La demanda de los médicos por mejorar los pagos que reciben por sus prestaciones profesionales tendrá esta semana un nuevo capítulo. Es que habrá una nueva reunión en la que esperan fijar una actualización del valor del coseguro -o copago- que han establecido. El contexto inflacionario, que los dos últimos meses aceleró su avance, licúa los montos y por lo cual incluso piensan que sería necesario establecer una actualización bimestral.
Desde el 1 de septiembre diversas asociaciones médicas de Mendoza, establecieron un valor mínimo de la consulta en $6.000 y de $8.000 para psiquiatra. Se trató de una avanzada que luego se extendió al resto del país y tiene su origen en las dificultades financieras que para los médicos ha tenido sostener los costos esenciales que necesitan para trabajar con valores que arrastran largos atrasos por parte de obras sociales y prepagas pero que además se concretan entre 60 y 120 días de prestado el servicio.
El cambio de las condiciones económicas, con una aceleración de la inflación, complejizó más las cosas y los empuja a tomar nuevas decisiones. Por eso, lo que no descartan es aplicar un aumento desde noviembre.
“Va a haber un aumento del coseguro pero recién la semana que viene sabremos cuánto”, dijo a Los Andes el obstetra Cristian Palomba, vicepresidente de OBUM, la asociación de Ginecólogos y Obstetras de Mendoza, el viernes.
Explicó que el miércoles hubo una reunión y se acordó votar esta semana entre los centros y las asociaciones los nuevos valores a partir de noviembre.
Han trascendido diversas versiones de a cuánto podría irse, se habla de $7.200, $8.000 y $9.000, sin embargo, desde las entidades dijeron que no hay un número definitivo aún.
En el mismo sentido se expresó el oftalmólogo Enrique Gandolfo, presidente de la Asociación Mendocina de Oftalmología: “Se está viendo y evaluando cuál será el valor piso porque sin lugar a dudas el mínimo que estábamos negociando aumentó. No tenemos una cifra aún, de todas maneras está todo muy complicado, la crisis en el sector es muy compleja y decir hoy un valor piso es imposible”.
Mejorar los plazos de los pagos a médicos
Lo que han buscado las asociaciones médicas es mejorar el valor de las prestaciones ante lo cual han logrado una respuesta relativa por parte de las entidades prestadoras. La medida implica que éstas paguen ese valor establecido y en el caso de aquellas que no lo alcancen, establecer un copago a cargo del paciente para cubrir la brecha.
Solo unas pocas han aceptado los $6.000, algunas más llegaron a $4.000 y otras han quedado verdaderamente lejos, con el agravante de que varias han emitido comunicados a sus afiliados para informar que desconocen el valor o trabajarán solo con profesionales que acepten los montos que ellas pagan. En el medio, los pacientes y su salud.
Pero en lo que no han logrado demasiados avances los médicos es en acortar los plazos de pago que les resultan insostenibles y aseguran que ahora este tema es uno de los prioritarios. “En este momento de incertidumbre e inflación (...) estamos a través de una mesa de diálogo con las clínicas e instituciones buscando como primera medida un pronto pago de las prestaciones de salud. Lograr que los tiempos de pago no excedan los 30 días”, explicó Gandolfo.
El conflicto
En Mendoza, 22 entidades médicas tomaron esta posición ante una situación que, aseguran, les resulta insostenible. Nuclean a las especialidades de terapia intensiva, dermatología, cirugía general, pediatría y neurocirugía, obstetricia, oftalmología, cardiología, otorrinolaringología, endocrinología, urología, ortopedia y traumatología, traumatología, gastroenterología, hepatología, neurología, anestesiología, medicina familiar, medicina respiratoria, neonatología y psiquiatría. Luego se sumaron a reclamos similares bioquímicos y kinesiólogos.
“Esta determinación se ha tomado en respuesta a los repetidos retrasos en las actualizaciones correspondientes y las demoras en el cobro de dichos honorarios, situaciones que persisten a pesar de las múltiples negociaciones que hemos llevado a cabo con los distintos agentes de pago”, advertían ante la decisión.
Palomba explicaba que con la inflación de los últimos meses, y el pago a dos o tres meses que reciben perdían -antes de setiembre- alrededor de 25% del valor de una prestación que ya tiene un valor muy bajo ya que no se ha actualizado al ritmo de la inflación. Hoy esa pérdida es más rápida.
Detalló que antes de la disposición, el valor era de $2.000 o $3000 pero que incluso hay casos peores. Contó el caso de un profesional que cobró una consulta de abril a junio y era de $1.150.
Agregó que esto se arrastra desde al menos 4 o 5 años y ha generado un déficit. Sumó lo que tanto advierten, que del valor que perciben, también pierden una parte porque tienen que pagar a la clínica donde trabajan o asumir otros costos.
“Los médicos que tenemos consultorios privados hemos tenido que afrontar gastos de alquiler, del personal, que se han incrementado en un 110 a 120% en el último año y los honorarios se han actualizado un 50 a 70%”, señaló por aquel entonces.