Entre Guaymallén (Mendoza) y Asunción (capital de Paraguay) hay poco menos de 1.800 kilómetros. La primera vez que completaron este tramo, en mayo, Verónica, Fabián y su hijo Efraín (6) lo hicieron en avión. Sin embargo, el costo de los tres pasajes aéreos es muy difícil de abordar para esta familia, a la que no le sobra nada (de hecho, muchas veces les falta).
Por esto mismo es que la semana pasada repitieron el viaje, pero esta vez en auto y en compañía de Elsa (67), mamá de Vero y abuela de Efra. El niño, quien nació con una parálisis cerebral y vive en Guaymallén con sus padres, está a la mitad de un complejo y costoso tratamiento con células madres. Y es por este motivo por el que ya ha viajado dos veces a Paraguay, porque allí se encuentra la clínica donde está completando el tratamiento.
“El médico lo vio al Efra y nos dijo que lo notaba mucho menos duro, en especial en los brazos, que es donde más se nota lo que le pasa. Y ya nos dijo que con dos sesiones más alcanzaba y terminaba”, resume –entusiasmada- Verónica Morales, mamá de Efraín Dalcecco, sobre el balance de lo que fue su segunda sesión.
Porque, después de 1.800 kilómetros recorridos en auto en casi 40 horas, Efra pudo completar su segunda sesión con la ilusión de que este tratamiento médico sea lo único que pueda mejorar su calidad de vida. Claro que aún restan otras dos sesiones, y no son nada baratas (3.000 dólares cada una).
Con el objetivo de recaudar el dinero suficiente para completar de una vez por todas las 4 sesiones indicadas, Efra y su familia continúan con la campaña solidaria. Además, están realizando bingos, eventos solidarios y otras actividades. Porque la próxima sesión ya tiene fecha: 15 de julio. Y cada segundo y minuto que transcurre es un pasito más cerca de esta fecha.
Cruzaron toda Argentina en auto para que Efra pudiera seguir su tratamiento
El 20 de mayo pasado, en la sede paraguaya de la clínica Mercoplab, Efra completó su primera sesión. En aquella oportunidad, Alejandra (una médica mendocina que vive en Inglaterra) ayudó a la familia a costear los 3.000 dólares que costó el primer encuentro. Fue luego de conocer la conmovedora historia de Efra a través de una nota de Los Andes.
Así fue como, en avión –y gracias a la ayuda de la comunidad y a distintas acciones solidarias que encararon la familia y el Comedor Horneritos (El Algarrobal)-, Efra y sus papás pudieron viajar a Asunción a fines de mayo. Pero, de cara a la segunda sesión –que tenía fecha para el sábado pasado-, decidieron reducir gastos.
“Lo que uno se ahorra al no viajar en avión es abismal y esa plata nos permitiría pagarle otra sesión a Efra. Por eso lo hablamos con mi esposo y mi mamá, que es quien puso el auto, y decidimos ir a Paraguay por tierra”, cuenta Verónica desde el puesto de venta de maní y garrapiñada que atiende en la esquina de Garibaldi y San Martín (Ciudad de Mendoza).
Fue Elsa, la abuela de Efra, quien puso su Fiat Palio. ¡Y hasta se puso en el asiento de conductor durante algunos tramos! “¡Bonita mi mamá! Estaba re entusiasmada por ir, por acompañar al Efra. Y se la re banca, maneja y todo”, acota la mendocina.
Con la cita confirmada para el sábado 17 de junio –y el fin de semana largo, en Argentina, por delante-, el jueves 15, Efra, Verónica, Elsa y Fabián salieron por las rutas argentinas. A las 6 de la mañana, con el cielo aún oscuro y el frío sin darles tregua, la familia entera partió a bordo del auto de la abuela de Efraín.
Alternándose por turnos para ir al volante, la familia completó las primeras 12 horas prácticamente sin interrupciones, hasta que cerca de las 18 hicieron la primera (y única) para para descansar. Fue en Santiago del Estero, casi en el límite con Chaco.
“Fue toda una experiencia hacer el viaje en auto, recorrer lugares por los que no habíamos andado nunca y guiados solamente por el GPS. ¡Bendito sea el GPS!”, recapitula Verónica sobre el viaje que los llevo a recorrer el país de oeste a este y hasta, finalmente, cruzar a Paraguay.
Tras hacer noche en Santiago del Estero, los 4 partieron a las 6 de la mañana del viernes, ya con la meta de no detenerse hasta llegar a la capital paraguaya. Habrán sido, según sus propios cálculos, entre 12 y 14 horas más.
“El Efra iba en una butaca, atrás. Llevábamos almohadones, colchas y de todo. ¡Parecía una casilla rodante el auto!”, sigue –siempre sonriente- Vero. En la ruta, durante la madrugada, a los mendocinos los sorprendió la neblina también, lo que los llevó a ir con todos los sentidos en alerta y a disminuir considerablemente la velocidad.
“Fue un viaje largo y arduo; pura ruta, puro campo. La verdad es que agradecemos que esto sea en invierno, porque creo que en verano no hubiésemos podido hacerlo. Dios sabe cuándo y por qué pasan las cosas”, sigue la mamá de Efra.
Y aunque fue más económico que viajar en avión, debieron poner el auto a punto para el viaje (desde la RTO hasta cambiar algunas cubiertas. “¡Por suerte existen las tarjetas de crédito!”, acota.
Segunda sesión: ¡adentro!
A las 8 del sábado 17 de junio, Efra, Elsa, Verónica y Fabián estaban en las instalaciones de la clínica Mercoplab en Asunción. A esa hora tenía agendada la segunda sesión Efraín, quien –de acuerdo a lo relatado por su madre- la atravesó de una manera mucho más calma este segundo encuentro.
“El Efra estuvo mucho mejor, ya iba preparado y sabiendo qué iba a pasar. Y aunque estuvo un poco invadido, pudo dormir mucho más tranquilo. Nosotros también estuvimos más tranquilos”, se sincera la mamá del pequeño, quien se ilusionó con la confirmación del médico de que con dos sesiones más habrá finalizado el tratamiento.
Ni bien Efra terminó la segunda sesión, la familia volvió a subir al auto y regresó a Mendoza. Y ya pensando en lo que será la tercera y penúltima cita.
“La vuelta fue mucho más tranquila. Porque no teníamos un día y una hora con la que cumplir, como teníamos a la ida y que estábamos desesperados por cumplir. Y si bien es cierto que te demorás un montón otra vez, lo bueno es que ya es para llegar a tu casa”, acota.
Próxima estación: 15 de julio
Desde la clínica Mercoplab le dieron una nueva cita a Efra: el sábado 15 de julio. Esa es la fecha agendada para la tercera sesión. “Quién hubiese dicho que ya tendríamos dos sesiones hechas y confirmada la tercera”, piensa, en voz alta, Verónica Morales, mamá de Efraín.
Para cada una de las sesiones que restan, la familia debe juntar 3.000 dólares. Y, teniendo en cuenta que no les sobra absolutamente nada, siguen con las campañas solidarias para reunir fondos. Ya tienen algo de dinero, y ayer realizaron un bingo solidario. Además, el domingo se realizará una expo en el Camping Viñas de Vieytes (Maipú), en beneficio de Efra.
“Estamos muy cansados, pero no hay que aflojar justo ahora. Porque todo va a valer la pena”, concluye Vero.
Quienes puedan y quiera ayudar a Efra y su familia a conseguir los fondos para terminar el tratamiento, puede colaborar económicamente. Vía Mercado Pago se pueden hacer donaciones al CVU 0000003100042252239200, o al alias AHORA-POR.EFRA (CUIT/CUIL 27348723486). También hay una cuenta de Instagram @ahora_por.efra.