Cuando la psicóloga mendocina Susana Vaquer Balmaceda inició su posgrado en la Universidad Camilo José Cela y Fundación Síndrome de Down de Madrid (España) jamás imaginó que se le abriría un nuevo mundo en torno a la temática que siempre había estudiado, siempre vinculada con la discapacidad.
Fue allí, en 2014, cuando conoció la importancia que tiene el ocio para estas personas y decidió profundizar, experimentar y, más tarde, elaborar un proyecto para volcar en Mendoza, su provincia natal.
“Me anoté como voluntaria y conocí lo mucho que consiguen a través del ocio. Ni más ni menos que ser felices. Solemos pensar que deben aprender, integrarse, independizarse, hablar, pero jamás en todo lo bueno que el tiempo libre les permite lograr”, advierte la profesional en diálogo con Los Andes.
Lo cierto es que el 6 de julio de 2014, ya en Mendoza, Susana armó un proyecto similar al que integró en Madrid y así confeccionó folletos, convocó a personas discapacitadas adultas y salieron a difundir un espacio de encuentro al que más tarde denominó “club”, que se inició con apenas tres miembros.
“Tenía la idea latente en la cabeza y la experiencia maravillosa de España recorriendo miles de lugares hermosos con grandes resultados. Me pregunté por qué no en Mendoza y así empecé, a pulmón”, recuerda.
Susana comenzó la iniciativa con gente mayor, es decir, aquella que ya había logrado completar sus ciclos en centros de día, talleres y otros espacios similares. Personas que, por lo general, se encuentran encerradas, deprimidas y sin lugares donde puedan socializar y sentirse útiles y productivas.
El primer año la matrícula llegó a 10 integrantes, todos felices de realizar los sábados actividades recreativas, viajes, paseos y desafíos como el aprendizaje del uso del dinero, los medios de transporte, la autonomía, la higiene.
Hoy, nueve años después, “El Club del Ocio”, una propuesta inédita en el país, posee más de 90 inscriptos que van de 6 a 65 años divididos en grupos según la edad: Minis, Peques, Fachas y Bonitas, Titanes y Multipoderosos.
Si bien el grupo cuenta con un espacio donde se llevan a cabo actividades, se intenta realizar las salidas a distintos lugares, desde un teatro, una plaza, un parque, un municipio y, por supuesto, restaurantes donde comparten el almuerzo. Dos veces al año, a partir de campañas, se realizan viajes. Este año será el turno de Villa La Angostura y de San Rafael.
Satisfacción
“Es una alegría comprobar el crecimiento que hemos experimentado y, mucho más, la felicidad que vemos en esos rostros. Siento una gran responsabilidad al cambiarle la vida a muchas personas que no encontraban una salida”, reflexiona Vaquer, para mencionar el ejemplo de Gustavo, uno de los integrantes veteranos que, a sus 65 años, realizó su primer viaje sin su familia.
“Fuimos a Córdoba y vivió días muy diferentes a su cotidianeidad, cocinó, tendió su cama, compartió días con otros pares y se dio cuenta de que podía. Su familia estaba sorprendida”, recuerda la fundadora del club.
Precisamente para fomentar la producción y el financiamiento de estos viajes, cinco veces al año se llevan a cabo microemprendimientos de jabones, velas y aromatizantes, entre otros productos, que se comercializan en ferias.
“Nuestra idea es enseñar el valor del dinero y, por lo tanto, ayudar a financiar nuestros viajes”, advierte la psicóloga. La participación en el club se da a través de obras sociales y en forma privada con una módica suma mensual.
El equipo está formado por 15 personas, entre ellos profesionales y estudiantes avanzados de psicología, psicopedagogía, acompañantes y profesores de Educación Física. “Nadie tiene negado el acceso a nuestro espacio porque no existen personas a las que no podamos recibir, cada cual tiene sus habilidades y posibilidades, desde personas en sillas de ruedas, con dificultades intelectuales, ciegas y sordas”, recalca Vaquer.
¿De qué se trata?
“El Club del Ocio” es un programa que busca acompañar a niños, jóvenes y adultos con discapacidad para que evolucionen hacia una vida adulta con la mayor competencia personal que permitan sus facultades.
Se aspira a ayudarlos para que logren desarrollar capacidades y hábitos de autonomía y bienestar personal, además de buscar que adquieran estrategias para actuar y resolver situaciones en entornos naturales y cotidianos.
Todas las actividades se desarrollan en terreno real y tienen como espíritu fundamental el ocio, el disfrute y el entretenimiento de las personas. Las actividades del club de ocio se desarrollan durante el fin de semana, de manera de no interferir con otras labores del joven y la familia.
Pueden participar niños, jóvenes y adultos con discapacidad a partir de los 7 años de edad y suelen durar desde dos horas hasta cinco días. Se realizan dos viajes en el año de una, dos y tres noches de duración.
Susana Vaquer Balmaceda, directora del equipo conformado por numerosos profesionales, es licenciada en Psicología con un posgrado en Atención Temprana y en TEA. Además de dirigir el Club del Ocio, hace lo propio en el centro de desarrollo Horizontes. También trabaja en la integración laboral. Se define como una amante del tiempo en familia, de viajar y de pilates.
Para resumir, la profesional sostiene que el programa busca acompañar a niños y jóvenes con discapacidad para que evolucionen a una vida adulta con la mayor competencia que le permitan sus facultades. En ese sentido, se refiere a las actividades que propone, como deporte, cultura, viajes, ocio simple y complejo y actividades solidarias.
Entre los beneficios del ocio, cita: combate el estrés, permite la rehabilitación física, mejora la salud y la movilidad, facilita el aprendizaje y mejora las habilidades sociales, desarrolla la creatividad y favorece el crecimiento personal y la autoestima.
También el ocio previene problemas de aislamiento y depresión, reduce la distancia física entre las personas con y sin discapacidad; mejora la empatía y fomenta la colaboración. Teniendo en cuenta de que este mes se llevará a cabo un bingo para recaudar fondos destinados a los viajes programados, los organizadores solicitan a la comunidad la donación de premios.
La matrícula está integrada mayormente por “Fachas y Bonitas”, donde concurren alrededor de 50 personas, mientras que los Peques están formados por 10 chicos; “Minis”, seis y “Titanes y Poderosos”, es decir, adultos, suman alrededor de 40.
Dónde informarse
Contacto de la entidad: 2615956124 / 2615340185. Mail: clubdeocio.mza@gmail.com. Facebook: ClubdeOcio Mendoza Instagram: clubdeocio.mza.