La leche en polvo es una de las preparaciones que muchas madres y padres optan cuando tienen un pequeño bebé. Esta preparación es un sustituto o complemente perfecto para la leche materna durante los primeros años de edad. De hecho, existen múltiples tipos y marcas de leche en polvo infantil.
Existen muchas variedades de leches en polvo: leche para lactantes o con una fórmula específica, o por ejemplo, sin lactosa o para bebés prematuros. Sin embargo, es importante que una vez elegida la leche en polvo, hay que saber cómo prepararla.
Uno de los principales inconvenientes que pueden presentarse es la aparición de grumos en la leche, que pueden incluso obstruir su salida. Así, se pueden seguir una serie de recomendaciones para evitarlo.
Trucos para evitar los grumos en la leche
- El truco principal para evitar grumos es agitar el envase donde se encuentra el líquido o revolver constantemente. Tan enérgicamente como si se estuviera preparando un cóctel, ya que esto podría suponer la aparición de burbujas de aire en la bebida. Lo mejor es hacerlo girar hasta que esté bien integrado.
- La temperatura del agua también importa a la hora de evitar que aparezcan grumos. Así, no debe estar ni muy frío ni muy caliente, sino tibio, a una temperatura templada que consiga diluir los polvos. Con el agua fría es más difícil que estos se diluyan bien y, por tanto, habrá que agitar mucho más.
- También se puede optar por ir añadiendo el agua de forma gradual, es decir, echando poco a poco en lugar de añadir todo el agua de golpe. De este modo, se podrán ir disolviendo los polvos progresivamente y será más difícil que salgan grumos.