Decidieron demoler el persa incendiado y algunos feriantes resisten para impedirlo

Desde la secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de Mendoza explicaron que se les dieron varias alternativas y que es el privado el que pidió derrumbar el galpón para un nuevo emprendimiento comercial.

Un grupo de 15 personas piden más tiempo para dejar de vender en la vereda del predio de la General Paz. Foto: Orlando Pelichotti
Un grupo de 15 personas piden más tiempo para dejar de vender en la vereda del predio de la General Paz. Foto: Orlando Pelichotti

Hace cinco meses, la Feria Persa ubicada en la calle General Paz sufrió un devastador incendio que afectó a 65 familias, que quedaron sin continuidad laboral. Algunos de los feriantes fueron reubicados en la actual Feria La Alameda, mientras que otros continuaron trabajando de manera provisional en la vereda del antiguo predio, con una autorización provisoria.

Sin embargo, debido a las fuertes ráfagas de viento zonda y a la solicitud de los propietarios de derribar las estructuras que quedaron en pie, la demolición de los restos del lugar se llevará a cabo este martes.

Esta mañana, un grupo de aproximadamente 20 feriantes intentó impedir la demolición, mientras que la Policía y los agentes de seguridad intentaban persuadirlos para que se retiraran, ya que se trata de una decisión externa del municipio y de los dueños del terreno.

Los feriantes afectados solicitaron más tiempo para encontrar otro lugar y seguir trabajando, expresando su deseo de que se les brinde mayor tiempo y apoyo. Los emprendedores consideran que la calle Mitre podría ser una alternativa, pero no la consideran atractiva para las ventas. Exigen que se les informe adecuadamente y que se les dé la oportunidad de participar en la toma de decisiones, ya que las opciones ofrecidas hasta ahora no han sido suficientes para todos los afectados.

El secretario de Desarrollo Económico, Lorenzo Nieva, explicó que, desde el principio, por decisión del intendente Ulpiano Suarez, se ha brindado apoyo a los feriantes con un subsidio de 50.000 pesos y una línea de crédito de hasta 1.5 millones de pesos para capital de trabajo. “Se han buscado diferentes opciones para proporcionarles un nuevo lugar. La Municipalidad ha estado involucrada en identificar espacios y coordinar reuniones para apoyar a estas familias”, apuntó.

Ex feriantes que trabajaban en la vereda resisten la demolición del lugar, que quedó destruido por un incendio, en febrero. | Orlando Pelichotti / Los Andes
Ex feriantes que trabajaban en la vereda resisten la demolición del lugar, que quedó destruido por un incendio, en febrero. | Orlando Pelichotti / Los Andes

“La gente que está ahí en la vereda es porque quiere estar ahí. Después de cinco meses, es la empresa privada la que pide la demolición. Ayer mismo le planteamos esto y no pueden vender con un galpón que se va a tirar abajo”, insistió el funcionario aclarando que los siguen apoyando y que están a disposición, inclusive para intermediar con la Cámara de Comercio de Mendoza para que puedan alquilar un local.

Ahora la decisión depende de ellos. De ver cómo van a seguir trabajando, nosotros los acompañamos en todo lo que pudimos y se hizo mucho”, cerró Nieva.

Hasta después del mediodía, un grupo de 20 personas impedía que se llevara a cabo las tareas de derrumbe. Además se hizo presente la propietaria del lugar para pedir que se retiren y que permitan las tareas.

Incluso, la Municipalidad realizará un cerco perimetral para resguardar el paso de los vecinos que transitan por el lugar.

“Lo único que pedimos es un poco más de tiempo. Somos gente de trabajo que necesita seguir para poder comer y pagar nuestros impuestos”, dijo una de las feristas.

Otro de los vendedores ambulantes manifestó que tienen un lugar en vista, pero que todavía no se pueden ir a trabajar a esta locación, por lo que plantearon la necesidad de una prórroga.

“Vinieron de un día para el otro y nos dijeron que nos teníamos que ir. Nunca apareció la dueña a decirnos nada y el lunes supimos que lo iban a demoler. Quiero aclarar que el Paseo de La Alameda no alcanzaba para todos nosotros y por eso algunos nos quedamos acá”, remarcó otra de las mujeres que estaba trabajando con una manta en la calle.

A pesar de que llegó la policía y también siempre permaneció en el lugar la empresa que iba a hacer los trabajos de demolición, el grupo se mantuvo unido y en la convicción de no moverse ni un centímetro del lugar.

En el transcurso de la mañana, Nieva también se hizo presente en el lugar para hablar con las personas que allí trabajan que manifestaron su intención de volver a quedarse toda la noche.

“No nos han dado una respuesta y lo que queremos ahora es una audiencia con el intendente Ulpiano Suárez. No nos vamos a ir hasta que nos otorgue una audiencia y podamos plantearle que necesitamos quedarnos un tiempo más, hasta que eso no pase, ya resolvimos que nos vamos a quedar el tiempo que haga falta”, recalcó otro emprendedor.

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