Mendoza históricamente ha sido generadora de artistas que han tenido proyección nacional e internacional. Esos artistas/músicos de muchas generaciones, se formaron en nuestra querida Universidad Nacional de Cuyo, en la Escuela de Música de la Facultad de Artes y Diseño, y salieron al mundo a comunicar su arte. Muchos de nuestros egresados habitan las orquestas más reconocidas en la escena nacional (Sinfónica Nacional, Teatro Colón, Sinfónica de Bahía Blanca, Salta, Mar del Plata, Córdoba, por nombrar algunos); otros egresados llevan adelante, desde muy diferentes lugares del país, proyectos musicales de enorme compromiso con la música fuera del ámbito sinfónico, y así también en otros países donde ocupan lugares en universidades de Estados Unidos y Europa, tanto en la docencia, la investigación como en la música de cámara y sinfónica.
En esta Mendoza del presente es de vital importancia acompañar, cultivar, proteger y valorar la educación en las Escuelas Artísticas, en los programas de Orquestas Infanto- juveniles de diferentes barrios e instituciones de la provincia, y otros ámbitos formativos, porque es allí donde se genera un semillero futuro de músicos y también un público sensible capaz de nutrirse del arte y pensar un mundo mejor, más justo.
Es de vital importancia que exista mayor presupuesto y decisiones políticas que valoren y cuiden nuestro arte. Es necesario que las políticas públicas tengan mayores presupuestos para nuestros artistas.
Actualmente existe una enorme comunidad de músicos mendocinos que trabajan con gran compromiso y formación específica; jóvenes y no tan jóvenes que desde la autogestión generan proyectos maravillosos y creativos, la sociedad mendocina necesita acompañar y nutrirse de ello. Para lo cual sería importante generar espacios de apoyo, leyes y proyectos de gestión que contribuyan a este desarrollo. En el ámbito de la música clásica existen festivales que ya están instalados en la agenda mendocina, tales como Música Clásica por los Caminos del Vino, Música de Cámara de la ciudad de Mendoza, Festival de Música Antigua siendo de gran interés para el público y aunque sus presupuestos son muy acotados siguen sosteniéndose en el tiempo.
Sueño con una Mendoza que cuide y acompañe a los artistas, que la música pueda llegar a los lugares más alejados y también a la vuelta de la esquina eliminando fronteras culturales, sociales o políticas, procurando una sociedad sensible y comprometida.
*Beatriz Plana es una reconocida flautista, integrante de la Filarmónica de Mendoza y docente de la UNCuyo