A los últimos días de febrero, comenzando marzo, en la zona rural de Mendoza a esos días los conocen como “la época de las arañas”. No es porque sí. Por las noches las arañas se descuelgan de los marcos de las puertas para cazar su alimento y, cuando los humanos de esas casas pasan por allí, se llevan por delante las telas de araña. Es una época especial. Las arañas tratan de aumentar su ración de alimentos antes de la llegada del frío. Esa sensación pringosa de la tela pegándose en la piel, es incómoda, a veces preocupante, pero nada peligrosa.
Es que, de las 50.000 especies de arañas que hay en el planeta, 800 están en el país y de ellas solo tres tienen una picadura que merecen atención médica. Y, de esas tres, solo dos tienen capacidad para vivir en Mendoza. Y las picaduras de esas dos hace mucho que no provocan una muerte en la provincia.
“Solo hay tres especies en el país que tienen interés médico”, dijo Sergio Saracco, el médico más respetado en Toxicología en Mendoza. “Una es la viuda negra (Letrodectus), otra es la araña de rincón (lexosceles), y la Phoneutria nigriventer, conocida como la araña de los bananos”. La más agresiva y peligrosa es esta última, pero no existen en Mendoza ya que son de zona tropical. En cambio, sí hay viudas negras y arañas rinconeras, que son especies autóctonas y que están también en el resto del país.
Aun así, hay que advertir que, si bien requieren atención médica, ninguna de las dos, ni la viuda negra ni la araña de rincón, producen picaduras que actualmente sean mortales.
Ambas picaduras necesitan atención, pero no es necesario accionar desesperadamente, ya que ambas permiten que pasean varias horas antes de recibir atención médica.
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Una viuda negra (letrodectus) en una finca de Algarrobo Grande, en Junín, Mendoza. (Foto Diario Los Andes)
Esa señora morocha
La latrodectus o viuda negra, vive al aire libre y casi siempre está refugiada debajo de troncos caídos, entre la leña, entre plantas o debajo de escombros.
“Cuando comenzamos a recibir casos de picaduras de viuda negra, sabemos que comenzó la cosecha de ajo”, contó el doctor Saracco. Y esa “temporada” de picaduras se extiende hasta el fin de la Vendimia. Esto es entre octubre y mediados de abril.
“Busca refugio en cámaras de agua, en pozos, en lugares tranquilos. Trata de escapar del humano”, dijo el médico.
Las picaduras de la latrodectus suelen producirse en las extremidades, (brazos y piernas) por lo que se recomienda trabajar en el exterior bien cubierto, con mangas largas y guantes, además de calzado de caña alta en lo posible o pantalones cerrados en los tobillos.
La picadura de una viuda negra no pasa desapercibida. Produce ardor y dolor en forma inmediata y, a los 15 minutos, ese dolor se propaga a todo el miembro donde se produjo la picadura.
Como esta araña tiene un veneno neurotóxico, genera una afectación del sistema nervioso central que produce una gran cantidad de adrenalina, por lo que la persona afectada está nerviosa, exaltada, con la frecuencia cardíaca aumentada, las pupilas dilatadas y posiblemente hasta con una alza de presión y también puede presentarse sudoración, náuseas y salivación abundante.
Aunque estos síntomas parezcan preocupantes, la picadura muy difícilmente ponga en riesgo la vida del paciente y hay tiempo suficiente como para desplazarse del sitio donde se produjo la picadura hasta el hospital donde le suministren el antiveneno. Eso sí, el paciente tendrá una convalecencia prolongada, que va de un par de semanas a un mes.
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Araña de rincón (lexosceles) Gentileza)
Tímida y friolenta
La araña de rincón suele vivir dentro de las viviendas. Escapa a la luz, así que suele esconderse en placares, entre la ropa, dentro de los zapatos, detrás de los muebles, hasta entre las sábanas. “Como hacían nuestras abuelas, la mejor forma de prevenir las picaduras de la araña de rincón es sacudir bien la ropa”, sostuvo Saracco.
Provoca una picadura que, a diferencia de la de viuda negra, puede pasar desapercibida al comienzo y recién detectada varias horas después.
La zona de la picadura suele ser en el tronco del cuerpo, por el contacto con la ropa donde se refugió la araña. El color de la zona va variando a medida que pasan las horas. Incluso al comienzo puede ser confundida con cualquier otra picadura. Por eso, cuando se inicia la atención médica, suele suministrarse corticoides al paciente. Si este reacciona satisfactoriamente, era una picadura común, si esto no sucede, la picadura era la de una araña de rincón.
Al comienzo la zona de la picadura es rojiza, luego va teniendo sectores pálidos, luego un violáceo irregular y más tarde se forma una placa marmórea. Eso sucede porque el veneno produce necrosis en el tejido. Eso producirá después una cicatriz muy marcada.
“La posibilidad de que el veneno ingrese al torrente sanguíneo es muy bajo. Cuando ocurre, puede haber una afectación de los riñones, que requerirá diálisis”, indicó el médico.
Sin embargo esto sucedería si no hay atención médica y no se suministra el antiveneno.
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Picadura de una araña de rincón (lexosceles) (Gentileza)
Hay tiempo, hay antídoto
“No hay que desesperarse. Los tiempos de atención después de una picadura, son amplios”, insistió el médico Sergio Saracco que, además de su profunda especialización en Toxicología, tiene la virtud de ser pedagógico, como si siempre estuviese dando clase en la facultad.
“Los sueros están disponibles en todos los hospitales regionales y en algunos que, por su ubicación estratégica, es recomendable que tengan alguna dosis”, indicó.
Así es que, por las distancias, hay antivenenos en los hospitales de San Rafael, Alvear y Malargüe. En el Valle de Uco la zona está cubierta por el Scarabell, de Tunuyán, mientras que la zona Este está cubierta por el Perrupato, en San Martín.
A estos se suman los hospitales centrales Lencinas y Notti y, en temporada de riesgo, “se envía alguna dosis para stock a Uspallata”, indicó Saracco.
En toda la provincia se producen unas 100 picaduras de arañas necesarias de atención médica.
No hay registros de muertes producidas por picaduras de viuda negra y para encontrar el último caso grave de picadura de araña de rincón hay que retroceder diez años.
Los antídotos son producidos en el país por el Instituto Malbrán y proceden del plasma de caballos que han generado anticuerpos después de haber sido inoculados sistemáticamente con veneno de alguna de las arañas