Ha sido creada una base de datos a fin de inscribir la información genética de los familiares de las personas desaparecidas en el accidente del avión TC-48 de la Fuerza Aérea Argentina, con 68 personas a bordo, en noviembre de 1965.
El procedimiento dio inicio en Córdoba, de donde eran oriundos más de 50 integrantes del pasaje del cuatrimotor, la mayoría cadetes de la Escuela de Aviación Militar de esa provincia.
La información la proporcionó Cecilia Viberti, hija del segundo piloto del avión siniestrado, capitán Esteban Viberti, y una de las personas más activas en la búsqueda de la verdad del caso.
Comentó que esta labor comenzó en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Córdoba, donde se habilitó una base de datos a fin de inscribir los datos genéticos de los familiares de las personas desaparecidas. La aeronave se perdió en Costa Rica.
Este método se replicará en Mendoza apenas las condiciones de restricción impuestas por la pandemia lo permitan, y en otros lugares del país.
Los cadetes mendocinos eran Juan Domingo Alguacil, Juan José García y Enrique Miguel Páez (hijo del periodista Miguel Páez Herrero, ya fallecido).
Las muestras biológicas serán almacenadas en los centros de Genética Forense del Poder Judicial de cada provincia para un eventual cotejo con los restos que pudieran encontrarse en el lugar de desaparición de la aeronave.
En setiembre/octubre, se reanudará la búsqueda de la máquina d la Aeronáutica en la intrincada selva de Costa Rica, por expertos y guías locales y con la colaboración de la asociación “missing.aero, con sede en Suiza
