Mendoza superó ayer los mil casos positivos de Covid-19, algo impensado hasta el mes pasado. Mucho menos en los previos, cuando la pandemia parecía benévola en estas tierras. Julio, en cambio, mostró una vertiginosa aceleración de contagios e incremento de muertes.
Hasta la tarde de ayer eran 1.019 los positivos, un número muy distante de los 162 informados hasta el 30 de junio. Lo que implica 6 veces más, a tres días del fin de mes.
El 24 y el 27 de julio presentaron casos récord: 78 positivos cada uno de ellos, aunque julio ya nos había quitado la sorpresa tras otras jornadas con picos llamativos. El más impactante fue el primero que dio un gran salto: el 14 de julio con 44 informados.
Aquellos 78 superaron a los detectados en todo junio cuando fueron 68, mucho más aún que los 14 de marzo, los 65 de abril y los 15 de mayo.
Podría decirse que hasta mediados de junio la situación estuvo bajo control. Según las autoridades provinciales: los casos eran pocos, incluso con mesetas de varios días sin novedades y la mayoría con nexo epidemiológico. El “caso 98”, originario de Luzuriaga, Maipú, abrió otro capítulo y fue el inicio de un cambio de estrategia sanitaria ya que comenzaron a hacerse testeos en territorio de manera aleatoria en busca de infectados.
Por entonces ya había quienes sostenían en voz baja que existía circulación comunitaria. Para algunos una declaración vital, para otros una cuestión meramente técnica.
Al Gobierno mendocino le costó aceptarlo y cuando lo hizo señaló que la circulación es por clúster. Es decir, por conglomerados, grupos de personas entre quienes se transmite el virus por cercanía geográfica, familiar o por entorno.
La cantidad de casos detectados también está asociada al aumento de los testeos en la búsqueda de asintomáticos u oligosintomáticos. Durante junio, la jornada que más se hicieron fue el 24 de junio con 127. En julio el día que menos se hizo fue el 4 (76) con un máximo de 441, el 24.
A partir del 13 de julio, con 303 casos confirmados, la curva de personas infectadas comenzó un ascenso veloz hasta hoy, que se han triplicado los positivos. Este mes no hubo una sola jornada sin notificaciones.
Los fallecimientos también se aceleraron. Junio había cerrado con 10, pero a partir del 15 de julio sólo hubo tres días sin muertes.
Escenario
La gran pregunta es si el sistema sanitario está preparado para afrontarlo. Y es clave tener en cuenta que alrededor de 80% de los casos presentan cuadros leves o asintomáticos.
“No sabemos si es el pico, sabemos que podemos estar yendo
hacia el pico”, dijo la doctora Isabel del Pópolo, titular de la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud. “Ya no se puede estar hablando de clúster, es una forma de escaparle a la realidad”, remarcó para afirmar que hay transmisión comunitaria.
La ministra de Salud, Ana María Nadal, informó en una conferencia reciente que la provincia cuenta con 340 camas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI) y 330 con respirador. En total el sistema tiene 3.886 camas.
De acuerdo con estimaciones de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Mendoza (Aclisa) podrían presentarse 3 escenarios y toman como fecha de la proyección el 15 de agosto.
El escenario optimista contempla un total de 1.531 casos que requerirían 27 camas y 8 de UTI. En uno moderado, habría 2.256 totales, que implicarían 47 camas y 13 de UTI. En el peor de los escenarios, para entonces habría 3.550 casos, que demandarán 105 camas y 29 de UTI.
El sector privado cuenta con 1.263 camas de internación en sala común y 163 en terapia intensiva y trabaja en coordinación con el ministerio.
Liberar camas
Las camas en los hospitales son un valor incalculable y por eso hay quienes demandan que dejen de ocuparse con pacientes con cuadros leves. El ministerio había señalado que, en la actual fase de mitigación, para internaciones se implementaría el uso de espacios fuera del sistema. Sin embargo, eso no ha ocurrido.
Desde el punto de vista de Del Pópolo si se tiene en cuenta la cantidad de muertes “hay camas de terapia disponibles y también respiradores para afrontar un mayor número”. Pero al mismo tiempo señaló que es cuestionable que interne casos leves o sospechosos.
En el mismo sentido se expresó Rodolfo Torres, coordinador médico de Aclisa: “Es importante destacar que casos leves y sospechosos deben ser aislados fuera del sistema de internación, nos encontramos transitando a una etapa de mitigación y encontramos al sistema de salud estresado por internación de casos leves”.
Expresó además que la progresión de casos era esperable y sigue lo que ha sucedido en otras partes del mundo de la mano de una mayor apertura de las actividades. “Se debe mantener un delicado equilibrio entre los recursos sanitarios y la apertura y cierre de actividades sociales y económicas”, remarca. Algo que el Gobierno prevé en caso de necesidad.
