. “La educación, además de ser un derecho humano más, es indispensable para el desarrollo de las personas y las sociedades y es una herramienta del cambio y la movilidad social”, sostiene la DGE.
Cómo se hará
A través del Memorándum 222 la DGE estableció las condiciones del retorno a clases mientras que en un anexo agrega el Protocolo Marco Provincial actualizado.
Según establece, los centros educativos deben asegurar el cumplimiento de la distancia física mínima (distanciamiento social) entre todos los integrantes de la comunidad educativa. Para ello, de ser necesario, deberán redistribuir los espacios dentro de las aulas y en otros lugares de trabajo.
Deberán evitarse aglomeraciones mientras que la institución realizará un seguimiento de los motivos de ausencia de los estudiantes.
Se podrán utilizar espacios distintos al establecimiento educativo para el desarrollo de clases presenciales, tales como polideportivos, clubes, museos, bibliotecas y otros.
Además, se deberá preservar durante los recreos la distancia interpersonal de 2 metros, el aislamiento de los distintos grupos de estudiantes, el uso correcto de tapabocas todo el tiempo, la higiene de manos y otras medidas preventivas.
“Las/os niñas/os menores de 2 años de edad se encuentran exceptuados del uso de tapabocas. Las/os niñas/os de salas de 3 a 5 años de edad que cuenten con la autonomía suficiente para colocarse y quitarse el tapabocas por sus propios medios, deberían usarlo durante todo el tiempo que sea posible, en términos generales y de forma continua, excepto para comer, beber y realizar actividad física”, determina el protocolo.
También estará limitada la cantidad de estudiantes para el ingreso a los baños.
En caso de que un estudiante comience con síntomas compatibles con Covid-19 durante su jornada escolar, será trasladado a un espacio físico destinado para aislamiento transitorio. No deben asistir a la escuela los casos sospechosos de Covid-19 hasta que se descarten, los casos confirmados, los contactos estrechos de caso confirmado hasta que pasen 14 días del último contacto con un caso confirmado y los contactos estrechos de caso sospechoso.
