Chile renovó oficialmente su representante político en Mendoza, el cónsul general. Este viernes asumió en el cargo David Quiroga Hinojosa. No es algo nuevo para él, ya que más allá de la formalidad de la asunción, viene trabajando en la tarea diplomática desde noviembre del año pasado como cónsul general adjunto del saliente Eduardo Schott Stolzenbac.
“El Consulado General de Chile en Mendoza tiene jurisdicción en esta provincia, San Juan y San Luis, pero la cabecera está acá en Mendoza”, explicó Quiroga Hinojosa a Los Andes. En ese sentido, se tomó el tiempo para detallar que su rol “tiene dos grandes dimensiones: un servicio público, que implica brindar atención consular a las diversas necesidades de las personas; y la otra es la vinculación económica, social, política y cultural con Mendoza, su estructura administrativa, sus autoridades, su sector privado y su sociedad civil”.
Eso, para el nuevo cónsul, “son dos grandes componentes que son desafiantes, pero muy interesantes a la vez de abordar”. El funcionario llega con una extensa experiencia diplomática internacional a nuestra provincia, a la que calificó como “un consulado general importante, estratégico y fronterizo que exige mucha atención”. Es por eso que se define a sí mismo como una persona con “visión pluricultural”, ya que cumplió ese rol en países como Estados Unidos, Croacia, Siria, Líbano y Corea del Sur.
En Mendoza en particular, confía en que podrá “dinamizar la vinculación entre Chile y Mendoza” y profundizar la relación con los actores locales “en todas las esferas, en el sector público, el privado, y la sociedad civil”. Para lograrlo, adelantó que uno de los objetivos es realizar “nuevas obras en el Paso Cristo Redentor”, además de acciones para “intercambiar experiencias” en todos los ámbitos.
Así lo reveló en una charla en exclusiva con Los Andes, en la que opinó de Mendoza, adelantó propuestas y objetivos, y analizó el contexto “de recuperación tras la pandemia” en el que tendrá que trabajar:
- ¿Conoce Mendoza, ha podido recorrerla?
- Había venido una sola vez a Mendoza, con mis padres cuando tenía 4 años, hace mucho tiempo. No había tenido la suerte de conocerla hasta ahora, que he tenido el privilegio de vivir y trabajar en Mendoza. He aprovechado a recorrer la ciudad y también los diferentes departamentos que integran la provincia. Mi vida en general, laboral y personal, se concentra en Mendoza. He conocido bellos lugares, me llama mucho la atención los paisajes que tiene y sobre todo el respeto por el espacio público, que se nota en las plazas y calles.
- ¿Cuál fue su primera impresión de Mendoza?
- Aquí existe un respeto del espacio público, un cuidado de parques y plazas, y se nota una ciudad que tiene personalidad arquitectónica y una impronta muy pujante. Por otro lado, me ha tocado compartir con mucha gente mendocina y es gente muy cordial, muy amable y respetuosa.
- ¿Qué opina de la idiosincrasia chilena y argentina? ¿Y de la mendocina en particular?
- Comparativamente con las regiones próximas en Chile, como Viña del Mar, Valparaíso y Santiago; es diferente: Mendoza tiene una administración y una estructura organizacional que está acorde con una vida más tranquila y pausada. Esa es la diferencia con las capitales, como también Buenos Aires, que son ciudades con una velocidad muy vertiginosa en muchos aspectos. El carácter del mendocino es diferente, se preocupa por las contingencias del momento, pero no es acelerado; y en ese sentido infunde calma y tranquilidad. Hay una gran postura hacia la resiliencia, hacia aprovechar los momentos en familia y los espacios públicos.
- ¿Por qué cree que ha sido el elegido para ocupar el lugar de cónsul de Chile en Mendoza?
- Creo que tuve la suerte de ser seleccionado para venir a Mendoza porque se consideró la experiencia previa que he tenido en diferentes misiones, y la posibilidad de haber tenido una visión pluricultural. Me ha tocado vivir y trabajar en Estados Unidos, Corea del Sur, Croacia, el Líbano, Siria, entre otros, lo cual es un mosaico cultural que he podido adquirir y que me ha ayudado mucho en la carrera. Creo que las autoridades de cancillería consideraron valiosa esa experiencia en el exterior como para poder darme este desafío de estar en un consulado general importante, estratégico y fronterizo; que tiene una proximidad geográfica de un punto de conexión terrestre muy importante, y que evidentemente exige mucha atención en muchos aspectos.
- ¿Cómo va a ser la vinculación y la política de relaciones de Chile con Mendoza?
- Nuestra embajada, con sede en Buenos Aires, es la que articula toda la actividad bilateral. Puntualmente, en lo que corresponde a Mendoza, las metas que se han propuesto implican mucho desafío porque estamos viviendo una época de recuperación tras la pandemia, lo que implica una dinamización de la actividad política interna, relación con las autoridades locales y con los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), que se vio interrumpida por la fase álgida de la pandemia.
La idea ahora es dinamizar y renovar con mucha fuerza lo que ya se estaba haciendo desde antes del Covid-19, y tener una nueva mirada de la vinculación de Mendoza con Chile. A partir de los parámetros que nos indica nuestra embajada, es importante renovar esas vinculaciones en todas las esferas, en el sector público, el privado, y la sociedad civil.
- Los mendocinos siempre tuvimos un gran interés en Chile como destino, y durante la pandemia su país tuvo una política más cerrada en cuanto al ingreso al país. ¿Cómo va a continuar esa postura a partir de ahora?
- Durante la reciente visita que hizo el presidente Boric a Buenos Aires se adoptó un memorándum de entendimiento entre ambos gobiernos, y uno de los puntos de esta declaración establece el salir adelante con nuevas obras de infraestructura, sobre todo para mejorar la conectividad en el actual sistema del Paso Cristo Redentor. Hubo un trabajo coordinado entre las autoridades argentinas y chilenas para que pueda mejorarse el dinamismo del tránsito entre ambos países.
- ¿Qué otro tipo de novedades pueden adelantarse para los próximos años?
- En primer lugar, retornar a la integración de los controles fronterizos evitando la doble detención de los usuarios, algo que va a ser un estímulo a que en el futuro se realicen nuevas obras en el Paso Cristo Redentor, para que los tiempos se reduzcan y que la conectividad sea más eficiente.
Por otro lado, lo que también puedo anunciar es que se van a realizar una serie de actividades a nivel provincial con invitados chilenos en diferentes ámbitos, sobre todo en intercambio de experiencias. Por ejemplo, en áreas que van en beneficio de la ciudadanía, como seminarios para fiscales y jueces, traer artistas, promover la cultura, y acercar nuevamente a la chilenidad en Mendoza.
Tan pronto inicien las actividades, se va a trabajar aspectos de materia política: tener proximidad con las autoridades, tener el contacto para trabajar en conjunto en obras públicas, y también promover diferentes componentes de economía, cultura y sociedad, a través de iniciativas, intercambios empresariales, visitas mutuas, y que Chile también pueda contribuir a que sea una plataforma comercial para la industria mendocina.
- Acá se está dando mucho la migración de argentinos a otros países, ¿cómo ve la posibilidad de que mendocinos lo hagan a Chile?
- La migración es un derecho humano y nuestro gobierno lo tiene claro. Se han visto algunos casos de mendocinos que sean emigrar a Chile, pero fundamentalmente también desean adquirir la nacionalidad chilena, como una manera de poder asentarse y lograr la posibilidad de viajar a otros destinos. Para Chile esto no representa una dificultad mayor, el migrante siempre va a ser bienvenido, sobre todo el trabajador y el que viene a colaborar con el PBI del país. Pero no se ha visto una migración mendocina masiva a Chile, son casos puntuales.