Teresa Barbera, experta en cocina, con el corazón de una auténtica “nonna”, comparte hoy una receta de salsa de tomate que es la definición de simplicidad y sabor.
La receta es ideal para acompañar tortillas, polenta, arroz y pastas. Atención: esta salsa se convertirá en un básico indispensable en tu cocina.
Pero antes de sumergirnos en la receta, “La Nonna” nos cuenta la fascinante historia del tomate y su viaje desde un mero adorno hasta convertirse en un ingrediente fundamental en la gastronomía.
El fascinante viaje del tomate a la cocina
En sus orígenes, los tomates no fueron aceptados de inmediato en Europa; de hecho, se utilizaban más como plantas ornamentales debido a la creencia de que eran venenosos. Sin embargo, con el tiempo, los tomates comenzaron a ser consumidos y su cultivo se adaptó perfectamente a los climas mediterráneos, especialmente en la península itálica.
Italia es el país que más popularizó el uso del tomate en la cocina. A lo largo de los siglos, los italianos adoptaron y perfeccionaron su uso, convirtiéndolo en un ingrediente clave de esa gastronomía, particularmente en las regiones del sur.
Aunque los tomates son originarios de América, la cocina italiana ha hecho de ellos uno de sus ingredientes más icónicos y fundamentales.
¿Sabías que el tomate seco tiene su origen en la antigua Roma?
Los romanos secaban los tomates al sol para conservarlos durante largos períodos de tiempo. Esta técnica se ha transmitido a lo largo de los siglos y todavía es común ver los tejados de las casas italianas cubiertos de tomates secándose.
El proceso es lento y está lleno de tradiciones; las familias italianas dedican tiempo y entusiasmo a revisar la evolución de los tomates en sus diferentes etapas.
Este ritual se convierte en una oportunidad para compartir momentos de emoción, celebración y alegría mientras los tomates se secan lentamente bajo el sol. Una vez listos, se utilizan en salsas, ensaladas, guarniciones y, por supuesto, sobre tostadas, siendo la estrella de cualquier brunch o picada.
Así, cuando disfrutas de una salsa de tomate casera, como la que nos enseña Teresa Barbera, no solo estás saboreando una delicia culinaria, sino también participando en una tradición que une generaciones y culturas.
Los beneficios de consumir tomate
El primer beneficio que obtenemos al consumir moderadamente tomate, es la incorporación de la vitamina A. Además, ayuda a proteger nuestros ojos de enfermedades degenerativas.
También, mejora nuestra circulación sanguínea. Esto, se debe a que el tomate contiene hierro, un mineral muy saludable para el buen estado de la sangre, así como vitamina K que ayuda a controlar la coagulación. De esta forma, se previene problemas cardiovasculares.
El siguiente beneficio que nos aporta, es que sirve cómo diurético. Al contar con minerales de potasio y bajos niveles de sodio, el comer regularme este fruto, evita la retención de líquidos y a la eliminación de toxinas.
Otro punto positivo, es que nos colabora con el cuidado de la piel. Al tener grandes propiedades antioxidantes, es un remedio natural contra el envejecimiento y un gran contribuidor para el cuidado de nuestra piel, pelo y dientes.
También, ayuda a evitar el estreñimiento. El comer tomate, se cuida el tránsito intestinal y evita la aparición de enfermedades que tengan que ver con los órganos gastrointestinales. También, se previene dolores y malestares fuertes.
El tomate es rico en licopeno, un antioxidante más potente que la vitamina E. Además este fruto contiene otros carotenos lo que lo convierte en un poderoso antioxidante que cuida nuestro organismo.
Ingredientes para la salsa de tomate de Teresa Barbera
- 250 gramos de tomate cubeteado
- Unas hojas de apio picado
- 2 dientes de ajo
- ½ cebolla pequeña picada
- Un par de cucharadas de aceite
- Sal y ají dulce al gusto
- Una pizca de azúcar
Cómo hacer salsa de tomate sencilla y muy sabrosa
- En un recipiente, calentar el aceite y agregar la cebolla, el ajo, y el apio.
- Cocinar a fuego medio hasta que la cebolla comience a dorarse. Incorporar el tomate y mezclar bien. Sazonar con sal, ají dulce y una pizca de azúcar.
- Cocinar hasta que la salsa espese a tu gusto, probando y ajustando el sabor según prefieras.
- Retirar del fuego y reservar.
