Mendoza se encuentra atravesando un período de estabilización y ciertas mejoras en la situación epidemiológica. Si se analizan los números de los contagios detectados de coronavirus desde el mes de mayo se sostiene una tendencia a la baja. De 26.682 casos positivos durante ese mes, la curva mostró un descenso a 21.138 en junio. En tanto, con una semana aún por delante, julio contabiliza 11.467 casos positivos detectados.
Sin embargo, hay un indicador que sigue encendiendo alarmas: la tasa de letalidad. La cantidad de personas fallecidas en relación con el total de personas contagiadas de Covid-19 sigue aumentando semana tras semana.
Según la última información semanal, proporcionada por el Ministerio de Salud local, la tasa en Mendoza es de 2,50% considerando desde el primer positivo registrado y aumentó 0,05 punto respecto de la semana anterior y 0,10 respecto de la primera semana del mes. Durante este 2021, este índice ha sido mayor que el registro acumulado del año pasado (2020 terminó en 2,17%) y continúa mostrando subas, ya que pasó de 2,54% en la primera semana de julio a 2,70% en la última.
Así, la cantidad de fallecidos mantiene un preocupante ritmo estabilizado, incluso en un contexto de descenso de casos. Y si bien en el último reporte semanal se informan diez muertes menos que durante la segunda semana de julio, las cifras acumuladas de fallecidos por semana demuestran una meseta muy alta sostenida durante todo el mes.
Al respecto de esta situación, Ana María Nadal, ministra de Salud, analizó hace unos días que en un contexto de “descenso de casos” reflejado en el sistema de salud, en la ocupación de camas de terapia, en consultas y atención, “las muertes no van respondiendo a la foto actual de la pandemia”.
“Las personas que ingresan a terapia y que permanecen graves tienen un tiempo de internación bastante largo. Nosotros informamos los fallecimientos de las últimas 48 horas, pero también de fechas anteriores. Esto habla de fallecimientos en un período más largo. Los fallecimientos sí van decreciendo, porque en mayo comparado con junio y julio, en números absolutos, hay menos muertos. También hay un decrecimiento de fallecidos en julio”, explicó la ministra, en declaraciones a una radio local.
En términos absolutos las cifras muestran ese descenso que comentó la ministra, sin embargo la tasa de letalidad por mes ha mostrado aumentos significativos. En mayo, el total de fallecimientos fue de 764 con un promedio diario de 24,64, mientras que el índice de letalidad del mes fue de 2,86%. En tanto, en junio se informaron 685 víctimas fatales, con un promedio diario de 22,83% y una tasa de letalidad del 3,11%. Con una semana por delante aún, en julio se han reportado 502 decesos, lo que arroja un promedio diario de 21,82 y una letalidad mensual de 4,37%, la más alta.
Carlos Sanesi, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Central, fue quien explicó a Los Andes cuáles serían las posibles causas que derivan en esos números. “Los casos han disminuido porque estamos testeando solamente a las personas sintomáticas, no estamos testeando a los contactos”, analizó, por lo que el número de casos totales podría ser mayor y esto incidiría directamente en una disminución del índice de letalidad. “También, al haber muchas más personas vacunadas, probablemente muchas de ellas sean asintomáticas”, agregó.
El profesional también indicó que es posible que se den menos casos porque “el carácter de la enfermedad se expresa de manera ondulante” y porque ha influido el avance en la vacunación.
Respecto a este punto en relación a la letalidad, Sanesi explica que la incidencia de la vacunación cambió el grupo etario de los pacientes graves durante la segunda ola, pasando a estar en una media de los 50 años. “Probablemente la vacuna hizo una especie de selección porque esa población media de 50 años no estaba vacunada y los adultos mayores si lo estaban”, explicó. Según la Asociaciación de Clínicas y Sanatorios (Aclisa), el grupo etario más afectado es justamente el de las personas mayores de 49 años.
“Estamos con un ritmo de vacunación aceptable en relación a la primera dosis, pero muy floja en cuanto a la colocación de la segunda dosis, con tan sólo el 12% de la población con esquema completo”, analizó el médico del hospital Central, remarcando una de las posibles causas que explican el sostenimiento de la cantidad de víctimas fatales. “En países donde se ha instrumentado mejor la vacunación, también existe un porcentaje bastante importante que coincide con los grupos antivacunas”, agregó a su análisis un ejemplo para explicar cómo incide la vacunación en la situación epidemiológica de cada lugar.
Escasa cantidad de testeos
En relación con la cantidad de test realizados, considerada “escasa” por Sanesi, los datos verifican un descenso de los mismos en el último mes. El promedio de test realizados en lo que va de julio es de 2137 determinaciones (PCR y test de antígenos) por día. El 6 de julio se registró la mayor cantidad de testeos realizados con 3.332.
A partir de ese día, en la provincia no se volvió a registrar una cifra de testeos superior a 3.000. Por otra parte, el día que menos se realizaron fue el 18 de julio con 602. Igual, también es cierto, la positividad ha ido descendiendo desde el pico de mayo.
Si se compara con los datos del mes anterior, el promedio fue de 2.485 testeos diarios, con 3.257 el día que más se realizaron, y 1.038 el día con la menor cantidad.
Estas cifras también confirman en parte lo analizado por el médico clínico Sanesi. Todas las cifras fueron procesadas con los datos informados hasta el 23 de julio.
Atrasos en la carga
Otros de los factores que para el médico del Hospital Central se reflejan en la tasa de letalidad es la demora en la carga de los registros de personas fallecidas, lo que lleva a un desconocimiento respecto del mes en el que ocurrieron, impactando posteriormente sobre el porcentaje de letalidad pero respecto de totales de casos que corresponden a otros meses.
Si se calcula la cantidad de fallecimientos informados con atrasos durante el mes de julio, el promedio es de casi 14 por día, mientras que el promedio de los fallecimientos correspondientes a las 48 horas previas a cada informe diario es de 8, siendo 10 la cifra más alta reportada en este caso.
Mientras que en los fallecimientos atrasados, el 7 de julio se informaron 19, la cifra más alta del mes. Ese número sólo estuvo por debajo de diez en tan sólo dos días de lo que va de julio con 8 informados el 5 y 9 fallecimientos atrasados al 12. El día que más diferencia hubo se registró el pasado domingo 18, cuando se informaron 4 muertes durante las 48 horas previas y 16 correspondientes a fechas anteriores.
Tan sólo un día de julio, el lunes 5, el número de fallecimientos ocurridos en las 48 previas fue mayor a la cifra de decesos con carga atrasada.
Del 2 al 8 de julio, se informaron 162 decesos; del 9 al 15, 155 víctimas fatales y en la última semana 145 fallecidos. La particularidad que también presentan los tres últimos informes es que mantienen cifras muy similares tanto en los fallecimientos ocurridos durante la semana y los fallecimientos notificados en SISA con fechas posteriores.
En el primer caso, se mantienen en una franja entre 67 y 51 fallecimientos, en orden decreciente por semana, mientras que en el segundo caso la cifra es mucho más elevada manteniéndose por encima de los 90 fallecimientos reportados con atrasos durante cada semana.
En tanto, si se analizan las cifras de los informes diarios de junio, el promedio de fallecimientos informados con fechas anteriores y el promedio de las muertes ocurridas en las 48 horas previas es prácticamente el mismo con 11 puntos, sólo varían por algunos céntimos. Lo que confirma una de las hipótesis respecto de una acentuación en la demora de la carga.