Conquista en Cuyo: de la resistencia huarpe al doblegamiento español

Los nativos ofrecieron resistencia pero fueron superados por los conquistadores. Debieron abandonar tierras y cultivos. Hoy se conmemora en Argentina el Día del Respeto a la Diversidad Cultural.

En la plaza España, en Ciudad, un mural en mosaicos inmortaliza el encuentro de los huarpes con los españoles.
En la plaza España, en Ciudad, un mural en mosaicos inmortaliza el encuentro de los huarpes con los españoles.

El Día del Respeto a la Diversidad Cultural que conmemoramos hoy presupone un antes y un después para nuestra cultura pero también, para nuestra historia e identidad.

El 12 de octubre se conmemora la llegada a América del navegante Cristóbal Colón en 1492. Este día se celebra en la mayoría de los países hispanoamericanos y en Estados Unidos. Fue creado a inicios del siglo XX por iniciativa del ex ministro español Faustino Rodríguez San Pedro.

Sin embargo, desde fines del siglo pasado surgieron movimientos que critican esta festividad por considerar que conmemora el sometimiento a y eliminación de los pueblos indígenas y sus culturas. Así, la denominación de la fecha, antes llamada Día de la Raza, cambió para no valorizar sólo la cultura europea de los colonizadores, sino también darles visibilidad a los pueblos originarios que habitaron nuestro territorio.

La controversia generada por la incursión de los colonos en estas tierras ha sido objeto de estudio de muchos especialistas. ¿Cómo fue aquel primer encuentro entre los europeos y las comunidades originarias? ¿Qué pasó con los huarpes en Mendoza y en gran parte de Cuyo? La profesora de Historia de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Cuyo y profesional del Conicet, Oriana Pelagatti, dio detalles de aquella época.

“Hay muchos trabajos de arqueólogos o historiadores, siempre basados en pequeñas fuentes de la época, que permiten reconstruir y entender ese momento de la historia. Se habla de que hubo una pequeña resistencia huarpe porque se daba una competencia con otros grupos, en este caso los españoles, quienes llegaban a conquistar sin oposición alguna”, relató.

La profesional destacó otros aspectos de ese primer contacto y reconoció que, claramente, “no fue un momento pacífico porque luego de su llegada, vino el momento del desplazamiento de los pueblos originarios, generando una subordinación en condiciones de subsistencia por la conquista en sí”.

Pelagatti explicó que, tanto en Mendoza como en San Juan, habitaban comunidades huarpes y que en el momento de la llegada de los españoles, en estos grupos se produjo una primera explotación que repercutió en una desestructuración. “Cuando llegaron los colonizadores se produjo una ruptura de la estructura de los patrones de vida que tenían las personas en estas comunidades originarias o nativas. Hubo un impacto en las actividades productivas que hacían, caza o recolección, y eso se trasladó a un desplazamiento de tierras productivas de la zona”, detalló.

De acuerdo a lo expuesto por la profesora de la UNCuyo, la conquista en lo que hoy es la provincia de San Luis se dio más tarde que en terrenos mendocinos o sanjuaninos, por lo que los pueblos nativos que habitaban allí se transformaron en una especie de “botín de guerra” para los españoles.

Como datos históricos que se describen en el libro “Te contamos una historia de Mendoza (de la conquista a nuestro días)” editado por Ediunc, “hacia 1560 el gobernador de Chile, García Hurtado de Mendoza, tomó posesión efectiva de los territorios cuyanos y un grupo de conquistadores, dirigidos por Pedro del Castillo, decidió fundar Mendoza el 2 de marzo de 1561 en el Valle de Guantata, cerca de un poblado huarpe. En 1562, un nuevo gobernador de Chile envió otra expedición a Cuyo al mando de Juan Jufré, quien volvió a fundar Mendoza”.

¿Sabían los nativos que llegarían los conquistadores?

De acuerdo a Oriana Pelagatti, pareciera imposible que los huarpes no supiesen de la llegada de los españoles con fines de conquista. “El momento del contacto fue en 1551, en la expedición de regreso de Francisco de Villagra, que había ido al Perú a buscar refuerzos y otros materiales, retornando por la vertiente occidental del Camino del Inca. Los huarpes eran parte del Tawantinsuyo y cada una de sus partes estaba conectada y comunicada a través del Camino del Inca”, manifestó.

La profesora mendocina considera que estos pueblos nativos tenían cierta información de los colonizadores porque “las autoridades incaicas de un espacio en el que había tres tambos (en la precordillera) sabían de la invasión española en sus territorios y en la toma de Cuzco”.

Por otra parte, Pelagatti expresó que, cuando los europeos se establecieron en la zona de lo que actualmente es Chile, esto fue en 1541 y luego se expandieron hacia el Sur, “esos movimientos fueron conocidos por la otra banda que estaba del otro lado de la cordillera”.

Adriana Micale, historiadora, docente mendocina y miembro de la Academia Nacional de la Historia, recordó la figura del español Francisco de Villagra, uno de los primeros en llegar a Cuyo proveniente de Perú con la idea de realizar la conquista chilena por el Sur. “Él llega a Cuyo por el Norte, por el Camino del Inca, y el primer contacto lo tuvo con indígenas en la zona de lo que hoy sería Uspallata. Al no poder cruzar a Chile por la nieve, se quedó unos meses y allí compartió con ellos”, describió.

Y cerró: “El encuentro tiene que haber sido de asombro y observación, tanto para los españoles como para los indígenas”.

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