El verano y su temporada 2023 – 2024 comenzó con todo en Mendoza y en Argentina. Y, pese a que el tipo de cambio sigue siendo desfavorable para vacacionar en el exterior (ante el alto valor del dólar), el magnetismo entre mendocinos y Chile sigue tan vigente como siempre. Incluso, el movimiento en el Sistema Integrado Cristo Redentor es un poco más intenso en esta época si se compara con el mismo período de hace un año.
Entre el 28 de diciembre y el 8 de enero, de acuerdo a los datos aportados por la Coordinación Argentina del Sistema Integrado, cruzaron a Chile más de 58.000 personas. Y, a diferencia de otros años, la noticia -buena- es que las demoras no son tan significativas ni duraderas como en otras ocasiones.
Pero no todo lo que brilla en la costa chilena son las playas más conocidas, las de siempre –Valparaíso, Viña del Mar, Reñaca, Concón y La Serena-. Porque desde hace algunos años se suman nuevos y pocos conocidos destinos para los mendocinos que cruzan la Cordillera de los Andes para descansar en la costa del Pacífico. Y la playa Las Cujas, ubicada en Cachagua (entre Maitencillo y Zapallar) es una de las que, poco a poco, van descubriendo más mendocinos y sumando más veraneantes.
Conocida como “el Caribe chileno”, Las Cujas llama la atención por el color y la calidad de cristalina del agua del mar, así como también por el entorno de riscos, árboles de gran tamaño y vegetación que rodea a la playa. De hecho, para acceder a la costa hay que bajar a pie por unas extensas y laberínticas escaleras. El detalle es que, más allá de esa apariencia de playa caribeña, el agua mantiene el rasgo distintivo del Pacífico chileno: es más bien fresca para darse un chapuzón (salvo en días de mucho calor).
CÓMO ES LA PARADISÍACA PLAYAS DE LAS CUJAS, EL CARIBE CHILENO A 400 KM DE MENDOZA
Ya desde los miradores, la vista de playa Las Cujas es realmente imponente. La extensión de verde pasto –tipo pradera- que se extiende desde la vera de la ruta 60 chilena y que llega a su fin de forma repentina para dar lugar a un risco de caída libre, sumado al azul y verde intensos del mar que se mezcla con el horizonte son un espectáculo digno de una postal.
Algunas casas –lujosas- ubicadas sobre las laderas y las piedras que encierran al agua en una especie de pileta natural completan el paisaje.
Paisajísticamente, la playa es imponente y encantadora. Como desventajas, sobresalen que no tiene mucha arena –es más bien una playa rocosa- y la temperatura del agua, que tampoco puede compararse demasiado con las playas caribeñas y sus mares templados. Pero, en días de mucho calor, vale la pena disfrutar del mar, sobre todo porque no es tan frío como en las playas más tradicionales y frecuentadas por los mendocinos (Viña y Reñaca).
Al bajar las escaleras –a la playa solamente se pueda llegar a pie, un dato positivo en lo que a evitar contaminación se refiere-, el visitante se encuentra con un entorno de bosque, mezclado con playa. La tupida y verde vegetación y los altos árboles permiten hacer largas caminatas para relajarse, siempre con el sonido y el paisaje de mar frente a los ojos. Y siempre es un buen momento para sentarse a descansar sobre alguna de las grandes piedras a despejarse con la mente en blanco y la vista clavada sobre el vaivén de las olas.
Otro de los atractivos de Las Cujas es la posibilidad de completar una caminata tranquila, de más de una hora y que se hace entre las piedras, con puentes de madera incluidos. La travesía permite unir la playa con una especie de islita que se encuentra un poco más metida en el mar, y donde también predominan los altos árboles, los riscos rocosos y los miradores para detenerse a disfrutar de ver cómo el mar se cuela entre las piedras y sus recovecos.
CÓMO LLEGAR AL CARIBE CHILENO DESDE MENDOZA
Desde Mendoza, para llegar a la paradisíaca playa de Las Cujas, ubicada entre Zapallar y Maitencillo, el camino es el tradicional hasta llegar a Los Andes (ya en Chile). Por la Ruta 7 argentina y el corredor internacional se completa la conexión hasta Chile, y ya del lado chileno se recorren los clásicos caracoles.
Pasando Guardia Vieja y antes de llegar a la ciudad de Los Andes por la ruta 60, hay que tomar la vinculación con la renovada traza de esta ruta, para evitar ingresar a Los Andes por el viejo camino.
Luego hay que continuar por la ruta 60 hasta que empalma con la 5 (la equivalente a la 40 argentina, ya que atraviesa todo Chile de Sur a Norte) y seguir por esta autopista hasta la zona de El Blanquillo. En ese momento hay que abandonar la ruta 5 para salir por la E-46 que lleva hasta Laguna de Zapallar vía Catapilco. Y ya llegando a Laguna, hay que volver a tomar hacia el norte por la ruta E-30-F. Esta es la ruta costera que le permite a los viajantes ir disfrutando de los paisajes marinos al costado de la vía, y es también la ruta que tiene a los riscos a su costado.
Desde Mendoza hasta Cachagua y la playa Las Cujas hay 397 kilómetros, que se pueden completar en poco más de 6 horas (ello sin contar las demoras para ingresar a Chile por el Paso Cristo Redentor).
Otra recomendación tiene que ver llevar pesos chilenos en efectivo para pagar peajes en las rutas trasandinas. Hay que calcular, aproximadamente, 10.000 pesos chilenos.