Al menos 50 personas en Córdoba sufrieron intoxicación después de consumir carne en estado de descomposición adquirida en un minimercado de Capilla del Monte. Las denuncias se multiplicaron en las redes sociales, lo que llevó a la municipalidad a clausurar el establecimiento. Se constató que no se seguían los protocolos adecuados, y la carne, además, era lavada con lavandina. Aquí los signos para detectar este tipo de alimentos.
Prevención de enfermedades transmitidas por alimentos
Las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) son provocadas por agentes contaminantes que pueden estar presentes en alimentos de origen animal o vegetal, y sus consecuencias van desde leves malestares hasta graves intoxicaciones. Algunos de los síntomas comunes son vómitos, diarrea, dolor abdominal, fiebre, náuseas y deshidratación, y pueden manifestarse horas después de la ingesta.
Para prevenir enfermedades derivadas de alimentos en mal estado, es crucial aprender a reconocer las modificaciones que puede experimentar un producto. Hay cuatro categorías que los consumidores deben tener en cuenta: contaminado, adulterado, alterado y falsificado.
- Alimento contaminado: contiene agentes vivos (bacterias, virus, parásitos) o sustancias químicas (plaguicidas, hormonas) riesgosos para la salud del consumidor. Por ejemplo, la presencia de Salmonella sp. en mayonesa casera.
- Alimento adulterado: se le han quitado o agregado ingredientes de manera intencional, ya sea para reemplazarlos o no, con el fin de disimular u ocultar alteraciones o defectos de elaboración. Por ejemplo, la adición de colorantes no permitidos en chacinados.
- Alimento alterado: ha experimentado cambios naturales o derivados de procesos tecnológicos inadecuados, que afectan sus características organolépticas y su composición interna. Por ejemplo, carne con mal olor o color debido a condiciones inadecuadas de almacenamiento.
- Alimento falsificado: tiene la apariencia y características de un producto legítimo, pero se nombra o se presenta como tal sin serlo. Por ejemplo, productos que usan el nombre y rótulo de una marca reconocida pero no provienen de sus verdaderos fabricantes.
Cómo reconocer si un alimento está en descomposición
- Verduras y Frutas: marchitas, muy blandas, partes descompuestas o golpeadas.
- Carnes, Aves y Pescados: mal olor o cambio de color.
- Pescados: ojos hundidos, sin brillo y escamas sueltas.
- Carnes, Hígados y Otras Vísceras: olor desagradable, color oscuro o superficie gelatinosa.
- Cereales y otros alimentos secos: contienen insectos o suciedad, humedad, envases deteriorados, legumbres arrugadas, harinas agrumadas.
- Leche: olor agrio (rancidez), forma grumos, suciedad.
- Alimentos enlatados: lata hinchada, golpeada, oxidada o dañada debe ser desechada inmediatamente no utilizar (Clostridium botulinum).
Es importantísimo que los consumidores estén alerta a estos signos y sigan prácticas adecuadas de manipulación y almacenamiento de alimentos para proteger su salud y prevenir intoxicaciones.
Dónde denunciar un alimento en mal estado
Las vías para reclamar en la Argentina son: En el Instituto Nacional de Alimentos (INAL), dependiente del Ministerio de Salud, por teléfono al 0800-222-6110.
En el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) por teléfono al (+54 - 011) 4121-5000 / 0800-999-2386 o a través de su sistema de denuncias.
En el caso de las jurisdicciones locales, dirigirse a la dependencia de Bromatología de la Municipalidad que corresponda al hallazgo y/o a la autoridad provincial como el Ministerio de Salud y/o el Ministerio de Agricultura y Ganadería.