Un estudio publicado en la revista “The American Journal of Emergency Medicine” reveló una nueva secuela del coronavirus. Sucede que algunos hombres afectados por el virus han experimentado erecciones de más de cuatro horas de duración.
Se trata del priapismo, una afección que se produce cuando la sangre queda atrapada en el pene y que no está relacionada con la estimulación sexual.
Según explicaron los expertos, el cuerpo del pene permanece rígido, pero la punta del pene (glande) está blanda y el dolor es progresivo. En el texto se describe el caso de un hombre de 69 años que ha sufrido priapismo isquémico tras infectarse con el SARS-CoV-2.
El estudio remarca que, como ya es sabido, la infección por Covid-19 se asocia con frecuencia a complicaciones tromboembólicas y en el estudio, se describe el diagnóstico y manejo del priapismo como una complicación tromboembólica de un paciente con coronavirus complicado con el síndrome de distrés respiratorio del adulto (SDRA).
Sedado
El paciente fue ingresado en el hospital por Covid-19 y como su dificultad respiratoria empeoró tuvo que ser sedado e intubado. Cuando los enfermeros lo movieron en distintas posiciones para que circulara mejor el oxígeno una de las enfermeras notó la erección.
Ante esto, los médicos le colocaron compresas de hielo pero la erección persistió durante las siguientes tres horas por lo que le suministraron diferentes medicamentos y lograron bajar la inflamación.
Con los días el cuadro respiratorio del paciente se complicó y finalmente murió. “Sin embargo, no experimentó más complicaciones tromboembólicas y el priapismo no volvió a aparecer”, explicaron en el estudio.
Las complicaciones tromboembólicas son frecuentes en pacientes con coronavirus. En un estudio con 3.334 pacientes en la ciudad de Nueva York se observó una tasa de trombosis del 16%, 29,4% en pacientes de UCI, utilizando prácticas de detección de rutina.
Además, el informe señala que aunque de forma global los pacientes con infección por Covid-19 tienen mayor tendencia a la hipercoagulabilidad, no está claramente identificado, por estudios de suficiente calidad, el empleo rutinario de fármacos anticoagulantes en los pacientes con coronavirus.