José Cristóbal Gregorio fue condenado a un año y ocho meses de prisión en suspenso por reiteradas estafas a bodegas de Mendoza y a una distribuidora de vinos. Fue durante un juicio abreviado en el que Gregorio reconoció la autoría de los delitos a cambio de una pena previamente acordada.
El detalle es que Gregorio cuenta con otras causas judiciales abiertas en la provincia de Córdoba (donde vivía), por lo que una potencial condena en alguno de estos episodios podría derivar en que esa hipotética condena y la que fue confirmada este miércoles a 20 meses de prisión se acumulen y se conviertan en de cumplimiento efectivo (cárcel en una celda).
Cristóbal fue condenado por estafar por $49 millones (monto actualizado a la fecha) a una distribuidora de vinos con la compra de más de 1.500 botellas de vino de alta gama que había pagado con cheques sin fondos. Como antecedente, en 2022, Gregorio también había estafado a una conocida bodega de San Rafael con el mismo modus operandi y por una suma superior a los $11,5 millones. En aquel momento también fue denunciado y al estafador se le inició una causa que desencadenó en el secuestro de esas botellas de vino que estaban listas para ser comercializadas.
Además de la condena a un año y ocho meses de prisión (al ser menos de tres años no debe cumplirse efectiva y se la considera “en suspenso”), a Gregorio se le impuso una prohibición para salir del país y de la provincia. Además, a modo de reparación económica, el condenado puso a disposición un auto Chevrolet Cruze modelo 2012 que ya estaba embargado.
“Es importante que se haya llegado a esta condena, porque este tipo ya había estafado antes y seguía en el rubro. Entonces, que salga esta sentencia sirve para que todos conozcan lo que hacía y, en definitiva, para cuidar a la industria del vino, una de las más importantes de Mendoza”, destacó el comerciante que había sido estafado por Gregorio y quien lo denunció, Roberto Signoretti.
Además, Signoretti -quien también es abogado- destacó que no descarta avanzar en la Justicia civil contra Gregorio para reparar las pérdidas económicas que tuvo con la estafa de José Cristóbal Gregorio.
LAS GRANDES ESTAFAS: ASÍ ENGAÑABA Y ROBABA GREGORIO A LAS BODEGAS
El 7 de agosto de este año, José Cristóbal Gregorio fue detenido en la ciudad de San Rafael, al sur de Mendoza. Fue en el momento en que llegaba a la casa de sus padres e instantes después de llegar procedente de Huinca Renancó (Córdoba, donde estaba viviendo).
Previo a la detención de Gregorio, hubo un gran trabajo coordinado entre la Justicia de Mendoza, la Justicia de Córdoba y las áreas de Investigaciones de la Policía de Mendoza, de Córdoba y de otras ciudades. A José Cristóbal Gregorio lo tenían rodeado, en pocas palabras.
Entre mayo y junio de 2023, José Cristóbal Gregorio contactó vía mail a Roberto Signoretti, encargado de la distribuidora Gran Casa Vinos, con sede en San Luis y que trabaja en la comercialización de vinos de las principales bodegas de Mendoza. Para aquella operación, Gregorio utilizó el nombre falso de Luis Duarte al momento de identificarse. En dos compras distintas, el “Gran Simulador” adquirió lotes de botellas de vino por un total de 16 millones de pesos (1.100 botellas en 15 palets).
Siempre identificándose como Duarte, Gregorio hizo la primera solicitud por la compra de 7 palets por un monto de 8 millones de pesos. Luego, ya por WhatsApp, reiteró un pedido similar de vinos de alta gama y por el mismo monto, otros 8 millones de pesos.
En ambas transacciones se repitió el mismo camino: José Cristóbal Gregorio -bajo el nombre de Luis Duarte- envió el cheque y el encargado de la distribuidora coordinó con las bodegas mendocinas el despacho del nuevo envío.
Pero a partir de agosto de 2023 se activaron las alarmas. En WhatsApp, los mensajes que el encargado de la distribuidora de vinos enviaba a Duarte (quien en realidad era Gregorio) quedaban con un solo tilde, señal de que no llegaban. En simultáneo, “saltaron” los rebotes de los pagos en las bodegas y con los cheques que el comprador había enviado.
El evidente camino llevaba a un solo desenlace: el representante de la distribuidora de vinos había sido víctima de una millonaria estafa. Y, por su cuenta, Signoretti inició su propia búsqueda e investigación. Hasta que, en enero de este año, la víctima radicó la denuncia en el Ministerio Público Fiscal de Mendoza con todas las pruebas.
Fue esta denuncia la que avanzó en la Justicia de Mendoza hasta llegar a la detención del estafador a comienzos de agosto de este año y a la reciente condena. Si bien la estafa fue por 16 millones de pesos, la víctima reclama 49 millones, ya que es el monto actualizado a la fecha.
Además, la denuncia de Signoretti y la investigación de la Justicia de Mendoza permitieron reactivar otras causas, en Mendoza y en Córdoba.
LA PRIMERA ESTAFA
El primero de los engaños de José Cristóbal Gregorio, según consta en el expediente de una causa distinta a la que desencadenó en su detención y condena data de 2022.
En nombre de una empresa distribuidora que decía representar, Gregorio se comunicó con un agente de ventas de la bodega “Finca El Nevado” y coordinó la compra de 7.800 cajas de vino -46.800 botellas- varietal Malbec a cambio de 11,5 millones de pesos.
Para pagar el lote, Gregorio libró 3 cheques de pago diferido. El detalle es que todos tenían orden de no pago efectuada. Por ello mismo, cuando desde la bodega quisieron cobrar el pago que había hecho José Cristóbal Gregorio, se encontraron con la desagradable sorpresa de que los cheques no tenían fondos.
Oportunamente, los damnificados denunciaron al estafador. Y gran parte de las botellas que había adquirido el estafador -y por las que nunca pagó- fueron recuperadas y secuestradas por la Justicia. Este espectacular operativo tuvo lugar en la localidad de Huinca Renancó, donde estaba domiciliado Gregorio
OTROS DELITOS
En Huinca Renancó y en el Sur de la Provincia de Córdoba, las andanzas de Gregorio son conocidas y vox populi entre sus habitantes. Entre ellas se destaca, por ejemplo, una causa de fines de 2017 por el delito de usurpación de 200 hectáreas.
Además, estuvo involucrado en un episodio de daños y amenazas en 2022 y tiene en curso una causa en Cámara del Crimen de Rio Cuarto por supresión de documento.