Crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan

Cada vez más personas se inclinan por la cremación de los restos de su compañero para conservar sus cenizas en una urna. Los valores rondan entre los $80.000 y los $150.000 y es algo que suelen recomendar los veterinarios. Lejos parece haber quedado la época de enterrarlos en el patio.

Crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan
Descansa en paz: crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan. | Foto: Gentileza

Perros y gatos ya no son simples mascotas; son mucho más. Lejos parecen haber quedado aquellos años cuasi prehistóricos de “el perro siempre en la calle o en el patio”, idea que primaba en la época de nuestros padres o abuelos.

Ahora perros y/o gatos son un miembro más de la familia, tanto que sillones, camas y otros espacios domésticos parecieran, por momentos, ser de ellos y, en un acto de generosidad, deciden compartirlos con los humanos.

La humanización de las mascotas ya es parte de nuestras vidas. Y si ocupan ese lugar tan importante mientras están vivos, su paso a la inmortalidad se convierte en uno de los momentos más dolorosos y tristes en la vida de cualquier compañero de una mascota. Ese día que nadie quiere que llegue, nunca.

Descansa en paz: crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan. | Imagen ilustrativa
Descansa en paz: crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan. | Imagen ilustrativa

No debería sorprender, entonces que, en los últimos años tanto en Mendoza como en Argentina, se evidencie cada vez más la tendencia de una “humanización” también al momento de darle el último adiós a perros, gatos y otras mascotas. Así como se los humaniza en vida, también al momento de su muerte toman protagonismo decisiones como la cremación, que hasta hace algunos años eran procesos exclusivos de las personas.

“Ha crecido mucho la tendencia de despedir de una manera distinta a las mascotas. Y tiene sentido, ya que son más que animales, son compañeros y parte de la familia”, destaca a Los Andes uno de los encargados de una casa de servicios fúnebres de Mendoza, Marcelo Funes, quien además es tesorero de la Asociación Cuyana de Empresas Fúnebres (ACEF).

Las mismas casas crematorias que ofrecen este servicio para los familiares de personas fallecidas tienen la alternativa para mascotas. Y, dependiendo de algunas circunstancias, como el tamaño o si se hace el retiro del cuerpo y la entrega de las cenizas a domicilio, por ejemplo, el servicio tiene un costo de entre $80.000 y $150.000.

Descansa en paz: crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan. Foto: Imagen ilustrativa
Descansa en paz: crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan. Foto: Imagen ilustrativa

“Nosotros ofrecemos el servicio de cremación, y cada vez más gente se inclina por eso. Todo el procedimiento es el mismo que de la cremación de una persona: se hace ir a la familia a la sede, deben llenar unas fichas con los datos de la mascota y nosotros pasamos a retirar los restos. Lo llevamos al crematorio y luego entregamos las cenizas en una urna con el nombre de la mascota”, cuenta Cristian Miño, responsable de una de las casas velatorias más importantes de San Martín y quien ofrece el servicio de cremación de mascotas “Patitas”.

El servicio en “Patitas” tiene un costo de $150.000 e incluye el retiro del cadáver, los trámites, el traslado al crematorio (trabajan con uno ubicado en Lavalle) y la entrega de la urna con cenizas. El trámite de cremación del cuerpo sin vida de una persona, en tanto, oscila entre $250.000 y $300.000, sin incluir el servicio fúnebre.

En otras provincias, como Córdoba, hay hasta casas velatorias especializadas y enfocadas exclusivamente en mascotas.

Descansa en paz: crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan. Foto: Gentileza
Descansa en paz: crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan. Foto: Gentileza

JUNTOS PARA SIEMPRE

De acuerdo a la más reciente encuesta de Kantar Ibope Media, 79% de los argentinos que tienen mascotas consideran que los perros ocupan un lugar especial. En ese sentido, de ese total, 77% de los encuestados los consideran parte de su familia.

Como tal, entonces, la pérdida de un perro (así como de cualquier mascota) pasa a ser un evento de tristeza absoluta. Y, así como existen opciones de servicios fúnebres para que los familiares y seres queridos se despidan de manera simbólica y espiritual de las personas cuando fallecen, lo mismo se ha comenzado a estilar con las mascotas.

“Los crematorios y cementerios de mascotas existe hace bastante tiempo. De hecho, hay crematorios para mascotas que son anexos de los crematorios de personas”, acota a su turno la veterinaria Maga Morgui Capó.

Desde su experiencia, la especialista destaca que la cremación de mascotas es una de las opciones más recomendadas y utilizadas por las personas, que deciden este destino para sus seres queridos peludos. En caso de que el perrito o el gatito fallezcan en el consultorio, y siempre y cuando sea voluntad de sus compañeros humanos, los encargados de todo el procedimiento post mortem van hasta ese lugar a buscar los restos (o puede ser en la casa de la familia si el deceso fue allí). Y luego son ellos mismos quienes se encargan de entregar la urna con las cenizas.

Descansa en paz: crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan. Foto: Imagen ilustrativa
Descansa en paz: crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan. Foto: Imagen ilustrativa

“La cremación se ha convertido en una opción muy elegida. Desde que tenemos un una urbanización más moderna, no toda la gente cuenta con un patio para enterrar los restos de su animalito como se hacía antes. E, incluso, más allá de que cuenten con un patio, no toda la gente cuenta tampoco con la capacidad física de poder hacer un pozo en la tierra o las ganas de hacerlo al estar atravesando un proceso tan emotivo. Entonces es una opción válida”, resume la veterinaria.

La cremación fue la decisión que ella adoptó cuando uno de sus perros falleció, y define todo el proceso como un protocolo “súper respetuoso y muy bien armado”.

“Me trajeron las cenizas de mi perro en una cajita con su nombre y las enterramos en el patio, con un arbolito. Le da otro enfoque y otro encuadre distinto al de ver el cadáver en el en el patio, que es más como de la vieja escuela”, agrega Morgui Capó, quien consideró a la cremación hasta como una “necesidad” frente a la alternativa de enterrarlos en los jardines privados.

Así como el costo económico de la cremación de las mascotas es más bajo si se compara con el de las personas, también todo el proceso demanda menos tiempo (entre 45 y 60 minutos para una mascota frente a los 90 minutos -mínimo- de las personas)

“Es muy conmovedor el apego de la gente con sus mascotas. Es muy emotivo como lloran cuando buscan las cenizas”, destacó Miño.

EUTANASIA LEGAL

Otra herramienta legal disponible en Mendoza para casos bien puntuales y específicos es la eutanasia. Según explica la veterinaria Maga Morgui Capó, en la provincia hace cerca de 15 años existe esta alternativa está regulada exclusivamente para animales que están atravesando una enfermedad terminal.

Descansa en paz: crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan. Foto: Imagen ilustrativa
Descansa en paz: crece la tendencia de cremar a las mascotas fallecidas y algunos veterinarios lo recomiendan. Foto: Imagen ilustrativa

En caso de que no cuenten con un tratamiento médico efectivo, se considera entonces que la única solución real es la eutanasia y para evitar una muerte con sufrimiento.

“Es importante hacer hincapié en que la palabra final siempre la tiene el tutor de la mascota, aunque debe estar asesorado por un veterinario. Antes, cuando mi papá tenía su consultorio veterinario por ejemplo, era muy frecuente que llegase gente y pidiera que ‘eutanasiaran’ al perro porque había mordido al hijo. Eso era algo legal, aunque no era ético”, describe la especialista.

“Eso ahora ha cambiado, y hay otro enfoque que es más positivo, desde el acompañamiento de los veterinarios a los tutores al momento de tomar la decisión de la eutanasia”, concluye.

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