En sus marcas, listos, fuera y arranca una nueva experiencia para los alumnos de la escuela técnica Ingeniero Gabriel del Mazo, de Godoy Cruz. Es que seis estudiantes de 5to año de aquella institución participarán del desafío de autos eléctricos de emisión cero organizado por la fundación ECO YPF, que se estará disputando en diciembre en la ciudad de Bariloche.
El establecimiento educativo se destaca por ser un colegio técnico especializado en las modalidades automotriz y electrónica, dos tópicos que caben perfecto para la realización del vehículo eléctrico que estará participando de la competición. Sí, así es, los estudiantes de ambas modalidades junto a los profesores especializados en el tema, construyen el vehículo que estará en la pista y que ellos mismos conducirán.
Fiona Frick, Nicolás Farías, Franco Ponti, Genaro Lucero, Tomás Agustín y Lautaro Acevedo son los estudiantes a cargo de la construcción del automóvil eléctrico y que además serán las personas que estarán participando de la competencia. Pero no irán solos, David Pacheco y Gabriel Olivares serán los docentes que acompañarán a estos jóvenes en este gran encuentro.
Esta será su tercera participación en la competencia, luego de estar presentes en las ediciones 2019 y 2021, organizadas en el autódromo Oscar y Juan Gálvez de la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, por primera vez, YPF realizará la competencia en la ciudad de Bariloche, para celebrar el centenario de la compañía petrolera. La carrera se realizará en un circuito adaptado en el centro cívico de aquella ciudad patagónica.
La competencia abarca varias categorías, son todas por puntos y ellas son: dos vueltas a un circuito con cambio de piloto en el medio; regularidad y tiempo, picadas de 200 metros por eliminación directa, sprint femenino donde solo corren mujeres y una carrera “Endurance” de una hora y media de carrera con cambio de piloto. El objetivo es sumar la mayor cantidad de puntaje en las cinco competiciones.
Chances para la carrera
Los alumnos junto a los profes podrán participar del desafío gracias a la beca que obtuvieron por parte de la fundación ECO YPF, quienes entregan un kit completo (motor eléctrico) para poder armar a su forma el vehículo. A partir de allí, estos jóvenes se ponen en marcha para comenzar con el diseño de la estructura del automóvil. Para poder ser parte, en redes sociales se viraliza un “Eco Fan” de YPF para que la gente pueda votar y así, los cinco colegios más elegidos tendrán la chance de adelantar cinco puestos de largada en la carrera “Endurance” y, el más votado, tendrá la chance de estar en la siguiente edición del certamen, asegurándose una plaza en 2023.
Esta vez, serán la única escuela que representará a la provincia en la competencia frente a más de 100 colegios de todo el país.
Los autos son totalmente eléctricos y los deben manejar los mismos alumnos que los construyeron. Son vehículos compuestos que se van armando con caños livianos, material reciclado en desuso. Con estos materiales se arma al chasis, que tiene que cumplir con una reglamentación en cuanto a funcionamiento y peso.
Tanto los estudiantes como los profesores a cargo estarán viajando el próximo 30 de noviembre, para estar allí el 1 de diciembre y así realizar con anticipación todas las revisiones técnicas necesarias antes de la competición, que arranca el 2 y culmina el 4 de diciembre.
En agosto arribó el kit completo para construir el auto. Desde aquel momento, los jóvenes han trabajado sin parar todos los meses, incluyendo fines de semana, para poder culminar toda la estructura del vehículo para tenerlo listo a tiempo para largar.
“Si no fuese por la beca, a una escuela pública como esta se le haría muy difícil solventar los gastos ya que hablamos de un total de 500 mil pesos. Además del traslado, alojamiento, comida, etc. Todo esto se puede hacer gracias a las buenas presentaciones que hemos realizado en las carreras y por las votaciones en el “eco fan”, resaltó Mauricio Lara, el director de la escuela Gabriel del Mazo.
La mujer piloto y constructora
“Hace tres meses nos enteramos de esto y somos la única escuela de Mendoza que estará presente. Es una experiencia muy linda el compartir entre ambas modalidades, poder aprender el uno con el otro. Convivir con personas que no estabas acostumbrado a ver y la experiencia de construir un auto fue espectacular”, dijo de manera eufórica Fiona Frick, una de las integrantes del equipo que armó este vehículo eléctrico.
Fiona tiene 18 años y expresó lo difícil que fue la labor por momentos y el apoyo que se daba con sus compañeros mutuamente. “Muchas veces nos cansamos por el peso del trabajo pero las risas nunca faltaron. Cuando alguien se sentía cansado siempre nos dábamos ánimo y nos levantábamos. Nos hemos hecho amigos entre todos los integrantes. Los profesores nos han apoyado mucho y hemos tenido una contención muy linda por parte de ellos desde su trabajo y con su ayuda. Somos un equipo y nos hemos tenido que amoldar, obviamente no todo es perfecto y tenemos nuestras diferencias pero siempre llegamos a un acuerdo”, destacó.
Además, la joven será también una de las conductoras del vehículo. “Estar en una carrera tan importante, me genera mucha adrenalina. Cuando me enteré que iba a estar en el equipo fue una gran noticia y que se haya cumplido fue algo muy lindo”.
Fiona resalta el espíritu del equipo de estudiantes mendocinos. “Tenemos muchísimas expectativas. No solo vamos a competir, sino que vamos a ganar. Queremos dejar a la provincia bien en alto y que tenga mucho reconocimiento. Es una presión grande pero a su vez es una presión linda. Tenemos un gran apoyo de la escuela y de la provincia”.
A 40 kilómetros por hora
“Son todos vehículos standard que tienen un mismo motor y misma cantidad de baterías. Se trabaja mucho con la aerodinámica y el peso del vehículo. Son más de 100 escuelas técnicas del país que participan en el evento”, destacó a Los Andes David Pacheco, profesor del área de mecánica de la escuela.
David detalló que estos novedosos e ingeniosos vehículos alcanzan una velocidad de entre 35 y 40 kilómetros por hora, aproximadamente. Está compuesto por caño estructural, cuatro baterías de gel que se recargan, motor eléctrico trifásico con piñón y cadena y cuatro ruedas de bicicleta. El peso del mismo está estipulado dentro del reglamento e indica un mínimo de 155 kilos y un máximo de 170 kilos, incluyendo el piloto. Además, en la carrera llevan vestimenta identificatoria de la escuela, más casco y guantes. “Los chicos están concentrados y tienen una mentalidad ganadora, sorteando algunos obstáculos que pasaron en el camino. Se están acompañando mucho entre ellos y el trabajo en equipo se está notando”, destacó el especialista en el área mecánica de la escuela.
