Autoridades del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) de Argentina, han revisado el movimiento telúrico recién registrado en San Juan, este viernes 3 de noviembre exactamente a las 02:33:35 hora local.
El temblor, de magnitud 2.6, ha tenido una profundidad de 106 km. El epicentro del temblor recién registrado se ha localizado a 73 km al oeste de San Juan, 156 km al norte de Mendoza y 23 km al noreste de Barreal.
El propio Instituto Nacional pone al servicio de los ciudadanos que residan en zonas de riesgo a sismos una serie de recomendaciones que ayudan a todos los residentes a prepararse y encarar situaciones de actividad sísmica importante. Estas medidas de recomendación son aplicables tanto antes, durante como después de un sismo. Por supuesto, también hay Planes de Prevención Sísmica y protocolos de actuación, que en muchos incidentes pasados han ayudado a proteger vidas humanas y daños materiales.
En líneas generales, es fundamental fomentar una concienciación pública sobre la importancia de no creerse rumores, noticias falsas e saber solo en fuentes oficiales, como autoridades locales o estatales.
En caso de sentir un movimiento sísmico, en ningún caso se deberá suponer que éste será ligero, ya que es difícil predecir en sus comienzos cómo será de fuerte. En su lugar, deben activarse inmediatamente todas las medidas de protección aprovechando que los tiempos previos al temblor suelen suceder los estímulos más suaves, que van desde vibraciones en vidrios y puertas, sacudidas de elementos suspendidos o incluso sonidos subterráneos.
Lo segundo más importante, es que se debe permanecer calmado, sin chillar, correr o buscar la manera de huir y tratar de protegerse tanto a sí mismo como a las personas que tenga a su cargo.
A continuación desglosamos algunas de las recomendaciones oficiales que recoge el Instituto Nacional de Prevención Sísmica de Argentina:
Recomendaciones oficiales antes de un temblor
Las siguientes recomendaciones incluyen todas las cosas que deben llevarse a cabo antes de un temblor, con la intención de disminuir tanto los daños como la vulnerabilidad de las personas. Generalmente, estas medidas se recogen en Planes de Prevención Sísmica o PPS y que aglutina medidas como las siguientes:
- Situar y señalizar zonas seguras o libres de riesgo.
- Nombrar especialistas para cortar los servicios de agua, gas, luz y otros suministros.
- Disponer de luces de emergencias, lámparas y radio a transistores.
- Revisar periódicamente el funcionamiento de puertas y portones.
- Señalizar y mantener libre de obstáculos las vías de escape.
- Crear un plan de emergencia familiar que acuerde puntos de reunión.
- Contar con un botiquín de primeros auxilios.
- Conocer dónde se corta el gas y la luz del lugar en el que estemos.
- Participar de forma activa en el funcionamiento del plan de emergencia sísmico como ciudadano.
Recomendaciones durante el temblor
Durante el temblor, cuya duración no suele superar los 60 segundos, es el momento de máxima tensión y donde guardar la calma y proceder de acuerdo con lo establecido en el plan de emergencia es más primordial que nunca:
- Trate de no quedarse en parajes donde existan objetos cuya caída pueda provocar accidentes.
- Proteja su seguridad bajo escritorios o mesas.
- No salir a balcones bajo ninguna circunstancia.
- En ningún caso usar elevadores.
- Si se encuentra en un local con un grupo de personas (autoservicios, templos, cines, etc.), permanezca en el lugar y aplicar las medidas de protección. No acudir inmediatamente a la salida para evitar aglomeraciones.
- Conservar la calma y no volver a por objetos olvidados.
- Ser solidario con los demás frente a la emergencia.
- Si está manejando, apague el vehículo y no lo abandone en ningún caso. En caso de tiendas como tiendas o supermercados, retírese de pasillos que contengan cosas frágiles o de gran tamaño.
- Si está en la calle, aléjese de edificios, postes de luz o cables y priorice zonas despejadas.
Qué hacer tras el temblor
Cuando el temblor ha cesado, es el momento de evaluar daños y tomar decisiones de la manera más rápida e inteligente posible para proteger su seguridad y la de las personas que le rodean. Por ello, debe:
- Aguardar hasta que los objetos que lo rodean dejen de moverse.
- Verificar primero si está en buenas condiciones físicas y que no ha sufrido heridas de importancia que le impidan moverse o desplazarse, después si hay lastimados a su alrededor y practicar en la medida de lo posible los primeros auxilios.
- Tratar de resolver los problemas inmediatos; la ayuda puede tardar en acudir a donde esté.
- No caminar descalzo, ni a oscuras.
- Verificar que no se hayan producido fugas de agua, gas y electricidad.
- No usar, salvo casos de extrema necesidad, el teléfono, vehículos de transporte y servicios públicos.
- Si está en casa, no encender fósforos, ni conectar llaves eléctricas. Si no lo hizo antes, es momento de todas las llaves ahora.
- Usar linternas a pilas o baterías para iluminarse.
- Estar informado a través de cualquier medio vía radio o televisión, ya que puede recibir noticias y recomendaciones importantes, como posibles réplicas.
- Por supuesto, no difundas rumores infundados.
- Evitar usar el teléfono salvo en el caso de que requiera ayuda para heridos graves; las líneas deben permanecer libres para los servicios de emergencia.
- Cumplir con las instrucciones del personal encargado de manejar la emergencia sísmica.
- Examinar si el edificio está estropeado y consultar con un profesional especializado a fin de determinar las condiciones de seguridad sísmica del mismo.
- Si el sitio donde se encuentra tiene daños evidentes, tendrá que abandonarlo lo antes posible. trate de correr y busque si es posible espacios abiertos.
Réplicas: ¿qué son y cómo actuar?
Las réplicas son temblores que se producen tras el evento considerado principal. No ocurren siempre ya que se producen por un reajuste de todo el volumen de roca que rodea la fractura y que dio lugar a dicho terremoto.
Normalmente suelen ser menos agresivos, aunque su riesgo de daños sigue siendo igual alto, ya que algunos de ellos pueden provocar derrumbes en construcciones dañadas o debilitadas.
Por esta razón, si tras el temblor el lugar en el que se encuentre presenta daños evidentes, debe abandonarlo lo más rápidamente posible, dirigiéndose a la zona segura más cercana, preferentemente espacios abiertos, ya que las réplicas podrían provocar derrumbes que agravarían la situación.