En Mendoza, 1 de cada 10 chicos menores de 9 años ha recibido la primera dosis de vacuna Covid-19. Se trata del último grupo habilitado para recibir el inoculante y abarca desde los 3 a los 11 años.
Según datos informados por el ministerio de Salud de la provincia y procesados por la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa), 10,33% de los chicos de menos de 9 años ha recibido la vacuna mientras que ha completado el esquema 0,02%.
El 28 de octubre, Mendoza comenzó a vacunar al grupo de entre 3 y 11 años sin comorbilidades, ya lo había iniciado con la misma franja etaria en aquellos niños con patologías de riesgo. Se les aplica la vacuna china Sinopharm.
El miércoles la ministra de Salud, Desarrollo Social y Deportes de Mendoza, Ana María Nadal, destacó que desde el 26 de octubre, cuando se abrió la inscripción, ya se habían superado los 125.000 inscriptos.
“Estamos bien, hemos tenido una aceptación bastante grande”, se alegró Nadal. Luego, recordó que “según el grupo de edad, es la vacuna que se aplica: para niños de entre 3 y 11 años es Sinopharm; la Pfizer es para chicos de 12 a 17 años, y AstraZeneca, para los de más de 17 años”.
Casi todos
Aclisa informó además que en Mendoza, el segmento con mayor cobertura con una dosis es el segmento de entre 20 y 29 años que alcanzó 98,01%. Es decir que prácticamente todo el grupo objetivo fue alcanzado y adhirió a la campaña.
Esta franja etaria mostró gran interés en la vacunación desde que se habilitó para su edad, por lo que rápidamente avanzó su cobertura. Esto en contraposición al grupo que le sigue: entre los 30 y los 39 años es el que más ha costado, tanto que el propio gobernador, Rodolfo Suárez, salió a advertirlo y junto con las autoridades pedir “por favor” que se acercaran a los vacunatorios.
“Creo que como se ha extendido la adolescencia y la juventud este grupo todavía tiene convivencia con el grupo familiar, me parece que es una cuestión de solidaridad, que como viven con sus papás y con persona de mayor riesgo quizás se vacunen para protegerse a sí mismos pero también al núcleo familiar, después ya a los 30 es más raro que esto suceda”, conjeturó la ministra Nadal sobre los +20.
Y agregó: “A los más jóvenes también los manda a vacunarse la familia: los abuelos, los tíos, los padres”.
De todas formas, dijo que hay segmentos a los que hay que motivar.
Alejandra Weintraub, directora de Salud de Ciudad, observó lo mismo y dijo que ha sido asombroso cómo concurrieron los más jóvenes a vacunarse. “Incluso hay chicos que han tenido temor, un ataque de ansiedad y han venido igual, algunos acompañados por sus padres cuando en realidad los chicos se vacunan desde bebés; ha habido una gran respuesta”, señaló.
En el plano de las conjeturas dijo que cree que los jóvenes de 18 o 20 años todavía dependen mucho de los padres y la cuarentena les ha costado mucho, entonces ven que esto es la posibilidad de poder continuar con sus actividades y salidas ya que muchos quizás han vivido con culpa un posible contagio a los familiares.
Los dos grupos con menor cobertura son los mayores de 80 años, con 81,23% y quienes tienen entre 30 y 39 años, con 86,55% inoculados con la primera parte del esquema. El resto de los adultos supera el 90%.
En mayores de 40 años, 8 de cada 10 personas ya tienen dos dosis.
En el caso de los mayores de 80 años se especula que influyen varios aspectos para el estancamiento que presentan. La falta de confianza en las vacunas o su combinación es uno de los motivos por los que hay una especie de “núcleo duro” que no accede. La población objetivo para vacunar se calcula a partir de las estimaciones de población que hay disponibles. El último censo se hizo en 2010 y a partir de esto el Indec realiza proyecciones de población. Dado esto, la funcionaria señaló la relatividad de los datos, sobre todo en este segmento en el que puede haber fallecidos que no se estén considerando. En este sentido, la proporción de no vacunados podría ser menor.
También influye la desinformación o mala información y la dificultad para acceder a medios digitales a través de los cuales se inscribe y dan turnos.