Lateral Multiespacio es, como lo indica su nombre, un predio en el que funcionan distintas oficinas en Guaymallén. Ubicado en la lateral sur del Acceso Este, antes del cruce con el Acceso Sur (más precisamente, al 1.155) conviven en el lugar un estudio de Escribanía, una Digitalizadora y un consultorio kinesiológico, entre otras dependencias. Pero lo que más sobresale y llama la atención, sobre todo por su cartel con letras tridimensionales en el frente y por los ploteos en el vidrio del edificio central y del auditorio -todo separado de la vereda por una alta reja negra, siempre cerrada al público- son las oficinas de Generación Zoe en Mendoza.
La sede mendocina de la firma que está en el foco de la tormenta a nivel nacional desde el viernes -luego de que, a raíz de una serie de denuncias por falta de pago en Córdoba, se dispusiera la detención de sus principales autoridades en esa provincia y de su máximo responsable nacional, Leonardo Cositorto- funciona con normalidad por estos días en Guaymallén. Los responsables locales de Mendoza “no están en la provincia”, según explican desde la guardia del lugar, por lo que -de forma oficial- no hay nadie para hablar sobre cómo se ha visto afectado el funcionamiento de Generación Zoe Mendoza a raíz de las denuncias.
Sin embargo, y aunque prefieren eludir las preguntas directas y las cámaras, algunos de los socios inversionistas mendocinos -quienes siguen asistiendo periódicamente a la oficina- no se muestran visiblemente preocupados por las acusaciones, que van desde presuntas estafas y asociaciones ilícitas hasta el viejo, conocido e indeseado “Esquema de Ponzi” (también llamado Estafa Piramidal). Porque, ya con el escándalo a la luz, las acusaciones apuntan a uno de estos sistemas en los que, ya sea por medio de la oferta de capacitaciones -para las que se pagan membresías en dólares- o por medio de la inversión en criptomonedas, se prometen ganacias exorbitantes de entre 7,5% y 10% mensuales (siempre en dólares). Pero la clave parece estar en el mismo punto de siempre: que quienes van ingresando logren sumar a más socios inversionistas para, justamente con los aportes de los más nuevos, recuperen su inversión.
Claro que todo esto es parte de lo que está investigando la Justicia de Córdoba y en base a las primeras denuncias. Pero en Generación Zoe Mendoza, al igual que en muchas otras sedes del resto del país, reina la calma (en apariencia), el hermetismo y el silencio. “Ayer (por el lunes) hubo una reunión y participaron cerca de 40 personas. Los movimientos siguen siendo los mismos de siempre, la gente sigue viniendo como antes y no se ve nada alterado”, destacan extraoficialmente desde las oficinas guaymallinas, aunque pidiendo expresamente no ser identificados.
¿Todo en calma?
En el frente de Lateral Multiespacio sobresalen dos construcciones separadas por un pasillo al aire libre, aunque interno. La más amplia de todas es una casa tradicional, con dos plantas, balcones y ventanas de vidrio en la planta superior. En la pared, a la altura el área que separa la planta alta de la baja -siempre visto desde el frente y afuera- está el cartel con letras tridimensionales donde se lee “Zoe”, mientras que en los ventanales de la planta baja hay ploteos adhesivos que no solo funcionan como cortinas que dan privacidad a lo que ocurre adentro, sino que allí se puede ver -y leer- un anuncio de las tan promocionadas -y cuestionada, luego del escándalo- “Zoe Cash”, las criptomonedas en que Generación Zoe permite invertir a sus socios y que promete, entre otras ganancias, un gramo de oro por cada una que se compra. En el caso del dinero invertido en cripto, la única condición para acceder a las tentadoras ganancias es no tocar ese dinero durante un año y dejarlo en la cuenta que genera “Zoe Cash”.
En el centro de las monedas ilustradas sobre los ventanales -y que representan a las “Zoe Cash”- se ve una paloma, algo que no resulta del todo sorprendente si se tiene en cuenta que durante los últimos años -y cuando Cositorto presentó Generación Zoe, en plena pandemia- su perfil ya se mostraba más místico y cercano a la religión. “Invertí en tu futuro” es la recomendación, en tono imperativo, que acompaña a la ilustración de adhesivo.
En la puerta de esta primera construcción, este martes por la mañana había varios jóvenes que salían de distintos encuentros. Teléfonos en mano, miraban una y otra vez hacia la calle. “Sigue todo normalmente, es lo mismo que le dijimos a otros medios que vinieron ayer a preguntar por la situación. Ayer (por el lunes) vinieron como 40 personas y es algo que suele pasar después de los fines de semana”, explicaron -con amabilidad- desde el otro lado de la reja.
En cuanto a la otra construcción que sobresale en el frente, se trata de un auditorio o una especie de SUM (Salón de Usos Múltiples). Allí el ploteo que decora los vidrios de la puenta también promociona a Generación Zoe. Pero no a las criptomonedas de la firma, sino a la marca en sí. Y cada uno de los costados, coronan la composición dos cabezas de león.
“No se escuchan gritos ni lío, por ahora”
Al ser un multiespacio, las oficinas de Generación Zoe Mendoza no son las únicas del lugar, aunque sí de las más nuevas. “Hará entre 6 y 8 meses que han llegado al lugar”, describe una mujer consultada y quien trabaja en las inmediaciones de las oficinas de la empresa de Cositorto en Mendoza. “Y en ese tiempo no se ha visto nada extraño o irregular. De hecho, nosotros hemos podido ver que muchas veces los chicos y las chicas vienen y cobran su dinero”, agrega la mujer, quien aclara que no sabe qué podrá ocurrir a partir de ahora y luego de las denuncias y el escándalo público.
“La verdad es que todos los días vemos y escuchamos, aunque a la distancia, lo que ocurre en el lugar. Yo calculo que si hubiesen estafado a alguien o hubiese existido algún problema, escucharíamos gritos o algún vaso rodar y estallarse contra el piso. Pero la verdad es que la gente está tranquila, incluso en el comienzo de esta semana y que es luego de las denuncias”, agrega la mujer. “No sé en base a qué ha estallado el problema ni si lo que dicen los medios es verdad o no, pero te aseguro que acá hubiésemos sido los primeros o las primeras en darnos cuenta si a alguien no le pagan o lo estafan, porque se hubiese escuchado el lío”, sintetiza.