Cómo aprovechar al máximo la vitamina C de las naranjas para prevenir enfermedades

¿Fruta entera o en jugo? ¿Se puede guardar luego de exprimirse? ¿Cuáles son sus beneficios? En esta nota, todos los detalles para “sacarle el jugo” a esta maravillosa fruta

Cómo aprovechar al máximo la vitamina C de las naranjas para prevenir enfermedades
La naranja tiene beneficios sobre el sistema inmunológico y ayuda a prevenir enfermedades respiratorias propias de esta época ya que fortalece las defensas contra virus y otros patógenos.

Las naranjas son una de las frutas vedette de la temporada. Tienen un alto contenido de vitamina C, por lo que está entre las recomendaciones de una dieta adecuada para la estación. Tiene beneficios sobre el sistema inmunológico y ayuda a prevenir enfermedades respiratorias propias de esta época ya que fortalece las defensas contra virus y otros patógenos.

Es una virtud que comparte con otros cítricos pero justamente ella es una de las que más gustan e incluso hoy se pueden conseguir a mejor precio que otras frutas.

Tienen un buen aporte de vitaminas, minerales y poder antioxidante. Pero ¿cómo consumirla para aprovechar mejor sus beneficios? Según la Federación de Citrus de Entre Ríos, los azúcares en el zumo de naranja se absorben más rápido que en la fruta fresca.

El jugo de naranja, bajas calorías

La entidad explica que según el tipo de consumo al que estén destinadas, hay distintas variedades de naranjas: de zumo, para consumo directo, caramelizar o concentrar en zumos envasados. “En la mayoría de los casos, la naranja es uno de los cítricos más utilizados por los consumidores para ingerir en forma de zumo natural, gracias a la promoción de las cualidades beneficiosas que conlleva para la salud. Su aporte de calorías es ínfimo (unas 70 calorías por cada pieza de fruta), aunque esta cantidad varía según el tamaño”, detalla.

Luego enumera diversas opciones para su consumo. Son una buena alternativa para colaciones con un rico aporte nutricional, fibras y bajo en calorías. También es una buena opción como postre, en ensaladas o de acompañante en platos de quesos. En la cocina es además muy versátil, ya que se usa para preparaciones saladas y dulces. Puede ser sustento de salsas, batidos, para bizcochos e incluso puede caramelizarse la cáscara y guardarse.

Como ya se sabe: mientras más fresco, mejor. “El consumo de zumo de naranja natural ha adquirido mucha popularidad entre la población de todo el mundo. Ocurre lo mismo con los zumos de frutas concentrados que, por su fácil y rápida preparación, basta con servirlos para consumir. Respecto al valor nutricional de ambos zumos, el natural y el concentrado, siempre es más nutritivo el zumo recién exprimido”, refiere la organización.

Explican que, como es de suponer, los concentrados pasan por diferentes procesos tecnológicos que debilitan las propiedades nutricionales de la fruta fresca. Consumir naranjas enteras o en zumo asegura la dosis de vitamina C que el organismo necesita.

Naranja entera vs jugo

Sin embargo, hay algunas diferencias entre una modalidad y otra.

Resaltan que si se quiere consumir fibras es mejor la fruta entera ya que la concentración de fibra es distinta: esta se localiza en la piel y en la pulpa de la naranja, y la piel no se consume, por lo tanto el aporte de fibra recae en su pulpa.

Este es el motivo por el cual el jugo de naranja carece de fibra, en comparación con la pieza entera, ya que en la mayoría de los casos para su preparación se desecha la pulpa. Se calcula que el aporte de fibra en zumo es de 1,5 gramos, mientras que en la pieza entera asciende a 2,5 gramos.

“La piel blanca que recubre el fruto es la parte más fibrosa, por lo que si se consume entera, se debe pelar la naranja con cuidado y no retirar esta capa superficial. El poder saciante de la naranja también varía según se consuma entera o en zumo. Es un factor relacionado con el aporte de fibra, ya que esta ejerce un papel saciante. Por tanto, sacia más tomar la pieza entera que en zumo”, detallan.

Un plus del consumo de fibra es que ayuda a hacer más lenta la absorción de azúcares. De este modo puede ser beneficiosa para evitar picos de insulina y las ganas de comer a las pocas horas.

“Por tanto, los azúcares en el zumo de naranja se absorben más rápido que en la fruta fresca entera. No obstante, nada tiene que envidiar el zumo a la pieza entera. Su rápido, fácil y agradable consumo hacen de esta modalidad un excelente alimento para comenzar el día”, proponen.

Exprimir y consumir

La entidad además, sumó otra sugerencia a tener en cuenta: la vitamina C es muy inestable ya que se degrada de forma muy rápida por el efecto del aire o la luz. Por este motivo, es preciso el consumo del zumo de naranja recién exprimido, ya que no se da tiempo a las vitaminas para que pierdan sus propiedades y se mantienen intactas. Si este ideal no es posible, suman como opción: “Si se conserva el zumo en el frigorífico, se puede retrasar la pérdida de su poder antioxidante, aunque se calcula que, como mucho, los zumos guardan sus propiedades durante 30 minutos en refrigeración. Más allá de este tiempo, las pierden de forma considerable”.

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