Comenzó con dolor de muelas y finalmente debieron extirparle parte del cráneo

Carina Matías, de Buenos Aires, necesita ayuda para comprar un casco ortopédico que proteja su cerebro. Empezó con una infección en su boca que luego se expandió provocando así un absceso cerebral.

Comenzó con dolor de muelas y finalmente debieron extirparle parte del cráneo
Un hombre fue al dentista por un dolor de muelas y terminó con una operación que lo dejó sin la mitad de su cráneo. Archivo.

“Una día me acosté a dormir y al otro no desperté. Entré en coma y me daban 1% de vida”, recuerda Carina Matías, una vecina de José Mármol, partido de Almirante Brown, Buenos Aires. Eso fue el 12 de agosto del 2005, cuando empezó el drama que hoy se traduce en una colecta para juntar $91.700 y poder comprar un casco ortopédico.

Todo empezó con un dolor de muelas. “Una noche me acosté a dormir y al otro día mi hermana me fue a despertar pero se encontró con que yo estaba en estado de coma. Mi mamá llamó una ambulancia y me llevaron hasta el Hospital Oñativia de Rafael Calzada para luego trasladarme al Fiorito de Avellaneda y hacerme una neurocirugía”, comentó a Clarín la mujer.

Al principio los médicos pensaban en un diagnóstico de meningitis hasta que se dieron cuenta que tenía la muela de juicio infectada y que la infección se había expandido al cráneo provocando así un absceso cerebral. La operaron. Estuvo internada 40 días mientras intentaba conseguir una prótesis que pudiera sustituir la parte del cráneo que debieron extirparle. “Busqué acceder por medio del gobierno, que en ese momento estaba Nestor Kirchner, y no me la consiguieron. Necesitaba 25 tornillos y 10 plaquetas. Luché 4 años y nunca tuve respuesta ni una asistente social”, afirma. Milagrosamente”, dice, se topó “con el doctor (Héctor) Lanza, del Hospital Gandulfo”, impulsor del Plan Cirugías Patria Solidaria que en 2009 consiguió la prótesis y la operó.

Carina logró llevar una vida normal hasta que el año pasado se sorprendió con un líquido transparente que expulsaba un agujero que se le había hecho en la cabeza: “En plena pandemia empecé a buscar donde me podían atender. Fui al Gandulfo y los neurocirujanos me atendieron, pero me dijeron que tenía que ir al hospital donde me habían colocado la prótesis, el Eva Perón, de San Martín”, comenta.

Al llegar al hospital le informaron que había rechazado la prótesis. “El 18 de marzo me operaron y me dijeron que tenía la prótesis pegada a la duramadre (la capa exterior) del cerebro y tuvieron que sacar tejido de la pierna para poder poner en la cabeza”, explica. La operación que requirió de 22 días de reposo.

“Los médicos tenían preparada una sala de Terapia Intensiva. Gracias a Dios no la necesité. Mis fuerzas de seguir viviendo ganaron”, afirma. Aunque la cirugía fue exitosa, la consecuencia es que ya no pueden implantarle nuevas prótesis debido a que su organismo las rechaza y genera fístulas. Su última opción para mejorar la calidad de vida es conseguir un casco ortopédico que proteja su cerebro.

“Yo lo necesito para, por ejemplo, poder agacharme sin temer a golpearme, que sería muy grave . Hay una parte del cráneo, del lado izquierdo de mi cabeza, que no tengo. Si me golpeó me muero, no tengo protección. Y ese casco cumpliría la función”, explica.

Carina Matías necesita colaboración para poder comprar una prótesis
Carina Matías necesita colaboración para poder comprar una prótesis

El limitante en este caso es el valor de $91.700. “Yo soy pensionada por discapacidad, cobro 16 mil pesos y tengo tres hijos, una de 19 que tiene un bebe, otra de 16 que vive con el padre y un nene de 9 años”, cuenta. A la pensión le agrega lo que puede sacar día a día cocinando y vendiendo pastas caseras.

“Recientemente mi hija puso en Facebook un posteo para que la gente me ayudara con lo mínimo que pudiera para poder pagar el casco, y la verdad que tuvo mucha difusión. El día 14 de julio me llamó un chico de 25 años, Mariano, que vive en Mármol, que ayuda a mucha gente, y me ofreció su colaboración para poder juntar la plata que falta”. Lo que le resta son $26.700.

Al menos ya consiguió un turno para hacerse el molde. El martes 27 de julio llegará ese día que le permitirá avanzar con el procedimiento que le brindará una mejor calidad de vida. “Estoy muy agradecida a todos los que están colaborado para que yo pueda estar mejor. Les agradezco a Dios, a Mariano, a mis clientas y a mi hija que están haciendo lo posible para poder acceder a este casco que me va a permitir vivir mas tranquila, sin miedo a golpearme o caerme. La verdad es que estoy muy, muy agradecida, de corazón”, concluye.

“Ayudamos a Cari” es la campaña, a través de mercadopago (11-2465-4443) o transferencia bancaria a nombre de Carina María Matías, CBU 2850520640064656089328, DNI 25164466.

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