Shaná Tová Umetuká (año bueno y dulce en hebreo) son los deseos que cruzan los integrantes de la comunidad judía en vísperas de la llegada del año 5785, que este año se celebrará del 2 al 4 de octubre. Esta festividad marca el inicio del mes hebreo de Tishrei y es “un período de introspección, reflexión y balance del alma” camino al Iom Kipur o Día del Perdón, que se inicia10 días después.
El significado de Rosh Hashaná va más allá de una simple celebración; es un momento para la introspección y el arrepentimiento. Durante estos días, los judíos creen que Dios evalúa a cada persona y determina su destino para el próximo año. Por ello, es habitual que se realicen oraciones especiales y se toque el shofar, un cuerno de carnero, que simboliza la llamada al arrepentimiento.
Las tradiciones de Rosh Hashaná son ricas y variadas. Una de las costumbres más significativas es el consumo de alimentos simbólicos. Se comen manzanas con miel para desear un año dulce, y el pan redondo (challah) simboliza la continuidad del ciclo de la vida. Muchas familias también optan por tener una cena festiva en la que se recitan oraciones y se comparten reflexiones sobre el año que pasó.
El servicio religioso en las sinagogas es un componente esencial de Rosh Hashaná, donde se llevan a cabo lecturas de la Torá y se recitan las “Aseret Yemei Teshuvá”, los diez días de arrepentimiento que culminan en Yom Kipur.
Rosh Hashaná es una festividad que invita a los judíos a reflexionar sobre sus acciones pasadas y a buscar un nuevo comienzo, llenando sus corazones de esperanza y renovación para el año venidero.