El ciclo lectivo 2021 estará, como el que acaba de cerrar, marcado por la pandemia y entre otras cosas con cambios que irán produciendo sobre la marcha para adaptarse al contexto que imponga la situación sanitaria.
La intención es volver a las clases presenciales pero al mismo tiempo, las autoridades locales reconocen que es difícil que se pueda y por ello en el mejor de los casos aspiran a la presencialidad algunos algunos días y la bimodalidad, la coexistencia de esta con la virtualidad.
La Dirección General de Escuelas (DGE) presentó ayer el Calendario Escolar 2021 y así comienza a tomar forma el próximo año académico, que se anticipa inundado de incertidumbre como el 2020. Es que es imposible anticipar en qué condiciones epidemiológicas se encontrará la provincia en febrero o marzo, por ello, ha propuesto una estructura macro de fechas que sería inamovible para evitar cambios y dudas constantes como ya ocurrió.
Pero por otra parte, dado lo cambiante del escenario que plantea el virus Sars CoV-2, cada 15 días se harán evaluaciones sobre las condiciones epidemiológicas y se considerará si es necesario hacer cambios en la forma en que se dictan las clases y otros procedimientos.
La Resolución N° 3298, publicada ayer en el Boletín Oficial, estableció cuestiones como el inicio de las actividades de los equipos docentes, la de los estudiantes, receso escolar y finalización de clases.
Luego, sobre la marcha y de acuerdo a las condiciones sanitarias, se irán definiendo detalles. Por otra parte, quedará en manos de cada institución proponer de qué manera trabajar en el marco de los parámetros establecidos. Esto dará flexibilidad para adaptar la propuesta a su propia comunidad y recursos.
Por ejemplo, los colegios definirán qué grupos asisten (en la modalidad de burbuja) y que días, si va el curso completo un día o se divide en distintos días, si las clases son en entornos abiertos o cerrados.
En este marco, Graciela Orelogio, subsecretaria de Educación, rescató la experiencia adquirida los últimos días de clases con la implementación de protocolos para algunos alumnos que regresaron a la presencialidad, y que servirán de sustento.
“La idea de este calendario es que no debamos hacer una modificación por resolución de forma permanente sino a través de la subsecretaría de Educación se puedan ir generando los memos o resoluciones propias para poder ordenar la actividad docente y estudiantil del próximo año”, explicó Graciela Orelogio, a cargo del área. Y agregó: “Queremos las clases en la escuela pero sabemos que esto no depende de nosotros”.
Cómo será el año
El año académico estará marcado por la flexibilidad, la bimodalidad, la promoción acompañada y se consolidará el trabajo con aprendizajes prioritarios. Coexistirán la virtualidad y la presencialidad, que es bastante probable que sea por grupos (burbujas) y sólo algunos días a la semana, aunque se evaluará sobre la fecha.
Por otra parte, se seguirá trabajando con aprendizajes prioritarios, implementados este año como un modo de rescatar lo esencial que debían aprender los alumnos de cada año y una forma de sostener una enseñanza más o menos pareja (aunque haya otras cuestiones que lo impiden).
Encuestas realizadas a nivel nacional dan cuenta de que 6 de cada 10 padres creen que sus hijos han perdido contenidos y que esto tendrá impacto en el futuro. Silvina del Pópolo, directora de Planificación de la Calidad Educativa dijo que no cree que sea así, sino que destacó que se trata de una escuela diferente. “Priorizar aprendizajes no es un recorte del contenido” subrayó, sino que tiene que ver con desarrollar habilidades.
No hay que olvidar un determinante fundamental: se estableció que 2020 y 2021 serían una unidad pedagógica por lo cual ningún alumno de primaria ni secundaria repitió y el próximo ciclo habrá que evaluar y subsanar desequilibrios. Ni bien se regrese a clases habrá que hacer un diagnóstico para saber cuánto aprendieron los alumnos el año anterior y generar estrategias personalizadas. Esas evaluaciones considerarán 4 ejes: aprendizajes prioritarios, comprensión lectora, matemática y fluidez lectora.
El acompañamiento de las trayectorias será otro elemento distintivo con especial dedicación a algunos segmentos. El ciclo tendrá 182 días de clases para la mayoría pero para un grupo serán 11 más.
Poco más de 5 mil alumnos de Nivel Primario y Secundario iniciarán antes que el resto, el miércoles 10 de febrero. Son aquellos que durante 2020 en el marco de las clases no presenciales tuvieron trayectorias débiles y no lograron conectar adecuadamente con la escuela pese a los intentos.
Por este motivo, estos chicos quedaron sin lograr acreditar saberes y por ende, en su libreta en vez de nota aparece la inscripción “en proceso”. Se les dará un acompañamiento especial en la previa del inicio de clases, que será el 1 de marzo para todos los niveles y modalidades.
Las Claves
Mesas, receso y cierre
Retorno. Directivos y celadores comenzarán sus actividades el 4 y los docentes el 8.
Mesas. La recuperación de saberes para quienes adeuden materias será en tres momentos del año: abril, agosto y noviembre. Se hará un acompañamiento previo con evaluación continua.
Jornadas. El 2 de febrero se realizará el acto de inicio donde se reúnen funcionarios y supervisores de todos los niveles y modalidades. Las primeras jornadas institucionales se desarrollarán desde el 10 al 19 de febrero.
