Aquel día de la elección, en La Paz, Daniela Sánchez se había concentrado tanto en el momento que estaba viviendo que cuando escuchó su nombre la tomó por sorpresa.
“Me conecté con La Paz, disfruté cada minuto y de repente me nombraron. Fue hermoso, un instante único en el que tuve sensaciones encontradas, miedo y una profunda felicidad”, comienza señalando esta joven nacida el 24 de abril de 1997 en el distrito Villa Antigua.
-¿Qué se te cruzó por la cabeza?
- Una gran responsabilidad. Si bien todas las candidatas aspirábamos a este resultado, por el enriquecimiento que significa, también conlleva una gran responsabilidad que estoy dispuesta a asumir.
- ¿Sentís que cumplís un sueño?
- Claro. No es sólo un sueño propio sino el de mucha gente, en especial, de mis seres queridos. Siento adrenalina pura.
- ¿Cómo definís a tu departamento de origen?
- Como un lugar algo retirado de la ciudad, hermoso, cálido y tranquilo. Además, La Paz está atravesando un gran crecimiento a todo nivel: turístico, productivo, económico y social. Tiene mucho futuro, somos alrededor de 11.000 habitantes y seguimos en crecimiento.
-¿Qué aspecto es el que más te agrada de La Paz?
- Sin dudas, el hecho de que todos nos conozcamos. Somos algo así como una gran familia. Uno camina por la calle y el saludo se da a cada minuto.
- ¿Cómo crees que vas a representar a tu departamento?
- Lo haré de la mejor manera porque lo conozco al dedillo, aunque claro que estaré más “empapada” y atenta que nunca. Además me siento orgullosa de mostrar y difundir sus atractivos. Agradezco profundamente el hecho de tener la oportunidad de ser embajadora. La Paz tiene mucha riqueza, mucho para mostrar y conocer a pesar de que es pequeño.
- ¿Dónde cursaste la primaria y la secundaria? ¿Qué estudiás hoy?
- Hice la primaria en el colegio Juana Jesús Aguirre de Quiroga y la secundaria en el Galileo Vitali. Actualmente estudio secretariado comercial en el instituto Alfonsina Storni de La Paz, que brinda una gran ayuda a emprendedores y otorga cursos para oficios con salida laboral.
- ¿Cuál es tu proyecto personal?
- Mi mayor anhelo es ayudar a La Paz desde donde sea porque, a decir verdad, aspiro a irme, crecer y desarrollarme profesional y personalmente no sin antes dejar mi granito de arena y aportar un valor a este hermoso departamento.
-¿Qué nos podés contar de tu familia?
- Soy hija de Mirta Chirino y de Rodolfo Sánchez, quien falleció hace siete meses, y soy la menor de cinco hermanos: Claudio, Fabián, Laura y Rocío, todos muy arraigados a nuestros orígenes, aunque uno de ellos vive hoy en San Luis. Mi papá era un hombre grande, de 75 años, y prácticamente falleció por depresión. Era productor vitivinícola y también tenía plantaciones agrícolas de tomate y zapallo.
Llevaba 50 años de casado con mi mamá y fue doloroso porque creo que la pandemia no colaboró. Despúes de la cuarentena le costó muchísimo retomar su trabajo, que no es valorado. Pretendía que su equipo trabajara a la par suya y no lo logró. Era jubilado, pero la vitivinicultura era su vocación.
- ¿Sentís que esta elección es un homenaje a él?
- ¡Claro! Todo esto es en honor a mi papá y también para mi mamá, que siempre fue ama de casa y está muy orgullosa. Mi reinado de alguna manera era también su sueño.
-¿En qué consiste tu proyecto social?
- Está relacionado con la producción. En mi departamento, la producción vitivinícola mucho no se ve, es decir, quedan dos o tres productores grandes y necesitan apoyo. Son pocos y el trabajo es intenso, por eso gracias a ellos subsiste. Intentaré apoyar a los productores de vid porque he vivido en carne propia la situación de mi papá, que le costaba mucho todo. Observaba las desventajas y los problemas y sentía escaso respaldo.
- ¿Alguna relación sentimental?
- Sí, estoy de novia hace seis años con Cristian De Giuseppe, de 25 años, oriundo de La Paz y estudiante de Energía Renovable. Trabaja en la fábrica de ecoladrillos ¿Casarme? Todavía es lejano, pero si sucede, me encantaría que sea en mi departamento, donde están mis raíces y mis seres queridos. Eso lo tengo claro.