Una vez Mark Zuckerberg, propietario de Facebook, Instagram y WhatsApp, compartió una foto con un detalle llamativo: su computadora tenía la cámara tapada con una cinta. ¿Por qué? Para evitar que lo espíen. ¿Es suficiente taparla para evitar espionaje? Claramente no, pero es altamente efectivo.
Sin embargo, el método de Zuckerberg es extremo y poco sutil. Lo que hacemos en internet es muy fácil de rastrear y menos evidente que una cámara apuntando a nuestra cara.
Hablar sobre viajes derivará en ofertas en Instagram o promociones en Gmail y googlear el precio de un teléfono se convertirá en un bombardeo publicitario en Facebook y en YouTube.
Esas estrategias empresariales aumentan nuestra paranoia y no dejamos de pensar en una sola cosa: cuántos de nuestros datos son utilizados con fines desconocidos.
Cuánto “espían” las aplicaciones a sus usuarios
Que las aplicaciones usan nuestros datos personales para orientar publicidad no es novedad, pero la duda es ¿cuánta información obtienen de cada usuario? Miguel Angel Mendoza, especialista en Seguridad Informática del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica, dialogó con Los Andes para explicar el fenómeno.
La primera aclaración que hace el especialista es que la puerta la abrimos nosotros al aceptar las condiciones de uso de cualquier aplicación, ya que al instalarlas nos dice a qué datos accederá. “Lamentablemente no muchos leemos esos términos. Además de ser extensos, los aceptamos sin revisarlos. Aunque también es un hecho que si no aceptas esos términos no puedes utilizar la aplicación”, señala.
Al aceptar y usar una app mucha información se utiliza para publicidad dirigida ya que sabe qué busca un usuario o qué intereses tiene. ¿Califica esto como “espionaje”? “Nosotros no lo llamaríamos espionaje porque si no entrarían dentro de la categoría de spyware y no las detectamos de esa manera. Facebook o TikTok operan dentro de las características que determinan sus condiciones de uso y, recién cuando se incumple o no se tiene la autorización del usuario para acceder a cierta información, entonces sí se puede considerar software espía”.
Cuánto y cómo se exceden las apps
En ESET, una de las marcas de antivirus más reconocidas, tienen una denominación para las aplicaciones potencialmente no deseadas. Se les llama PUA (Potentially Unwanted Application) y son aquellas que “podrían generar algún tipo de daño al usuario”, explica Mendoza.
Cita como ejemplo lo que pasó hace algunos años con las app de linternas que al instalarse pedían geolocalización o acceso a los contactos, requerimientos que son innecesarios cuando en teoría su función era simplemente apagar y prender el flash a voluntad.
“Si notamos que la aplicación está pidiendo muchos datos para una función sencilla, simplemente no deberíamos instalarla y buscar otra aplicación más segura”, advierte.
El peligro del oversharing
Para una empresa, ser descuidado con los datos de los usuarios no sólo los hace perderlos sino que también les sale caro. Por eso los gigantes como Facebook, Apple o Google invierten en seguridad. “Hay una mayor preocupación por la ciberseguridad porque puede tener muchas implicaciones. Son blanco de ciberataques efectivos por la gran cantidad de información que recaban”, señala el experto.
Explica también que no es sólo un problema de las compañías y que es fundamental evitar el oversharing, que es la acción de un usuario a compartir demasiado en una red social. Contar detalles de dónde vamos a estar, a quién vamos a ver o mostrar fotos íntimas se vuelve un peligro potencial, ya que son datos que pueden ser usados de forma maliciosa.
Fenómeno TikTok: ¿peligroso o inofensivo?
TikTok enfrenta por estos días fuertes críticas y no sólo por la avalancha de adultos en pandemia haciendo el ridículo en la app. La gran cantidad de datos a la que accede la aplicación china es lo que enciende las alarmas de la administración de Donald Trump. Su temor es que el gobierno chino utilice esa información contra su país. Sin embargo, por ahora sus sospechas no tienen base real. “Es importante mencionar que hasta el momento no se tiene evidencia concreta de cómo está siendo utilizada la información del usuario en TikTok. Se han hecho investigaciones pero nunca se han mostrado resultados concretos sobre cómo explota esa información o si hace un mal uso de estos datos”, explica Miguel Angel Mendoza, especialista en Seguridad Informática de la empresa ESET.
Mientras tanto la app de música y video no para de crecer. Su atractivo es su usabilidad, ya que la creación y edición no requiere de herramientas externas. Así, en números, TikTok fue descargada 315 millones de veces en el primer trimestre del año y alcanzó 2.000 millones de descargas, duplicando su total de hace un año y medio.
Cómo controlar nuestra privacidad
Si la disyuntiva es usar las aplicaciones más populares arriesgando datos o quedarse afuera, el especialista Miguel Ángel Mendoza ofrece una alternativa: “El usuario puede aceptar las condiciones de una app pero decidir qué compartir”.
Así, recomienda algunas opciones:
• Desactivar la geolocalización y utilizarla cuando sea necesario.
• Configurar nuestro perfil para que sea privado.
• No instalar aplicaciones de terceros que pidan datos innecesarios para funcionar.
• Evitar compartir información personal detallada.
• Abrir el micrófono o la cámara sólo para su uso específico.