A menos de 12 kilómetros del Centro mendocino, hacia el Oeste, se esconde un sitio en medio de la geografía pedemontana. Hay que cruzar el Cerro de la Gloria, el barrio La Favorita y el viejo Acceso 2 del ex autódromo General San Martín para abrirse paso entre las primeras cerrilladas, por un camino que a esta altura ya es de tierra. Es “el fondo” de la Ciudad y el paisaje natural domina el terreno. A los pocos minutos de transitar a baja velocidad y en subida, uno se encuentra con un arco de ingreso ubicado a mano derecha (Norte).
“Colonia Papagallos” se puede leer e inmediatamente después comienza un caminito descendente en caracol hacia un lugar forestado que contrasta que con la vida agreste de este sector.
Un conjunto de edificaciones forman la Colonia, que desde 1990 funciona como un apéndice educativo para todos niveles, desde el Primario al Superior. Una escuela entre los cerros, que propone a los estudiantes que la visitan conocer sobre geología, flora, fauna autóctona y arqueología. De hecho, se trata de la escuela Deportiva Nº 5-009, profesor Lucas.
“Mediante una propuesta recreativa, los alumnos tienen una experiencia directa aquí”, explica el profesor Pedro Torres, uno de los responsables del sitio, y agrega que la actividad es intensa entre semana y fines de semana puesto de tienen reservadas hasta fin de año las instalaciones.
“Aquí vienen chicos de todas las edades, tienen prioridad los alumnos del nivel Primario, Especial, de gestión pública y privada”, agrega la directora Laura Costanzo. Aunque también las puertas están abiertas a otras instituciones, como iglesias, aclaran los docentes.
A la sombra de unas añosas coníferas, el profesor Carlos Stellato espera el arribo de un contingente de estudiantes provenientes de Luján de Cuyo. Vienen por el día a una excursión educativa que es parte del programa desarrollado por la Direccción General de Escuelas (DGE). Lo común es que los contingentes se hospeden por dos días, para completar la actividad prevista. Ya tiene programado los senderos, cerros y arroyos secos que transitará junto a los visitantes. “Cuando llegan los estudiantes se encuentran con este mundo natural y, mientras lo conocen, se va desarrollando la curiosidad y así abordamos los temas relacionados a las ciencias naturales, por ejemplo”, asegura Carlos.
La casona de un ex gobernador
Sobre la edificación, Costanzo y Torres comentan que, originalmente, este lugar fue una casona de fin de semana que perteneció al ex gobernador Francisco Álvarez en las primeras décadas del siglo XX. Una piscina data de aquella época.
Agregan que luego pasó a ser una estación experimental de forestación, como otras tantas que se instalaron en el piedemonte, especialmente en El Challao, con el objetivo de proveer de plantas que se adaptaran a las condiciones reinantes en esta parte de la provincia. Y señalan que parte de estas plantas fueron llevadas al parque General San Martín. Esto fue posible gracias a que el lugar dispone de agua de vertiente.
Un par de kilómetros hacia el Oeste de la Colonia se encuentra el Puesto Lima, donde se halla la vertiente más importante de la zona y que permitió la forestación del Cerro de la Gloria (ex Del Pilar) por medio de un acueducto.
La DGE informa que en 1936, en materia turística, además de la creación de la Fiesta de la Vendimia y la Dirección Provincial de Turismo, se realizó la apertura de la colonia de vacaciones de Papagayos. Sobre el origen del nombre, destaca: “La grafía correspondiente escribe papagayos con ye, pero por ser denominación histórica que proviene del tiempo de la conquista europea, respetamos el nombre de Papagallos”. Probablemente se deba a la existencia de poblaciones de loros.
“También tenemos entendido que aquí habían papafigo, que son aves de color amarillo y las trajeron en la época colonial”, resalta la directora. Y acota que este lugar perteneció también al Ejército, había un polígono de tiro hasta hace unos años y a mediados de la década del ‘80 pasó a la provincia, para luego depender de la DGE desde 1990.
Organismos de derechos humanos han denunciado que allí, durante los ‘70, funcionó un centro clandestino de detención. Costanzo está al tanto y explica que ha recibido la visita de representantes de tales organismos y que se mantienen las investigaciones.
El profesor Torres añade que el pasado militar del lugar también se puede observar en el cerro Pircas, donde existen pequeñas trincheras que probablemente hayan servido para entrenamiento. “Parte del programa de actividades es el ascenso al cerro Pircas y al de la Cruz, como también un paseo por senderos y por los arroyos”, detalla.
Actualmente se observa un edificio principal que sirve para alojar a los estudiantes que acamparán por dos días entre los cerros. Además de un salón de usos múltiples, se destaca una pequeña colección de animales embalsamados, piedras características de la zona y otros elementos. “Los chicos nos preguntan si hemos matado a este cóndor, a las serpientes o a la araña que ven en las vitrinas. Nosotros les comentamos que no, que se trata de ejemplares que fueron hallados muertos. La colección perteneció a un reconocido vecino de la zona, que donó el material para armar el museo educativo”, agrega el profesor Carlos Stellato.
“Aquí los chicos tienen un lugar para compartir conocimientos con los profesores, es una forma de fortalecer los aprendizajes. Lo que ven en la escuela, lo pueden vivenciar aquí, además despierta la curiosidad de los alumnos”, explican los profesores Laura y Pedro, quienes comentan que estos programas denominados Campamentos Educativos funcionan en Papagallos, en El Carrizal y en Polvaredas (Alta Montaña).
“Vienen estudiantes de todos los rincones de la provincia, también hay que aclarar que tienen prioridad los chicos de las escuelas rurales y de las urbano marginales”, indica Pedro y afirma que persiguen un objetivo social también. Por este motivo, se cobra un arancel mínimo, que sirve para el mantenimiento básico de las instalaciones. “Por año, recibimos entre 15.000 y 20.000 chicos, están en permanente funcionamiento”.
Contacto
La sede administrativa de las Colonias Educativas (Papagallos, El Carrizal y Polvaredas) funciona en la escuela Mitre, en calle San Juan 417 de Ciudad. Teléfono: 4203762. Cuenta con sitios en Instagram y Facebook.