Covid-19: ambulancias demoran hasta 4 horas en conseguir camas para internar pacientes

La situación es igual o peor que en el pico de la primera ola. Los menores de 60 años acumulan la mitad de las solicitudes

Covid-19: ambulancias demoran hasta 4 horas en conseguir camas para internar pacientes
La situación es igual o peor que en el pico de la primera ola. Los menores de 60 años acumulan la mitad de las solicitudes. / Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

Tal como ocurrió en la primera ola de la pandemia de Covid-19, los servicios de emergencia son un termómetro de la situación sanitaria, en particular en lo que se refiere a las dificultades para conseguir una cama.

Con una ocupación de camas críticas de 92% en el Gran Mendoza y de 98% sólo en el sector privado, referentes de la actividad aseguran que a veces pueden llegar a demorar 4 y hasta 6 horas en conseguir una. En este sentido, expresaron que el escenario es igual o peor que en la primera ola. En condiciones normales, excepcionalmente y cómo máximo pueden demorar una hora en conseguir esa vacante, compararon.

“Hemos tomado la decisión de asegurarnos la cama (antes de retirar a la persona) porque hemos estado con pacientes en la ambulancia durante horas, así que no los trasladamos sin el destino asegurado porque llegamos al hospital y no tienen ni siquiera lugar en el showroom (NdeR: espacio para recibir emergencias)”, dijo Juan Carlos Videla, presidente de la Cámara de Servicios de Emergencia y director médico de Emergencias Médicas.

“Es un efecto dominó porque andar con el paciente arriba hace que se demore la atención de los pacientes en domicilio”, subrayó.

Otro indicio del marcado incremento de la demanda es que sostienen que se triplicó e incluso cuadruplicó la cantidad de llamados que reciben.

“Es imposible dejar el teléfono un minuto , estamos todos trabajando a full con el Covid”, se excusó una operadora de Serprisa ante la consulta de Los Andes, lo que refleja la vorágine en la que trabajan.

Omar, operador de Serca contó algo similar. Dijo que en el verano, cuando la situación estaba más tranquila recibían entre 10 y 15 llamados diarios y hoy son alrededor de 30.

Covid a full

Videla detalló que 80% de la demanda corresponde a pacientes con Covid. Aclaró que por ahora la atención no es un problema ya que están pudiendo dar respuesta pero la mayor dificultad es el ingreso de quienes lo necesitan ir a un nosocomio. Es que esto implica a veces un riesgo para la salud de la persona, si es que su cuadro es muy complicado. Pero además, se acumulan una serie de dilaciones que impactan en la atención de otros pacientes por lo que destacó que eso incrementa el tiempo para dar respuesta al servicio.

A la cantidad de llamadas se suma, en particular, el tiempo que demoran en gestionar y conseguir camas.

“Llamar a las clínicas implica tiempo, muchas no atienden los teléfonos, hay que llamar hasta que alguien nos recibe o a la obra social, a veces no queda otra más que el hospital público, donde a veces también nos rechazan”, detalló Omar.

Lo que aprecian es que llaman personas más jóvenes que en la primera ola para pedir asistencia domiciliaria de emergencia por estar en condiciones críticas y que requieren traslado a un efector de salud.

La cantidad de pacientes de mayor edad son iguales a la de adultos jóvenes”, destacó Videla.

Así, hizo referencia a que si bien el año pasado gran parte de quienes llegaban a cuadros complicados eran adultos mayores, en esta oportunidad, los menores de 60 años acumulan la mitad de las solicitudes.

Entre otros factores, gran parte de esto puede ser atribuido a la vacunación en el segmento de más edad.

Pero los más jóvenes llegan a cuadros más críticos que antes, entre otras cosas, probablemente confiados en que no tendrán mayores complicaciones. Quizás influya la concepción del año anterior de que los más jóvenes tenían mejor evolución.

“Los pacientes a veces subestiman la enfermedad y se hacen diagnósticos tardíos cuando ya la neumonía es leve a moderada, cuando la recuperación es más difícil y eso ocupa camas más tiempo”, consideró el médico.

Escenario complicado

La realidad sanitaria actual, “es peor que en la primera ola”, aseguraron.

Videla agregó que también desde el punto de vista médico, ya que se internan pacientes más jóvenes a los que el alta les cuesta más días de internación.

“Arrancamos la primera ola con 0 infectados y 0 internados y ahora ya hay gente internada en la terapia, además en la primera pudimos prepararnos (...) en la cantidad de llamados estamos igual que en la época del pico, está más difícil conseguir camas y hay saturación de llamados por la cantidad de casos”, enumeró.

Luego manifestó. “Estamos teniendo las mismas dificultades que tuvimos en el pico máximo de la pandemia y no sabemos qué nos queda por delante”.

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