Autoridades del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) de Argentina, han revisado el movimiento telúrico recién registrado en San Juan, este viernes 3 de noviembre exactamente a las 22:32:43 hora local.
El temblor, de magnitud 2.6, ha tenido una profundidad de 116 km. El epicentro del temblor recién registrado se ha localizado a 209 km al noroeste de San Juan, 280 km al oeste de La Rioja y 61 km al noroeste de Rodeo.
El propio Instituto Nacional pone al servicio de los ciudadanos que vivan en zonas de riesgo a sismos una serie de recomendaciones que ayudan a todos los residentes a prepararse y encarar situaciones de actividad sísmica importante. Estas medidas de recomendación son aplicables tanto antes, durante como después de un sismo. Por supuesto, también hay en vigor Planes de Prevención Sísmica y protocolos de actuación, que en muchos temblores del pasado han ayudado a proteger vidas humanas y daños materiales.
En líneas generales, es esencial estimular una concienciación pública sobre la importancia de no caer en rumores, noticias falsas e conocer solo en fuentes oficiales, como autoridades locales o estatales.
En caso de que perciba que se está iniciando un movimiento sísmico, en ningún caso se deberá suponer que éste será escaso, ya que es difícil adivinar en sus comienzos cómo será de profundo. En su lugar, deben activarse rápidamente todas las medidas de protección aprovechando que los ocasiones previos al temblor suelen suceder los estímulos más suaves, que van desde vibraciones en cristales y puertas, balanceo de elementos suspendidos o incluso crujidos subterráneos.
Lo segundo más importante, es que se debe permanecer calmado, sin chillar, correr o buscar la manera de huir y tratar de protegerse tanto a sí mismo como a las personas que tenga a su cargo.
A continuación desglosamos algunas de las recomendaciones oficiales que recoge el Instituto Nacional de Prevención Sísmica de Argentina:
Recomendaciones oficiales antes de un temblor
Las siguientes recomendaciones recopilan todas las cosas que deben llevarse a cabo antes de un temblor, con la vista puesta en de disminuir tanto los daños como la vulnerabilidad de las personas. Generalmente, estas medidas se recogen en Planes de Prevención Sísmica o PPS y que aglutina medidas como las siguientes:
- Localizar y señalizar zonas seguras o libres de riesgo.
- Elegir especialistas para cortar los servicios de agua, gas, luz y otros suministros.
- Disponer de luces de emergencias, equipos de iluminación y radio a transistores.
- Asegurar periódicamente el funcionamiento de puertas y portones.
- Señalizar y mantener libre de obstáculos las vías de escape.
- Contar con un plan de emergencia familiar que acuerde puntos de reunión.
- Tener a mano un botiquín de primeros auxilios.
- Ubicar dónde se corta el gas y la luz del lugar en el que estemos.
- Participar de forma activa en el funcionamiento del plan de emergencia sísmico como ciudadano.
Recomendaciones durante el temblor
Durante el temblor, cuya duración no suele superar los 60 segundos, es el momento de máxima tensión y donde mantener la calma y proceder de acuerdo con lo establecido en el plan de emergencia es más primordial que nunca:
- Evite quedarse en sitios donde existan objetos cuya caída pueda provocar accidentes.
- Salvaguarde su seguridad bajo escritorios o mesas.
- No salir a balcones bajo ninguna circunstancia.
- En ningún caso usar elevadores.
- Si se encuentra en un local con un grupo de personas (autoservicios, templos, cines, etc.), aguante hasta el final del temblor en el lugar y aplicar las medidas de protección. No acudir inmediatamente a la salida para evitar aglomeraciones.
- Conservar la calma y no volver a por objetos olvidados.
- Ser solidario con los demás frente a la emergencia.
- Si está manejando, pare el vehículo y no lo abandone en ningún caso. En caso de locales como tiendas o supermercados, retírese de pasillos que contengan cosas frágiles o de gran tamaño.
- Si está en la calle, aléjese de edificios, postes de luz o cables y priorice zonas descubiertas.
Qué hacer tras el temblor
Cuando el temblor ha cesado, es el momento de evaluar daños y tomar decisiones de la manera más rápida e inteligente posible para proteger su seguridad y la de las personas que le rodean. Por ello, debe:
- Mantenga la calma y no se mueva hasta que los objetos que lo rodean dejen de moverse.
- Verificar primero si está en buenas condiciones físicas, después si hay lastimados a su alrededor y aplicar los primeros auxilios.
- Procurar resolver los problemas inmediatos; la ayuda puede tardar en llegar a donde se encuentre.
- No caminar descalzo, ni a oscuras.
- Evaluar que no se hayan producido fugas de agua, gas y electricidad.
- No usar, salvo casos de extrema necesidad, el teléfono, vehículos de transporte y servicios públicos.
- Si está en casa, no encender fósforos, ni conectar llaves eléctricas. Si no lo hizo antes, es momento de todas las llaves ahora.
- Usar linternas a pilas o baterías para iluminarse.
- Estar informado a través de cualquier medio vía radio o televisión, ya que puede recibir noticias y recomendaciones importantes, como posibles réplicas.
- Por supuesto, no difundas rumores infundados.
- Evitar usar el teléfono salvo en el caso de que requiera atención para heridos graves; las líneas deben permanecer libres para los servicios de emergencia.
- Cumplir con las instrucciones del personal encargado de manejar la emergencia sísmica.
- Vigilar si el edificio está dañado y consultar con un profesional especializado a fin de determinar las condiciones de seguridad sísmica del mismo.
- Si el espacio donde se encuentra ha sufrido daños evidentes, tendrá que abandonarlo lo antes posible. Evitar correr y busque si es posible espacios abiertos.
Réplicas: ¿qué son y cómo actuar?
Las réplicas son temblores que se producen tras el evento considerado principal. No ocurren siempre ya que se producen por un reajuste de todo el volumen de roca que rodea la fractura y que dio lugar a dicho terremoto.
Por lo general suelen ser menos fuertes, aunque su riesgo de daños sigue siendo igual alto, ya que algunos de ellos pueden provocar derrumbes en construcciones dañadas o debilitadas.
Por esta razón, si tras el temblor el lugar en el que se encuentre presenta daños evidentes, debe abandonarlo lo más rápidamente posible, dirigiéndose a la zona segura más cercana, preferentemente espacios abiertos, ya que las réplicas podrían provocar derrumbes que agravarían la situación.