Miedo, angustia e incertidumbre. Todo ello sumado con una permanente e inevitable desconfianza de y hacia cualquier persona que veían acercarse. Esa dura combinación fue lo que evidenciaron los rostros y la actitud de comerciantes y clientes en las calles del centro y microcentro mendocino pasadas las 12:30 de este martes, mientras cerraban sus locales (o continuaban atendiéndolos, aunque con la persiana baja).
Incontables cadenas de WhatsApp, de lo más variadas, se replicaban a esa hora entre los dueños y empleados de los comercios. Y todas alertaban sobre lo mismo: los saqueos en el centro mendocino eran inminentes. Por ello, no había demasiadas alternativas: o cerraban las puertas y daban por finalizada la jornada laborarl, o continuaban atendiendo con las persianas bajas. O, la más arriesgada, se la jugaban y seguían con las puertas abiertas de par en par.
A esta altura, la información que manejaban en los negocios era confusa; los mensajes hablaban de epicentros varios en la calle General Paz, San Juan e incluso en la Avenida San Martín. Esta clima de desconcierto también impactó con miedo entre otros. En el centro, el movimiento del público en las veredas, que en algunos casos manifestó un apuro tenso, contrastó con las rejas de los negocios que impedían el paso de un potencial cliente por el temor a posibles destrozos”.
“Es todo una locura lo que está pasando con WhatsApp. A un comerciante le llega una cadena, la reenvía y decide cerrar su comercio por miedo. Y todos los demás deciden cerrar, por las dudas. Después no sabemos si pasa algo o no pasa nada, pero hay que cerrar y no se puede trabajar. Es una locura lo que está pasando en este país”, repite, una y otra vez, Javier Mignani, dueño de la cadena de carnicerías que lleva su apellido.
Mientras habla, intenta encontrar alguna solución o respuesta a cómo seguirá el día en la sucursal ubicada en calle General Paz y Patricias Mendocinas, del centro mendocino. Es el mismo comerciante que sufrió destrozos totales en otro de sus comercios ubicados en calle Independencia (Las Heras) el sábado.
En la misma disyuntiva, y con la misma angustia en su expresión, se ve a todos los comerciantes y transeúntes del centro mendocino. Pese a que todavía no son ni las 13:30, las postales ya se asemejan a aquellas de las películas del lejano oeste y que mostraban el estado de cualquier pueblo cuando llegaba el temible bandido: puertas cerradas, nadie en la calle, silencio y la tensión latente.
A pocas cuadras, minutos después de la 13, las tradicionales pizzerías de la calle Lavalle estaban cerradas, al igual que el resto de los lugares de comida. En la sucursal de un supermercado, un empleado detrás de las rejas les decía a los clientes: “Cerramos por una hora, no sabemos qué es lo que está pasando. Es por seguridad. Sepa usted disculpar”. Cerca una empleadas en la ex-calle de los cines comentaba que les habían dicho que había un grupo saqueando en el centro y que iba para allá. “Estamos cerrando, no sabemos nada. Esperamos ver a la policía, queremos que nos dejen trabajar”, señaló.
EL CERCANO OESTE
Luego de un fin de semana largo convulsionado en el Gran Mendoza, con robos organizados en poblado y en banda que se registraron en comercios de Las Heras y también intentaron replicarse en Guaymallén y Godoy Cruz, el martes comenzó envuelto por una atmósfera enrarecida. Ni siquiera el feriado del lunes parecía ser suficiente como para empezar la semana con energías renovadas.
En Las Heras, por ejemplo, desde las 2 de la mañana de hoy había versiones y rumores de saqueos, una vez más en calle Independencia y que se habían viralizado por cadenas de WhatsApp. La información describía que el punto de encuentro de los saqueadores organizados sería el Campo Histórico El Plumerillo y que, de allí, partirían hacia los distintos locales comerciales diseminados por la importante avenida lasherina.
La mayoría de los comercios ubicados en esa calle bajaron las persianas cerca de las 11 y continuaron con la atención al público reducida, mientras que la gente debía esperar en la calle. Además, uniformados de la Policía de Mendoza estaban dispuestos en las distintas esquinas, mientras que -en autos y en camionetas de la fuerza- patrullaban permanentemente la zona.
Incluso, los padres de los chicos que estudian en la escuela Cruzada Libertadora fueron a buscar a sus hijos al establecimiento antes de las 11 y ante el temor latente de nuevos desmanes. Pero, al menos hasta pasado el mediodía, no se registraron incidentes.
A las 13, el ministro de Seguridad, Raúl Levrino inició una conferencia de prensa para referirse a los episodios delictivos y saqueos del sábado, así como también a los nuevos rumores con que había amanecido el martes.
“En WhatsApp están promoviendo robos y saqueos en supermercados. Quiero transmitir a la ciudadanía que no hagan caso a lo que se informa en las redes sociales porque se atemoriza a la gente”, afirmó Levrino.
“Están trabajando grupos muy bien organizados, muchos tienen antecedentes penales. Estamos tratando de detectar quién está detrás. De los 60 detenidos habrá varios que irán al penal”, detalló.
Mientras el ministro de Seguridad declaraba esto, la paranoia y el temor se trasladaron al centro mendocino. “¡La gente viene caminando por 9 de julio para el sur, con la idea de ir saqueando a su paso!”, advertían algunos de los comerciantes. “¡No, vienen por San Juan!”, refutaban otros. “Están pasando y sacando fotos con el teléfono a los locales que están abiertos”, alertó el empleado de una carnicería en calle Patricias Mendocinas.
Con solo recorrer la avenida San Martín y calles aledañas, se veía como la mayoría de los negocios habían bajado sus persianas e interrumpido la atención al público. Y quienes no lo habían hecho, o estaban atendiendo sin dejar ingresar a los clientes o hasta se acercaban y prácticamente le imploraban a la policía que les diera alguna respuesta o información concreta y precisa sobre los supuestos saqueos.
ZONA DE PERSAS Y MERCADO CENTRAL, EL FOCO DE LA TENSIÓN
Si bien a lo largo de calle San Martín todos los comercios cerraron sus puertas entre las 13 y las 13:30, los focos de mayor tensión y alarma se enfocaron en las inmediaciones de calles Las Heras, General Paz y Godoy Cruz, así como también en 9 de julio, España y Patricias Mendocinas.
Allí fue donde, de a poco, se fue concentrando la presencia policial. Y donde, hasta pasado el mediodía, se concentró también la atención. El Mercado Central, que acostumbra a cerrar al mediodía, adelantó el cierre de sus puertas. En tanto, los locales que permanecieron abiertos lo hicieron con una importante custodia policial.
“Están cerrando todos porque los rumores dicen que vienen saqueando desde 9 de Julio hacia acá. Esa es toda la información que ha llegado por WhatsApp”, comentó Juan, uno de los mozos de un restaurante en calle Patricias. Él está parado junto a la puerta. “Vemos que los negocios cierran, la carnicería, todos los locales abiertos a la calle. No hemos visto movimientos bruscos, pero tenemos la puerta cerrada”, explicó.
Juan agrega que una señora le comentó que estaban saqueando por todas partes. “Están cerrando, vienen saqueando desde la calle General Paz. Esa es la información que le había llegado al teléfono. Los kioscos están cerrando por ese motivo”.
DESMIENTEN ROBOS Y SAQUEOS EN EL TRANSPORTE PÚBLICO
En medio de la convulsionada mañana de martes, también vía WhatsApp y redes sociales, hubo reportes de supuestos ataques en el interior de las unidades del transporte público que circulan por el Gran Mendoza.
Entre otras cosas, destacaban que los colectivos no se detenían en las paradas -por miedo- y hasta que se habían registrado robos y ataques en el interior de las unidades.
No obstante, desde la Secretaría de Transporte y Servicios Públicos y desde el Ministerio de Seguridad destacaron que esta información era falsa, al tiempo que aclararon que la Policía de Mendoza fue puesta al tanto de la situación y habían coordinado con las empresas prestadoras para alertar cualquier imprevisto.
Postales similares a las del Centro se vieron esta mañana en Las Heras, epicentro de los violentos episodios el sábado pasado.
Desde el Ministerio de Seguridad, en tanto, pidieron a la población no replicar los mensajes falsos de WhatsApp sobre supuestos robos organizados y denunciar los hechos delictivos. En ese sentido, el ministro de Seguridad, Raúl Levrino insisitió en que “no hay robos en los micros. Por favor, no den importancia a todo esto que infunde temor”.
