El 25 de junio pasado se produjo la primera gran nevada del año y algunos se ilusionaban con un buen año para los ríos mendocinos en cuanto a sus caudales. De hecho, desde Irrigación se animaban a decir que con unas precipitaciones similares a lo largo de agosto se iba a alcanzar la media luego de más de 10 años con números por debajo de ella. Sin embargo, esto no ocurrió.
Maximiliano Viale, meteorólogo e investigador del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla) del CCT-Conicet Mendoza, advirtió esta situación. “La temporada invernal 2020 de nieve en Alta Montaña está terminando seca de nuevo en la mayoría de las cuencas de los principales ríos de Mendoza, con excepción de la cuenca del río Grande en Malargüe, donde fue buena”, señaló el experto.
Viale recordó que la nieve durante el invierno es vital para nuestra supervivencia en el desierto al pie de los Andes y que en el otoño e invierno es cuando ocurren los eventos importantes de nevadas en la cordillera. Entonces, un balance a fin del invierno siempre es clave para la eficiente administración del recurso de todos los argentinos en la siguiente temporada de verano y año hidrológico.
“El balance de la nieve acumulada durante la temporada fría 2020, desde mayo a septiembre, es resumido en base al seguimiento de los registros de estaciones nivométricas pertenecientes organismos hídricos de la provincia, el Departamento General de Irrigación y de la Nación, la Red Hidrológica Nacional”, detalló.
El investigador indicó que las estaciones nivométricas son automáticas, registran la altura y el peso de la nieve sobre la superficie, lo que permite estimar el agua equivalente de esa nieve derretida. De esta manera, toda la información es enviada diariamente por comunicación satelital a las sedes de dichos organismos hídricos para su seguimiento y almacenamiento.
Un año pobre
Según señaló Viale, los registros indican que la temporada de nieve 2020 ha sido pobre en la mayoría de las cuencas de los principales ríos de Mendoza, con la excepción de la cuenca del río Grande, en Malargüe, donde se alcanzó un valor ligeramente por encima del promedio (superávit del 13%).
“En las cuencas de los ríos Mendoza y Atuel existe un déficit de nieve de alrededor de 40% con respecto a los valores promedios históricos, mientras que en las cuencas de los ríos Tunuyán y Diamante los déficits rondan el 25%. Si bien la situación deficitaria en las cuencas mendocinas predomina desde hace más de 10 años, y al parecer sería la nueva normalidad en un planeta que se calienta, los déficits de nieve de 2020 son mucho menores a los observados durante la temporada 2019”, explicó el meteorólogo.
Sucede que la temporada pasada fue una de más secas en los últimos 60 años desde que se tienen registros, con déficits de entre 70% y 80% en todas las cuencas. Y en este contexto entonces, la presente temporada representa un ligero alivio.
La ilusión de las nevadas
El especialista del Ianigla indicó que hasta el 12 junio de 2020 todo parecía indicar que los mendocinos tendríamos otro año pobre de nieve en la cordillera del centro-norte de Mendoza. Pero tras la llegada de la primera nevada importante, con el viento Zonda como socio en el llano del Gran Mendoza, ocurrieron otras tres nevadas importantes relativamente seguidas durante el resto de junio y el comienzo de julio.
“Esta seguidilla de nevadas verdaderamente nos hizo ilusionar a principios de julio con volver a tener un año normal, sobre todo porque restaban más de dos meses para terminar la temporada de nieve y, al mismo tiempo, porque investigaciones previas hechas en Ianigla-Conicet mostraron que, en promedio, entre cinco y siete eventos de nevadas significativas dejan la acumulación de un año normal”, explicó Viale.
Es decir que se necesitaba que ocurrieran al menos uno o dos eventos significativos más con gran parte del invierno por delante para volver a tener un año normal, en un contexto de 10 años secos de los últimos 12.
“Finalmente, dichas nevadas significativas nunca llegaron y la temporada 2020 de nieve está terminando como mayormente nos tiene acostumbrados: bajo una condición deficitaria”, detalló. El investigador agregó que los meteorólogos aún no se explican los motivos para que esto ocurriera (las nevadas que nunca llegaron) y es un tema que requiere mayor análisis e investigación.
Para terminar dijo que, pese al panorama actual, hay que recordar que la temporada no es tan deficitaria como en años previos, y además el sector Sur de la cordillera mendocina terminó con un año bueno en acumulación nívea, lo cual es una buena noticia para Malargüe.
El pronóstico de caudales será virtual
Por primera vez y para respetar los protocolos provinciales establecidos a raíz de la pandemia, el anuncio del pronóstico de caudales de los ríos de Mendoza para la temporada 2020-2021 será en forma virtual, a través de la herramienta Zoom.
Hoy se realizará el anuncio del pronóstico para la cuenca del río Mendoza y continuará así toda la semana, cuenca por cuenca, hasta el día viernes.
Todas las presentaciones serán a las 18 y para presenciarlas se debe ingresar a los links que están en la página web de Irrigación: www.irrigacion.gov.ar