En el año 1996, en el transcurso del inclemente pasaje que deja atrás el otoño para dar lugar al crudo invierno, dos jóvenes y experimentados andinistas oriundos de Uspallata se extraviaron mientras intentaban hacer cumbre en el cerro El Plata (dentro del cordón montañoso que lleva el mismo nombre), en los Andes. A diferencia de las expediciones tradicionales, Leroy Villa y Nicolás Ibaceta intentaron cumplir su meta accediendo por la pared sur; una de las rutas menos transitadas y más inhóspitas del pico.
Desde ese momento no se volvió a tener rastros de los expedicionarios, pese a que durante casi un mes -en ese invierno del ’96- y durante las siguientes dos temporadas hubo un mega despliegue para dar con ellos. El detalle es que todo parece indicar que el misterio concluyó este fin de semana, a 25 años de la desaparición y luego de que un andinista encontrara en un punto casi inaccesible del cerro El Plata dos cuerpos congelados y que -aparentemente- llevan varias décadas en el lugar.
La desparición
Tras algunos días sin novedades de Ibaceta y Villa, las alarmas se activaron aquel invierno de 1996. Integrantes de la Patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza, guías de montaña y andinistas particulares concentraron todas sus energías en la búsqueda. “No solo se desplegó un operativo en ese momento, sino que durante un par de temporadas más los estuvimos buscando. La desaparición de los jóvenes andinistas fue terminando el otoño y ya arrancando el invierno; por lo que las condiciones no eran las mejores”, rememora Antonio Ibazeta, quien está a cargo del Cuerpo de Aviación Policial y de la mencionada Patrulla de Rescate. Él fue uno de los brigadistas que participó en 1996 -y los años siguientes- de la búsqueda.
“Uno de los muchachos que se extravió cursaba conmigo en la escuela de Guías de Montaña, y el otro era compañero en el Parque Aconcagua. Si llega a confirmarse que los cuerpos hallados son de ellos, sería algo muy movilizador, porque tenía una relación muy cercana con ellos”, acota a su turno el también guía, Leonardo Bazzana.
“En aquel momento se armó una búsqueda muy grande. Fuimos con los miembros de la Patrulla de Rescate, varios andinistas, gente de la escuela de guías y armamos un grupo como de 15 o 20 personas, y nos dividimos en distintos lugares del Cerro Plata para buscarlos. Estuvimos casi un mes, pero no encontramos nada. Entonces fue bastante triste”, agrega Bazzana, quien confiesa que tiene todo muy presente en sus recuerdos, “como si hubiese sido hace un mes”.
Movilizados
Al referirse a la búsqueda de ambos jóvenes durante las temporadas siguientes, Ibazeta -de la Patrulla de Rescate- se detiene en las condiciones del lugar. “Al año siguiente, ya de nuevo en verano, se siguió buscando a los andinistas. Pero la nieve acumulada en el invierno había cubierto todo, y no tuvimos novedades hasta ahora”, resalta el especialista.
El coordinador de la Patrulla de Rescate destaca, además, que la ruta en la que se produjo el reciente hallazgo -aún no logran rescatar los cuerpos- “no es una ruta para nada transitada; y aunque ha ido otra gente, es bastante técnica; para andinistas muy avanzados en lo que es conocimiento y entrenamiento técnicos”.
El hallazgo
El Plata se encuentra a 5.956 msnm; y el último fin de semana, un joven guía fue quien encontró los dos cuerpos en uno de los filos de la agreste pared sur. Este profesional se encontraba acompañando a otros expedicionarios al momento del hallazgo. Y por el estado de los cuerpos (evidenciaban que llevaban varios años congelados ya), la infructuosa búsqueda de tantos años y por los modelos y marcas del equipo que portan; todo parece indicar que se trata de Leroy y Nicolás.
Incluso, el profesional que dio con ellos en uno de los filos intentó tomarles una fotografía a los cuerpos, con intención de que pudiesen tenerse más detalles. No obstante, el dispositivo móvil estaba congelado y se había tildado.
“Primero vamos a tener que hacer una exploración, el andinista que los encontró nos ha dado una muy buena referencia. Y en base a eso, vamos a preparar el rescate”, destacó Ibazeta -de la Patrulla de Rescate-; quien confirmó que cree que entre el lunes y martes iniciarán los operativos.
Aunque resta todavía la confirmación científica y genética sobre la identidad de los cuerpos; los indicios llevan a casi dar por hecho que se tata de los dos jóvenes extraviados hace un cuarto de siglo. Por lo que este trágico misterio también se encamina a ser esclarecido finalmente y luego de 25 años; detalle que llevará -seguramente- algo de tranquilidad a los familiares de Nicolás y Leroy.
Otros casos
En mayo de 2019, también en el Cordón del Plata -aunque en la zona del glaciar El Rincón-, un andinista tupungatino que escalaba por la zona se encontró con “un bulto colorido que parecía ser un cadáver”. Tras alertar del hallazgo y concretarse el rescate, se confirmó que se trataba de Mateo Parrilla, un andinista valenciano que había desaparecido durante una expedición por el lugar el 18 de enero de 1990, y que tenía 35 años en ese momento.
La confirmación de hace casi dos años también permitió cerrar dicho misterio, y un capítulo que mantuvo su final abierto -aunque predecible- durante más de 29 años.