Un equipo de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos Malbrán”, en colaboración con investigadores británicos, lograron mapear a través de la genómica la bacteria de cólera que circuló en nuestro país hace 30 años.
Esto permite que “el sistema de salud pueda generar diferentes estrategias de preparación y alerta de acuerdo a la cepa circulante”, señalaron autoridades de ese instituto.
El trabajo, publicado esta semana en la revista Nature con el nombre “Los aspectos genómicos de la epidemia de cólera en Argentina aclaran las dinámicas contrastantes entre vibrio cholerae epidémico y endémico”, fue realizado por expertos del Malbrán (Servicio Enterobacterias y Plataforma Genómica), la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de la Universidad de Londres y del Instituto Wellcome Trust de la Universidad de Cambridge.
El eje del trabajo es, como su nombre lo indica, el contraste entre el llamado cólera “endémico” y aquel que llegó a la Argentina, presumiblemente del Perú. A diferencia del primero, este peculiar linaje de la bacteria tenía potencial pandémico.
“Para controlar y erradicar el cólera epidémico debemos comprender cómo comienzan las epidemias, cómo se propagan, cómo disminuyen y finalmente terminan”, se lee en el abstract de la investigación.
Josefina Campos, científica del Malbrán, autora principal de la investigación, viene trabajando desde hace cinco años acompañada por los investigadores Tomás Poklepovich, Gisela Zolezzi, Marcela Panagópulo, Ma Rosa Viñas, Miriam Moroni y Ma Inés Caffer.
Campos detalló que “este es el primer estudio genómico de esta envergadura hecho en un país, donde se estudió la epidemia y su período posterior con este nivel de detalle” e indicó que “esto fue posible gracias al papel del ANLIS Malbrán durante la epidemia de cólera en los 90 y la colección histórica desde ese momento”.
La investigadora destacó que se pudo realizar “la secuenciación de genoma completo de 490 muestras de cepas que afectaron a enfermos de 14 países de América entre 1974 y 2014”.
El grupo de científicos comparó la información con la de otros linajes que causaron brotes de cólera en otras regiones del mundo, y así identificó que los linajes globales fueron los responsables de las dos últimas epidemias en el continente americano.
Una de ellas se desató en Perú en 1991, y se expandió en Chile, Bolivia, Paraguay, el Norte de la Argentina en 1992, y a casi toda Sudamérica.
En la Argentina, los brotes epidémicos siguieron hasta 1998, afectaron a 4.834 personas y produjeron 72 muertes. Esa epidemia fue producida a partir de la introducción de casos de cólera desde el Suroeste de África.
Además, se estableció que el cólera también afectó a México en 1991, pero lo hizo a través de un linaje de bacterias que había ingresado por personas infectadas desde el Suroeste de Asia. La otra gran epidemia de cólera fue por un linaje que se introdujo en 2010 en Haití y que aún continúa.
“Poder diferenciar los linajes de estas bacterias -explicó la bioquímica-, permite distinguir aquellas con potencial epidémico de aquellas que son endémicas o de circulación habitual. Esto permite optimizar la vigilancia y las medidas de prevención a aquellos que tienen potencial pandémico, optimizando los recursos del sistema de salud público”.
Por su parte, la directora científico técnica del Anlis Malbrán, Claudia Perandones, dijo que “este trabajo es solo una muestra de cómo la genómica puede contribuir a la vigilancia epidemiológica optimizando el manejo de pandemias, epidemias y brotes”.
Perandones subrayó que “la importancia de este trabajo radica en que evidencia claramente que la genómica, es una herramienta extremadamente útil para la toma de decisiones en salud pública”.
Al respecto precisó que “clásicamente se pensaba que la secuenciación de los genomas de los diferentes patógenos, (virus, bacterias etc) tenía un gran valor académico pero que no era un conocimiento imprescindible para la implementación de decisiones sanitarias”.
Y continuó: “Este estudio pone de manifiesto que, a través de la genómica, se pudo discriminar la ocurrencia de casos de cólera en un mismo período de tiempo, de cepas con alta transmisibilidad y virulencia y con potencial epidémico y casos correspondientes a cepas endémicas que no tenían esa capacidad”.
“Esta diferenciación -agregó- permite que los distintos efectores del sistema de Salud, laboratorios de las diferentes jurisdicciones, instituciones sanitarias, epidemiólogos y autoridades, puedan generar diferentes estrategias de preparación y alerta de acuerdo a la cepa circulante”.
La directora científico técnica del Malbrán explicó que “esta tecnología está cambiando el modo actual de realizar vigilancia y monitoreo epidemiológico porque permite conocer con absoluta precisión el origen de epidemias y brotes, identificar patógenos que pueden producir coinfecciones, predecir el comportamiento de los diferentes patógenos e identificar fuentes de contagio y altos riesgos de transmisibilidad en tiempo real”.
La especialista concluyó que "este conocimiento permite a las autoridades sanitarias tomar decisiones con información precisa para cada jurisdicción y sin demoras, garantizando respuestas rápidas que reduzcan la morbimortalidad de la población.
Perandones destacó que “Anlis es pionero en su implementación y esos resultados se ven en el manejo de la actual pandemia de Covid-19 y se vieron también en los recientes brotes de hantavirus y Streptococcus pyogeness”
El cólera es transmitido a través de agua y alimentos contaminados por la bacteria Vibrio cholerae, y se presenta con síntomas como diarreas acuosas y profusas y vómitos.
Aunque hoy es fácilmente tratable, en la actualidad se siguen desarrollando casi 3 millones de casos de cólera por año, y se cobra 100.000 vidas en 47 países.
Existieron 7 pandemias en el mundo, causando millones de muertes. La actual pandemia que comenzó en los años 60, es causada por un único linaje pandémico, 7PET.
Mientras que Sud y Centro América se recuperan del brote de Haití que comenzó en 2010, este linaje pandémico es circular en el mundo y es la causa de una de las mayores epidemias mundiales de cólera en la actualidad en Yemen.
Un Grupo Especial de la OMS lleva adelante un plan estratégico que busca reducir en un 90% las muertes por cólera para el año 2030.
“Esta es la enfermedad de la inequidad que afecta a los más pobres y más vulnerables”, dijo en su momento el director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus al presentar el plan en Ginebra.