A partir del 1 de octubre, Argentina experimentará nuevas medidas sanitarias. Una de ellas está relacionada con el uso de barbijo, que ya no será obligatorio en determinados espacios y situaciones desde la fecha mencionada. Se trata de una normativa del Gobierno nacional a la que pueden adherir o no los gobernadores en función de la situación epidemiológica. Mendoza aún no definió su postura respecto al tema.
Cuándo usarlo y cuándo no
De acuerdo con lo informado por el ministerio de Salud de la Nación, se levanta la obligatoriedad en el uso de tapabocas al aire libre solamente cuando se circule en forma individual o en burbuja, y en un espacio en el que no concurran numerosas personas, mientras que seguirá siendo de uso obligatorio en lugares cerrados y al aire libre en situaciones de aglomeración de personas o contactos cercanos.
En efecto, a partir de este sábado no será obligatorio el uso del tapabocas al aire libre, siempre y cuando no haya muchas personas juntas. En espacios abiertos y sin aglomeración de personas o contactos cercanos, el riesgo de transmisión de coronavirus disminuye considerablemente, por lo cual -en estas situaciones- no es necesario el uso de barbijo.
Sin embargo, seguirá siendo obligatorio al aire libre cuando haya aglomeración de personas (ejemplos: parques públicos con mucha afluencia de gente, juegos infantiles, eventos masivos), o en contacto cercano con otra persona (ejemplos: puestos de diarios o de comida, cola para ingresar a un comercio).
El tapabocas también seguirá siendo obligatorio en lugares cerrados como aulas, cines, teatros, ámbitos de trabajo, transporte público, espectáculos y eventos masivos.
“La pandemia no terminó, y tenemos que seguir cuidándonos sobre todo en lugares cerrados, porque aún estando vacunados se puede tener la infección y transmitirla, especialmente de la variante Delta, que ya tiene circulación comunitaria en el país”, sostuvo la directora nacional de Epidemiología, Analía Rearte.
El Covid-19 se propaga cuando una persona infectada exhala gotitas y partículas respiratorias muy pequeñas que contienen el virus, y que pueden ser inhaladas por otras personas. En suma, el principal objetivo del tapabocas es preventivo; es decir, disminuir la emisión de esas partículas y con ello el riesgo de contagio.
Por eso, el uso correcto del tapabocas es muy importante, ya que disminuye significativamente el riesgo de transmisión. Para eso, debe ajustarse bien a la cara, cubriendo la nariz, la boca y el mentón, para que las gotas respiratorias que contienen el virus no puedan entrar y salir alrededor de los bordes del tapabocas.
Los ambientes interiores sin ventilación son los más riesgosos para la transmisión de SARS-CoV-2 mediante aerosoles que se acumulan, aumentando las probabilidades de que se inhale aire con presencia de virus.
Si bien el riesgo de transmisión es más alto cuando se comparten lugares cerrados y mal ventilados, en lugares abiertos el riesgo disminuye pero no se extingue, principalmente en situaciones de aglomeración de personas o contactos cercanos; por eso debemos seguir usando todos el tapabocas en esas situaciones para no exponernos mutuamente a la posibilidad del contagio.