A partir de este lunes 6 de enero, en el Sistema Integrado Cristo Redentor ya no será necesario llenar uno de los formularios con el fin de agilizar los trámites en el cruce a Chile, que este verano tuvo picos de hasta 10 horas de demora.
La Dirección General de Aduanas, dependiente de la ex AFIP, informó que desde las 10 de la mañana de hoy queda suprimida la exigencia de presentar el Formulario OM2261 de “Salida y Admisión Temporal de Vehículos” y su equivalente chileno, el Formulario Único de Ingreso y Salida de Vehículos.
Esta medida se aplicó con la intención de reducir significativamente las demoras en el complejo de Los Libertadores, en el lado chileno, y Horcones, en el lado argentino.
Según explicaron las autoridades, una gran parte de los viajeros llegaba al Paso sin haber completado este formulario con antelación, lo que implicaba detenerse para llenarlo en el momento, generando más retrasos a los ya “habituales” en el proceso migratorio de salida del país.
Con este nuevo esquema simplificado, el trámite de admisión temporal de vehículos particulares se automatizará utilizando los registros migratorios ya existentes.
Tanto en Los Libertadores como en Horcones, la implementación será parcial, con posibilidad de extenderlo a todas las casillas. La prueba tendrá una duración de 30 días y luego se evaluará si continuar en modalidad piloto o avanzar hacia una integración definitiva.
Con el esquema simplificado, el trámite de admisión temporal de vehículos particulares se automatizará.
Qué pasará ahora con los cambios en el paso a Chile
Para circular hacia Chile sólo se deberá descargar el comprobante electrónico disponible en el micrositio de ARCA Viajeros https://www.afip.gob.ar/viajeros/.
“Se espera una marcada reducción de los tiempos de los trámites aduaneros, dado que los controles de equipaje, que se seguirán realizando, son una de las partes más ágiles del proceso”, plantearon desde la DGA, a cargo de José Andrés Velis.
Según se detalló de manera oficial, el nuevo esquema es producto de años de articulaciones transversales entre la Dirección General de Aduanas -dependiente de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA)-, el Servicio Nacional de Aduanas de Chile y los servicios migratorios de ambos países. El proceso contó con la participación de áreas técnicas, operativas, de sistemas y de redes de los organismos involucrados.
De todos modos, los argentinos que crucen a Chile igualmente seguirán siendo sometidos a los estrictos controles de las autoridades trasandinas, como el tan criticado del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), que se lleva gran parte del tiempo cuando los viajeros están en la Aduana.
Además, no faltan cuestionamientos a la escasa cantidad de casillas y personal para atender a la gran demanda de argentinos: unos 10 mil por día.
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